El Correo de Burgos

Tres décadas de leyes y docencia

La Facultad de Derecho de la Universidad de Burgos cumple 30 años de una historia llena de logros, conquistas y un camino hacia la profesionalización de un centro «con futuro»

Alfonso Murillo, Orcajo, Villar, Mena y Carrancho posan junto a la facultad de Derecho de la UBU.-ICAL

Alfonso Murillo, Orcajo, Villar, Mena y Carrancho posan junto a la facultad de Derecho de la UBU.-ICAL

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La matriz de la Universidad de Burgos, la histórica Facultad de Derecho, cumple en los próximos meses 30 años de creación. Tres décadas que han cambiado la forma pero no la esencia de un centro en cuyos pupitres adquirieron conocimientos de la rama más amplia de los estudios universitarios reconocidos abogados del Estado, políticos, presidentes de altos tribunales, fiscales y docentes del actual centro. Madura, que no vieja, la Facultad de Derecho mira con optimismo al futuro y aborda una nueva etapa, mucho más profesionalizada, con la llegada de nuevos planes europeos, una docencia mucho más participativa y digital y un número de alumnos ajustado a las exigencias de mercado.El rector de la Universidad de Burgos, Alfonso Murillo, alumno de la Facultad de Derecho, recuerda con nostalgia como fueron aquellos años iniciáticos. Lo hace acompañado de dos de las personas que tanto amor, además de empeño pusieron en una facultad que en aquella mitad de los años 80 sonaba «con fuerza», el ex teniente fiscal de Castilla y León, Fernando de Mena y el que fuera primer decano de la Facultad de Derecho entre 1985 y 1986, Andrés Villar.Ex alumno y docentes vuelven a reencontrarse en el despacho del ahora rector para recordar «los mejores años de su vida». Aquellos que supusieron los primeros pasos de una facultad que dejó de ser una escuela universitaria para convertirse en el germen de la Universidad de Burgos, nueve años antes de la creación de ésta. Fue el Real Decreto del 9 de octubre de 1985, recuerdan Murillo y Villar, el que configuró como facultad unos estudios que «poco a poco» se habían ido afianzando.Por orden ministerial, el 30 de mayo de 1956 se había creado la Academia de Derecho Adscrita la Universidad de Valladolid quedando ubicada en la calle La Merced en el inmueble de los Padres Jesuitas. En 1976 un grupo de profesores de la academia reclamaron un centro de estudios de Derecho en Burgos.El 17 de noviembre de 1978 se creó la Sección de Estudios de Derecho dentro del Colegio Universitario adscrito a la Universidad de Valladolid. En 1982, se convirtió el Colegio Universitario Integrado y finalmente, tres años después, en facultad.Los primeros años«Fueron unos años duros porque no teníamos ni un duro», recuerdan Mena y Villar. La andadura de los primeros años de la Facultad de Derecho quedó marcada por el entusiasmo y las ganas que pusieron los docentes. «Llegábamos todos los días a clase sin saber cuánto íbamos a cobrar y con unas ganas de enseñar tremendas», recuerda Mena, quien compaginó su labor al frente de la Fiscalía con las clases que mañana y tarde impartía en la facultad.«Me acuerdo perfectamente de cómo fue la primera clase. El discurso lo dieron los políticos de la UCD que no pararon de hablar y de hablar. Estábamos nosotros dos y Luis Pellico, que por aquel entonces era el secretario del Ayuntamiento de Burgos, además de profesor. Cuando se cansaron de hablar dijeron: ahora Mena les dará la primera clase. Nos habían contratado el día anterior y no tenía nada preparado», confiesa Mena.Una de las alumnas de Villar y Mena fue María Teresa Carrancho, actual decana de la Facultad de Derecho. «Recuerdo perfectamente aquellas clases, la pasión que le ponían Villar yMena, junto con el resto de profesores», destaca... Aquel primer curso arrancó con cerca de 80 alumnos de nuevo ingreso y una ratio de mujeres y hombres muy paritaria. «Las clases nada tenían que ver con las que hoy