La comodidad de tramitar el DNI sin desplazarse hasta la ciudad

Hacer por primera vez el Documento Nacional de Identidad a los más pequeños de la casa o sencillamente renovar el propio puede convertirse en una carga para los habitantes de los pueblos de Burgos, por la obligación que supone desplazarse hasta la capital y perder hasta un día entre el viaje y los trámites. Con el fin de facilitar a los ciudadanos este servicio, una pareja de funcionarios se desplaza varias veces al año a distintas localidades. El DNI ‘se hace’ rural.

El equipo móvil realiza varias salidas durante el año a Medina de Pomar, Villarcayo, Lerma, Espinosa de los Monteros y Salas de los Infantes. En el caso concreto de Medina, el Ayuntamiento se encarga de la gestión, consulta la demanda de sus vecinos y coloca bandos para avisar a la gente. Después se ponen en contacto con los funcionarios para determinar cuándo visitaran la localidad. «A Medina entre 2 y 3 veces al año, y una de ellas suele ser por marzo», explica Luis Vélez, policía local del pueblo. Un par de meses antes comienzan las gestiones para la organización, que en esta última ocasión completó una lista de 55 vecinos que renovaron o hicieron por primera vez su DNI. «Normalmente rondan los 50 o 60, y vienen también de las zonas adyacentes. Aquí se suele apuntar la mayoría de Medina, Trespaderne, Nofuentes, Espinosa de los Monteros, y algunos hasta de Villarcayo, que aunque también se desplazan allí si les coincide con las fechas vienen», apunta Vélez.

Los funcionarios visitan dos días la localidad. En primer lugar se toman las huellas, empleando un aparato que transportan hasta allí los funcionarios; se toman los datos y se paga. Tras esta jornada vuelven a Burgos, donde se encuentra la máquina que expide los DNIs. Jesús María González, uno de los trabajadores del equipo móvil, subraya que el objetivo es «grabar los certificados en presencia del ciudadano», por eso vuelven dos días después y hacen la entrega del documento.

A los menores de dos años -a los que sus padres les hacen el carnet por primera vez ya que es necesario para abrir una cuenta en una entidad bancaria- no les cogen las huellas, pero para el resto de vecinos es obligatorio volver para recoger personalmente su DNI porque sino el documento no sería válido. En Medina, Daniel Peña fue el primer ciudadano en renovar el carnet, mientras otro se ahorró la tasa de renovación dado que caducaba justo ese día, y en caso de cambio el trámite es gratuito.

«No es lo mismo ir a Burgos y perder casi una mañana, que desplazarte desde un pueblo de aquí a cinco o diez kilómetros», señala Vélez, agradeciendo la función que cumple este servicio. El equipo móvil también desempeña otra tarea desconocida para la mayor parte de la sociedad y que funciona «a demanda», trasladándose a centros de día, residencias de ancianos o incluso domicilios particulares para expedir o renovar el carnet de las personas en situación de discapacidad, minusvalía o dependencia, relata González.

Durante el año pasado, se llevaron a cabo 47 salidas a los diferentes puntos de la provincia en los que se procedió a renovar o expedir un total de 1.123 documentos nacionales de identidad, de los 29.564 que se realizaron en Burgos.