El Correo de Burgos

TOROS

Convertir el multiusos en plaza de toros costará 30.000 euros en cada feria

La empresa pagará por colocar las tablas, burladeros y el albero y después para retiralos del coso

-ISRAEL L. MURILLO

-ISRAEL L. MURILLO

Burgos

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I. CRESPO. BURGOS

La carrera por El Plantío ya ha comenzado. Los obstáculos y las delimitaciones del pliego son altas, según han explicado fuentes empresariales desde el mismo día que se conoció su contenido. Todas apuntan a trabas económicas. Se reduce el canon en 20.000 euros, con respecto al último ejercicio. Pero en cambio, el coso pierde el ingreso de 2.500 localidades –los que supone dejar de ingresar más de 50.000 euros en taquilla en caso de lleno- con relación al curso anterior y además se graba al adjudicatario con el coste de la adecuación de la pista del recinto en plaza de toros: montaje y desmontaje de barreras, callejón, puesta y retirada de albero, además de adecuación de todas las dependencias. Unos trabajos presupuestados por las empresas consultadas presupuestan en más de 30.000 euros.

Un empresario del sector –coincidente con al menos dos más, también consultados por este diario- ha detallado los costes concretos que supone el montar y desmontar el ruedo. «Comprar el albero es lo de menos pero hay que considerar que para que compacte y no genere un gasto añadido debe estar colocado por lo menos veinte días antes y batirlo con una arena concreta y especial que se necesita para que este suficientemente apelmazado». El mismo empresario concreta que «lo que encarece es el alquiler y las horas de las maquinaría: excavadoras, apisonadoras, camiones, grúas. Y todo esto sujeto a la mano de obra».

Desde las organizaciones empresariales se incide también en que «la colocación de la madera de las barreras lleva tiempo, trabajo y maquinaria, sobre todo si no existe soportes y hay que comprarlos. No hablamos únicamente de la barrera que separa ruedo y callejón, sino de hacer funcional ese callejón».

En los 30.000 euros de presupuesto del montaje del ruedo no se incluyen, dato este también contrastado con fuentes empresariales, el coste de la pintura y adecuaciones menores del coso, puesto que en todos los pliegos anteriores se incluía ese aspecto entre las obligaciones de los arrendatarios.

El pliego no deja claro un aspecto que va a levantar controversia: si es el Ayuntamiento el que facilita las barreras para su montaje o ese gasto va por cuenta del adjudicatario. De ser esta segunda opción, el presupuesto de montaje del coso, el primer año, se incrementaría en una cantidad que ronda los 10.000 euros, según las mismas fuentes.

Ahuyenta a las empresas

El pliego que regula el concurso está en manos de las empresas. El hecho de ampliar a ocho el número de años con los que se puede computar la experiencia exigida –dos temporadas mínimo de gestión en plazas de primera o segunda- a priori hacía que el abanico de empresas habilitadas para concurrir fuera alto, si bien, desde las entidades empresariales se insiste en la inviabilidad económica del texto aprobado y se justifica en el aumento de los costes comparativamente al último año.

Dicho de otro modo: se ha rebajado el canon 20.000 euros con relación al curso pasado pero se ha introducido un gasto extra de 30.000 euros y se dejan de ingresar 2.500 localidades en una plaza que durante los últimos ejercicios tenía un ingreso en taquilla máximo de 250.000 euros y que ahora se reducirá hasta los 195.000 euros, cifra está a la que hay que rebajar otro seis por ciento, para que los licitantes sumen en la baremación los puntos relativos a descuentos en entradas y abonos. En resumen y redondeando a la baja los números, se incrementan los costes en más de 80.000 euros y se reduce el canon 20.000, premiando reducir precios y hasta un máximo de 12 puntos el incremento del número de espectáculos a ofrecer fuera del abono.

sin toros fuera de feria

A este incremento presupuestario y el alto coste del montaje y desmontaje del coso hay que añadir un dato nada baladí: la inviabilidad de poder organizar al margen de las fechas de San Pedro, festejos taurinos de ninguna índole. Las empresas confirman que asumir un coste de más de 30.000 euros además de los que acarrea organizar un espectáculo taurino, resulta imposible.

Sobre el tema de los espectáculos fuera de abono, los empresarios taurinos inciden y coinciden en señalar que para poder sumar los puntos suficiente para ganar la baremación de cuantificación automática, los licitadores deben ofrecer la organización de espectáculos fuera de feria, no sujetos al abono y por lo tanto deficitarios. Esa carga se computa como gasto global del ciclo.

El pliego además incluye un cara o cruz en lo relativo a los supuestos ingresos atípicos. La gestión de servicios de bares y almohadillas corresponde al adjudicatario pero en cambio la publicidad del recinto corresponderá a la propiedad, en este caso al Ayuntamiento.

El pasado martes se publicaba en el Boletín Oficial el pliego aprobado por Instalaciones Deportivas el 27 de febrero y arrancaba un maratón cargado de obstáculos que concluirá cuando se conozca el nombre del nuevo inquilino del despacho del remozado coso burgalés. El plazo para presentar ofertas concluye el próximo 23 de marzo.

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