damos a los alumnos. Eran lecciones magistrales en las que el docente enseñaba y los alumnos escuchábamos mientras tomábamos nuestros apuntes», explica a Ical.Un edificio anexo a Químicas fue el espacio en el que se ubicó aquella primera facultad hasta que en el año 1985 se decidió restaurar el edificio del Hospital del Rey para ubicar la nueva facultad. Corría el año 1985 y la rehabilitación del Hospital del Rey quedó presupuestada en 732 millones de pesetas. La mitad de esa cifra la aportó el Ministerio, la Junta de Castilla y León aportó el 30% y el Ayuntamiento y la Diputación se repartieron el 20% restante.El boom de los 90Las aulas de la facultad se quedaron pequeñas en los años 90 cuando se produjo un ‘boom’ de vocaciones. Desde el curso 1988 hasta finales de los 90 las clases duplicaron turnos en horario de mañana y tarde para poder atender a un alumnado que en algunos cursos superó los 400 e incluso los 500.La picaresca se colaba con fuerza cada mes junio y septiembre en las aulas, cuando las pruebas se hacían dos veces al año y no había oportunidad de reválida. «Los alumnos llegaban a copiar con bolígrafos e incluso una vez tuvimos que llamar a la policía porque detectamos un sofisticado sistema por medio de un repetidor», indican los ex docentes. «Ahora copian con pinganillos. Lo de los móviles ha cambiado también estos modelos de copiar», declara Orcajo.Profesorado de la casaSi de algo puede estar orgullosa Derecho es de haber sabido transformar a alumnos en profesores. «Lo más valioso es que en la Universidad de Burgos supimos promocionar a los alumnos que iban terminando hasta convertirles en doctores», apunta Villar. Así lo asevera también Mena, que cree que «el punto fuerte de la facultad» ha sido contar con docentes instruidos en «la casa».Derecho hoyLa llegada del siglo XXI supuso un antes y un después en la facultad. «En estos años se han ido incorporando numerosos estudios conjuntos», explica el rector de la Universidad de Burgos que entiende que la irrupción de carreras «conjuntas» dotó de «nuevos aires» a los estudios de Derecho. Antes se sumaron los estudios de Ciencias Políticas y de la Administración para después ofertarse los programas conjuntos de Derecho y Administración y Dirección de Empresas, Derecho y Ciencias del Trabajo. En la actualidad, también se imparte el doble grado en Derecho y Ciencias Políticas, una de las últimas incorporaciones en un mapa de titulaciones que va ‘in crecendo’ y que ha sumado másteres en sus últimos cursos.«La instauración del Plan Bolonia ha marcado un antes y un después», destaca el profesor Orcajo, consciente de que ni los planes de estudio ni la metodología «tiene nada que ver ahora que hace años». «Bolonia lo ha cambiado todo», remarca Carrancho. Ha convertido a los alumnos en investigadores y en profesionales en prácticas desde los primeros años. «Antes eran lecciones magistrales en las que el alumno tomaba apuntes y ahora eso ya no vale», remarcan los docentes.Internet y las nuevas tecnologías forman parte de los estudios que se imparten en las históricas aulas del Hospital del Rey. «Ahora los alumnos disponen de una plataforma en la que se van colgando los apuntes y los trabajos. La comunicación también ha cambiado, el ambiente es más cercano y alumno y profesor suelen estar comunicados vía email o incluso por ‘whatsap’. Yo tengo un grupo en el móvil con mis alumnos», añade el docente.En el curso 2014-2015, un total de 160 alumnos se matriculó en la Facultad de Derecho. «Es el número perfecto si pensamos en la demanda del mercado», destaca Carrancho. A todos ellos les esperan cuatro años de formación y aprendidaje. Docentes, profesores y ex alumnos coinciden en señalar que Derecho sigue siendo unos estudios «con futuro» y «necesarios» cada vez más «profesionalizados» y encaminados a competir en una sociedad que demanda profesionales recién titulados.

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