El Correo de Burgos

Los ‘pequemprendedores’ salen a la calle a promocionar sus productos

La cita con el emprendimiento escolar de Fundación Caja Rural genera 24 cooperativas

Alumnos que muestras los últimos objetos que tienen a la venta.-RAÚL G. OCHOA

Alumnos que muestras los últimos objetos que tienen a la venta.-RAÚL G. OCHOA

Publicado por
M. GASTÓN OROZCO
Burgos

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El parque de los poetas fue el lugar escogido, ayer, para la Feria Pequeños Emprendedores de Fundación Caja Rural. Una jornada que comenzó a las once de la mañana y que reunió a 225 alumnos de diferentes colegios. Unos alumnos que desarrollaron 24 cooperativas distintas y que mostraron durante toda la jornada sus habilidades profesionales como emprendedores.«¡Venga animaros, vendemos cojines de colores hechos a mano!», de esta forma llamaba la atención de los clientes una de las estudiantes participantes. Las diversas modalidades de cooperativas se ubicaban en puestos semejantes a los que se suelen usar en los mercadillos. Los mismos iban adornados con carteles, folletos informativos y  por supuesto, con las mercancías que se disponían para la venta.La finalidad de esta feria estaba más que definida, pues se buscaba germinar a los estudiantes con la semilla del emprendimiento. Para ello, era necesario crear una experiencia real, que propiciara todos los elementos para llevar a cabo una venta. Todo para incentivar entro los alumnos a que desplegaran sus mejores técnicas para atraer y ofrecer sus productos o servicios.Los alumnos del centro educativo Solar del Cid llevaban desde octubre preparando esta jornada, elaborando todo el proceso, desde la constitución de las cooperativas, pasando por el registro en Hacienda, estipulando los estatutos y todas las pautas requeridas para crear una empresa en términos legales. «Nosotros tenemos 100 alumnos en 16 cooperativas y hemos optado más por exponer ideas, que vender mercancías. Hemos querido fomentar las creatividad. Nuestros alumnos han innovado y han mejorado productos ya existentes con nuevos elementos», comentó la directora del colegio, Carmina Santamaría.En definitiva, se trataba de una dinámica que buscaba favorecer el trabajo en equipo y hacer entender que si uno de la cadena falla, todo lo realizado puede acabar  en nada. «Los alumnos, además, se autoevaluarán sobre una tabla donde se cuenta si el trabajo estaba hecho, si han colaborado, si ha habido que hacer tareas entre otros, etc.», explica Santamaría.Silvia era una de las tutoras del colegio Juan de Vallejo y sus alumnos optaron por la producción de diferentes mercancías a través de materiales reciclados, «en total, son unos cuarenta alumnos los que han formado la cooperativa, han puesto un capital inicial de cinco euros cada niño y todos los beneficios los destinaremos a una causa benéfica como es la construcción de un tejado para un colegio en África».Entre las dificultades a las que se enfrentaron el conjunto de profesores fue el tiempo. Ya que los estudiantes tuvieron que compaginar las horas lectivas con esta clase de iniciativas. Así pues, el ingenio hizo acto de presencia entre los docentes e incluyeron estas actividades dentro de las diferentes materias, «en clase de Lengua hemos aprovechado para escribir los estatutos de las cooperativas, en Matemáticas se ha realizado la elaboración del presupuesto, y así sucesivamente», confirmó José Luis Gutiérrez, profesor de Lengua Castella en el Solar del Cid.  Muchos padres no quisieron perderse esta cita en la que sus hijos se convertían momentáneamente en emprendedores. «En casa nos comentaba cómo elaboraban los productos y que esperaban sacar dinero para amortizar», comentó Rosa, madre de uno de los infantes del  colegio de San Pedro y San Felices, que a veces se quedaba maravillada de la gran motivación que mostraba su hijo.Los sectores que más atrayeron  a estos pequeños giraban en torno a los servicios. Un tema que ha predominado por todas las cooperativas. «Nosotros hemos realizado un estudio del barrio de San Pedro de la Fuente y los mismos alumnos han sido los que han dicho qué hacía falta, qué se necesitaba, etc.» explicó el profesor de Lengua en el Solar del Cid.La Fundación Caja Rural lleva nueves certámenes de cooperativimos, que han resultado ser un modelo de negocio muy exitoso. Algo que se ha demostrado durante la crisis, al ser muchas las empresas supervivientes en esta recesión, pertenecientes a cooperativas. De ahí, la necesidad de incentivar esta modalidad de negocio desde la más tierna infancia.La Feria Pequeños Emprendedores de la Fundación Caja Rural se incluye dentro del Programa Educativo, ‘Cooperativas Junior’ e ‘Innovadores’. Dentro de ellos han participado 1.721 estudiantes de 26 centros educativos de toda la provincia, con edades comprendidas entre los 10 y los 15 años.

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