La lluvia desluce el estreno de Don Carnal y Doña Cuaresma

El cielo no tuvo misericordia en la inauguración de los días en los que reina Don Carnal a la espera de la llegada de Doña Cuaresma. Los burgaleses que se atrevieron, valientes y curtidos en otras batallas por el frío, a enfrentarse con la lluvia en la tarde de ayer, bien guarecidos bajo sus paraguas aunque no muy generosos con sus disfraces, disfrutaron de un arranque del Carnaval original y curioso, a cargo del «orgulloso» pregonero Amando Quintano, conocido por todos como ‘El Patillas’, un buen vecino de Burgos.

Antes de comenzar con su discurso, Quintano se confesaba «muy entusiasmado» y aseguraba que es «un honor» recitar el pregón para los burgaleses, con quienes dijo sentirse «muy agradecido por todo lo que me han dado». ‘El Patillas’ nunca se imagino frente a los burgaleses de esta guisa, algo que fue para él «un orgullo».

Ya entrados en materia, Quintano declaró que su estómago trataba de digerir «una mezcla de nervios, responsabilidad y, sobre todo, orgullo de pregonar el Carnaval de una ciudad que, como la taberna, me los ha dado todo». ‘El Patillas’ destacó la «cada vez más trabajada y gastronomía» de la ciudad, «tal es así», seguía, «que este humilde tabernero toma hoy el relevo de un afamado cocinero para ser el pregonero».

No se olvidó Quintano de recordar a los burgaleses que el Carnaval les brinda la oportunidad de «olvidarnos por unas horas de las miserias y problemas que nos sobresaltan en el día a día», escondiéndose «tras una simple máscara». «Bailemos, cantemos, amemos y riamos. Volvamos a amar y, sobre todo, comamos y bebamos. Con moderación, claro», invitó ‘El Patillas’ a los burgaleses con una sonrisa en los labios.

También tuvo palabras el orgullos pregonero para su taberna y sus inicios en ella, así como para su abuelo, Elías Quintano, y su padre, Baldomero, como precedentes al mando del negocio. «Hoy son muchos los recuerdos que a uno le vienen a la memoria», expresó Quintano, convidando a los vecinos a «convertir las calles de la ciudad en una singular taberna, llena de color, de máscaras, de comparsas y de chirigotas. Unas calles en las que, al igual que en la taberna, todos serán bienvenidos».

Por su parte, el alcalde de Burgos, Javier Lacalle, se mostró «encantado» con la gente que asistió al inicio del Carnaval a pesar de la lluvia, y deseo que todos los burgaleses «salgan a la calle y participen». La elección de ‘El Patillas’ como pregonero fue del propio alcalde, quien vio en çQuintano a una persona «entrañable, querida y tradicional de Burgos», ideal para dar comienzo al Carnaval.