El edificio de Tesorería, vacío tras el desalojo de Parriego

Tras el desalojo de la zapatería Antonio Parriego, ubicada en los bajos del edificio de la Tesosería de la Seguridad Social de la Plaza Santo Domingo, colindante entre la calle La Moneda y la calle Almirante Bonifaz, el inmueble queda libre para futuros compradores.Aunque la intención de los propietarios de la zapatería pasaba por permanecer al menos cinco años más en el local hasta que el organismo encontrara un comprador para el edificio- propuesta que ofrecieron durante la vista oral y a la que sumaron el mantenimiento de los empleos que genera el local comercial- finalmente los dueños de la tienda de calzado han tenido que echar la persiana.Lo cierto es que los propietarios del comercio ya habían tratado de prolongar su estancia en el local varias veces. Entre sus planteamientos, ofrecieron a la Tesosería permanecer en el edificio hasta que el organismo encontrara un comprador. Una vez ocurriera, el comerciante desalojaría el lugar en un plazo de tiempo acordado por ambas partes, pero ni con esas logró Parriego permanecer en el céntrico espacio junto a la Plaza Mayor.La acción de desalojo llegó después de que el Juzgado de Primera Instancia Número 2 diera la razón a la Tesosería de la Seguridad Social en la denuncia de desahucio que el organismo presentó contra con los dueños de la zapatería.Una denuncia que se acogió a la nueva Normativa de Renta Antigua y que determinaba la finalización del contrato entre las dos partes el 31 de diciembre de 2014. La zapatería, que inició su actividad hace 31 años y se había convertido en un referente del sector en la zona centro de la capital burgalesa, inició el proceso de liquidación de sus productos el pasado mes de marzo. Durante varias semanas, los dueños del local se fueron deshaciendo del género ante el inminente abandono del comercio.Vacío progresivoLa intención de venta del inmueble por parte de la Tesorería de la Seguridad Social viene de años atrás y es que los primeros en desalojar parte del edificio fueron los vecinos que residían en él. Posteriormente, le llegó el turno al comercio textil que se ubicaba junto a la zapatería Antonio Parriego, siendo esta, la última ocupante del bloque.Ahora, el inmueble permanece a la espera de encontrar comprador para lo que el organismo podía convocar una subasta.