La prueba piloto de reciclaje orgánico se inicia este mes

La prueba piloto de recogida de basura orgánica podría iniciarse a finales de mes. Así lo asegura la concejal de Medio Ambiente, Carolina Blasco, quien comentó que «se está trabajando en ajustar el número concreto de islas de recogida» y es que, el hecho de que las nuevas islas cuenten con un contenedor más requiere replantear si se instalarán en las ubicaciones de las actuales o habrá alguna menos con una nueva organización.Esta prueba piloto se incluye dentro del Plan de Prevención de Residuos que se aprobó en la última comisión de Medio Ambiente. Como ya adelantó este periódico en noviembre, serán los barrios de G-3 y Cellophane los elegidos para albergar esta prueba piloto.La elección de estas dos zonas se debe a la diferente actividad diaria que se da en cada una de ellas. Mientras que Cellophane es un barrio de reciente creación y joven, en el que apenas hay comercio u hostelería y en el que se pretende estudiar la recogida únicamente con el ciudadano como agente principal. En G-3 se busca precisamente lo contrario, al tratarse de un barrio con alto índice de población pero además en el que hay comercio de proximidad, como pescaderías, carnicerías o fruterías, precisamente negocios que generan gran cantidad de residuo orgánico, además de hostelería.De esta manera, el equipo de Gobierno podrá comprobar con datos fiables «los requerimientos necesarios de cara a la redacción de un nuevo contrato de recogida de residuos», comentó en su momento la edil popular.Las nuevas islasEl objetivo inicial es cambiar 150 contenedores y reemplazarlos por alrededor de 30 islas. Los contenedores están fabricados en polietileno, un material mucho más sencillo de limpiar que el metal, material del que están hecho los actuales contenedores.En este sentido, los contenedores retirados contarán con una nueva ubicación, los polígonos industriales, ya que los que allí se encuentran «están muy estropeados», comentaba la concejal hace unos meses.Cinco serán los recipientes que conformen las nuevas islas, uno más que los que existen ahora. Los depósitos encargados de la recogida de residuo no orgánico siguen con el mismo código de colores, azul para cartón; amarillo para plástico y verde para vidrio.La diferencia llega con la recogida de residuos orgánicos. El contender gris se divide en dos, uno marrón y uno gris. De este modo, el primero albergará los residuos orgánicos propiamente dichos, es decir, restos de pescado, de carne, pan, frutas, marisco, frutos secos, cáscaras de huevo, tapones e corcho, bolsa de infusiones, posos de café, servilletas y papel de cocina manchados de aceite o resto de jardinería, entre otras cosas.Por su parte, el nuevo contenedor gris recogerá colillas, compresas, pañales, pelusa, algodón, pelo, bolígrafos y lápices usados y excrementos de animales.Objetivo, prevenciónEl nuevo Plan de Prevención de Residuos, en el que se ha incluido esta prueba piloto, pretende con la recogida selectiva de basura, tal y como aseguró Blasco, «no sólo sensibilizar al ciudadano de los beneficios del reciclaje sino generar menos residuos». La edil popular recordó que es «responsabilidad de las administraciones llegar a los porcentajes marcados pro la Unión Europea en el año 2020». El objetivo se sitúa en reducir el peso de los residuos generados en un 10% con respecto a la del año 2010.Para conseguirlo, el programa se basa en cuatro principios, reducir la cantidad de residuos, reutilizar y alargar la vida útil de los productos, reducir el contenido de sustancias nocivas en materiales y productos y reducir los impactos adversos sobre la salud humana y el medio ambiente de los residuos generados.«Hace unos años eran las administraciones estatales las encargadas de este tipo de planes pero ahora los ayuntamientos tienen la posibilidad de hacer cosas, especialmente, en cuanto a recogida selectiva».