Aprender a ser como un pintor, la asignatura de la semana

«Mamá yo quiero se pintora», decía Sara en casa tras un día diferente. Habían acudido a ver una exposición guiada por la propia artista que la ha compuesto. La niña Vero ha recibido en la que estos días es su casa, el Arco de Santa María donde expone ‘Año de nieves’, a los alumnos de Infantil y algunos cursos de Primaria para explicarles de forma atractiva y lúdica cómo es el proceso creativo de traducir en una pintura o una escultura la realidad que ven sus ojos.No ha sido la única. El colegio Solar del Cid planteó la semana cultural, celebrada del 20 al 24 de abril, como una fórmula para acercar a los niños a través de sus protagonistas el arte. El libro se ha cambiado por pinturas. El lápiz por témperas y no sólo ha conocido el trabajo del artista de primera mano sino que además se han transformado en uno de ellos. Como guías y profesores han contado con un plantel de artistas burgaleses que tienen exposición abierta, que han querido participar en la iniciativa docente o que son del barrio.En este último caso se encuadra a Revilla XII, cuyo mural ven el hall de entrada los alumnos de cinco y seis años con quienes ha trabajado en tallers su particular forma de ver el arte. Clases en el aula también han impartido Carlos Sáiz para los alumnos de cuarto, Belén de la Parte ha actuado como profesora de arte con niños de quinto y Fran Herrero ha hecho lo propio con los alumnos del último curso de Primaria.Pero también han visitado exposiciones. A la de la Niña Vero hay que unir la excursión realizada hacia el universo de Modesto Ciruelos que realizaron los niños de tercero de Primaria y para la que contaron con Fernando Arahuetes con guía de lujo. Una fórmula atractiva para introducir a los más pequeños de una manera lúdica y divertida en los clásicos de su propia tierra. Pero también ha habido espacio para los grandes de la pintura. Con tan sólo cuatro años Juan relata que Miró nació en Barcelona, Carla sabe que los colores que le gustaban eran el amarillo, el rojo y el azul. Esta es su charla antes de entrar a clase donde, por pasillos y aulas, los niños de los tres cursos de Infantil, ha desplegado su creatividad emulando a Miró, Wharhol o Picasso. Una exposición que ha contado con un público entregado, sus familias, y que ellos explicaban uno a uno. Se sentían como verdaderos artistas.La sala de exposiciones en la que se convirtió el colegio incluyó también las actividades desarrolladas por los alumnos de primaria con todos los pintores participantes con talleres que permitieron elaborar murales y cuadros con las características básicas de los diferentes movimientos artísticos que cada uno de ellos encarna. Una simbiosis de éxito que permite a los pequeños identificar ‘Un cuadro, un pintor’ que ha sido el lema de esta semana cultural tan intensa. Hoy ya toca volver a las Mates y la Lengua, a las fichas de La Vaca... y a pintar de nuevo pero con un nuevo enfoque.