Un nuevo fallo retrasa la publicación del recuento

Ciudadanos de a pie, periodistas, políticos de todos los colores, tuiteros varios... Todos se preguntan qué había pasado para que a las 22.48 horas del domingo el recuento electoral de la capital burgalesa dejara de actualizarse con un 92,53% de votos escrutados. Así se mantenía hasta las 16.56 horas de ayer, con los candidatos pendientes de la página web del Ministerio del Interior por si esos miles de papeletas -6.674, en concreto- aún por ‘descubrir’ modificaban en algo su presencia en el Ayuntamiento. Finalmente, todo quedaba igual que cuando se ‘colgó’ el sistema.La Subdelegación del Gobierno, a quien remitían todas las instancias consultadas por este asunto, callaba y solo emitía un breve comunicado en el que confirmaba que los datos se iban a facilitar a lo largo del día. El documento apuntaba al sistema informático puesto a prueba en 21 ciudades españolas como causa de la caótica situación provocada, al parecer, por problemas «en el volcado de las cifras al sistema central».De hecho, un vistazo a la información publicada por el Gobierno en el portal de resultados permitía comprobar que salvo en una localidad, en la que el escrutinio se realizó con mayor rapidez, en el resto de los municipios implicados los recuentos se detenían a la misma hora y con desiguales porcentajes en el aire, que, por ejemplo, se elevaban hasta el 12% en Ceuta.Todo apunta por tanto a un fallo técnico que en el caso concreto de la capital burgalesa se suma a la incidencia que puso en jaque cientos de votos en las primeras horas de la jornada electoral. Problema que, por cierto, protagonizó la segunda nota informativa que la Subdelegación del Gobierno difundía ayer, en la que reclamaba a la Oficina del Censo Electoral un informe sobre el volcado de datos en los ordenadores, pues fue esta entidad la que lo efectuó días antes de su distribución a los responsables de los distintos colegios.Sea como fuere, de vuelta al bloqueo en el escrutinio, no existe una confirmación oficial de las razones del inusual retraso. Si bien la Administración recuerda que en todo caso los resultados publicados en su web son provisionales y orientativos, lo cierto es que en algunas localidades afectadas -como en caso de Burgos o Sevilla- un puñado de votos traducidos en un concejal más en juego sería determinante en las negociaciones de los grupos políticos para posibles pactos de gobierno. En la ciudad, en concreto, Imagina Burgos, cruzaba los dedos por sumar el séptimo edil, lo que hubiera supuesto un empate con el PSOE. Finalmente no fue así pero pudo haber sido durante varias horas.Con José María Arribas Andrés, subdelegado del Gobierno, mudo, más allá de los tres párrafos de la nota ya citada, tocaba preguntar a las juntas electorales. Central, provincial y de zona coincidían en la hipótesis del fallo en el sistema pero se desmarcaban de la situación ya que los datos que se manejan en ellas y los del Ministerio de Interior llegan por distintas vías. En su caso provienen de las propias papeletas, ya bajo su custodia, que procederán a abrir de nuevo y recontar desde mañana miércoles a las 10 horas. Este escrutinio, el oficial y definitivo, es público, suele prolongarse varios días y está abierto a alegaciones, que se dirimen sobre la marcha. Los datos que arroje serán los que finalmente se elevarán como válidos y no debieran distar del panorama provisional ya esbozado.Por su parte, las cifras que se hicieron esperar las recibe el Ministerio del Interior por parte de los interventores de la Administración que acuden a cada colegio a tomar nota mesa por mesa del resultado obtenido. A diferencia de otros comicios en los que los papeles con estos datos pasaban por la Subdelegación para enviarse ‘físicamente’ ayer medió la informática y ahí surgió el problema.Con todo, cabe recordar que este sistema se probó por vez primera a menor escala en las elecciones nacionales de 2008 en Alcobendas, Toledo y Valladolid. En las Europeas de 2009 y en las del Parlamento de Cataluña también se utilizó con desiguales resultados y algunas incidencias tildadas de leves en su momento.Sin embargo, los candidatos locales consideraban «grave» la situación registrada en la jornada electoral burgalesa pues -coincidían en ello PP, PSOE e Imagina- pudo provocar que gente que quiso votar a primera hora no pudiera o no quisiera volver una vez se solventó el problema, pasado el mediodía. La solución era sencilla, deshabilitar la casilla de voto por correo marcada por error al figurar el censo de las elecciones europeas, pero hubo que esperar a una orden oficial de la Junta Electoral de Zona para hacerlo. El subdelegado tampoco se pronunciaba al respecto públicamente, aunque se reunió con los interventores para valorar la magnitud de una incidencia que también acumulaba protestas en las redes sociales.