El Correo de Burgos

Un consumo ecológico, responsable y local

La II Feria de la Tierra Justa prepara el terreno para convertir Burgos en una Ciudad por el Comercio Justo

Huevos, café o chocolate son sólo algunos de los productos que se podían adquirir en la feria.-ISRAEL L. MURILLO

Huevos, café o chocolate son sólo algunos de los productos que se podían adquirir en la feria.-ISRAEL L. MURILLO

Publicado por
M. GASTÓN OROZCO
Burgos

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La Plaza España se convirtió ayer en el baluarte del comercio justo, ya que albergó durante toda la mañana la II Feria de la Tierra Justa, Biológica y Local. Un iniciativa más para la concienciación de la ciudadanía de un tipo de consumo con valores respetuosos con el medio ambiente y que permita erigir a Burgos como una futura Ciudad por el Comercio Justo.«Hay productores locales, artesanales, así como comercios que tienen en sus tiendas productos ecológicos y de comercio justo. Además, hay dos organizaciones de inserción, como la de Fundación Lesmes y la Asociación de Autismo», explicó Verónica Ibáñez, de la asociación Amycos sobre los distintos componentes de la feria, donde otras ONG colaboraron activamente en su desarrollo como Cáritas y Oxfam Intermón.Este es el segundo año que se lleva a cabo este evento, que tiene por misión concienciar a la ciudadanía de un consumo responsable, sostenible y sobre todo, respetuoso con la tierra. «El comercio justo aporta un producto que se elabora respetando los derechos de los trabajadores, elaborado en muchas ocasiones de forma manual y que posee una alta calidad», estipuló el alcalde, Javier Lacalle, en la presentación de la feria.Así pues, entre los diferentes puesto se hallaba la venta de pan artesano y ecológico, donde Esperanza y Pilar, unas recientes emprendedoras se iniciaron en este tipo de comercio para recuperar ese olor especial que caracterizaba a los panes de toda la vida.El ámbito herbolario tuvo su representación, gracias a la mano de la también artista local, Marta Tapia, con la gama de mercancías de su tienda Bionutrición, y de Sandra, quien apuesta por la Fitoterapia, el uso de las plantas como remedios medicinales, en su local Cuna de Salud.La gastronomía se manifestó gracias a los productos gourmet de Morcilla La Paloma, una casa fundada en 1949; con los vinos de Arlanza, de la mano de Bodegas Sierra; con el queso de La Casona de los Pisones, una firma de Tierra de Sabor o el de La Majada de Barcina, firmes defensores de estar presentes en todo el proceso de elaboración; e incluso las mermeladas tuvieron su protagonismo gracias a Maite, que lleva cinco años elaborando distintos maridajes a través de su empresa Fruto del Huerto.Todos buscaban lo mismo, «darnos a conocer a nosotros como empresas y por supuesto, lo que supone el comercio justo». La prioridad versaba en dar paso a los productos locales, cercanos y de la tierra que cumplían con los requisitos de justos y biológicos. Además, se abogaba por exigir lo mismo a los productos importados y que estos nuevos se adecuaran a la filosofía que imperaba en la feria. Una filosofía que coincide con las aspiraciones que ostenta Burgos para convertirse en la próxima Ciudad por el Comercio Justo.«Es una campaña internacional, que en España la promueve la cooperativa Ideas y que busca la concienciación del comercio justo en todos los ámbitos de la sociedad. Según la población de cada ciudad, hay que cumplir unos criterios, tener un mínimo de tiendas, un mínimo de organizaciones y en el caso de Burgos se está trabajando en ello», narró Verónica, «se trata de una aspiración a largo plazo en la que se lleva trabajando desde el año 2011».De momento, quedan dos criterios por cumplir. El primero, establecer dos contrataciones públicas, donde el Ayuntamiento ya ha hecho una, instalando máquinas de producción de café sostenibles en los centros cívicos. Mientras que la segunda pertenece al sector privado, en el que las empresas deben participar, realizando una compra anual de productos de comercio justo, así como sensibilizando a sus plantillas en este ámbito.«Todo lo demás está cumplido, los centros educativos conciencian, hay un número de comercios determinados que también distribuyen productos, así como bares y restaurantes», puntualizó la representante de Amycos.Este título ya está en manos de otras seis ciudades en España como son León, Córdoba, Madrid, Laredo y Torrelavega en Cantabria y Puerto Real en Cádiz. Como afirmó el alcalde, «el mensaje que trasladamos es que esperamos que Burgos algún día tenga ese reconocimiento. Esta feria es un paso más en la obtención de ese objetivo».La feria fue acompañada por un espectáculo infantil llamado ‘La cocinera mágica’, una actuación musical del grupo Dr. Music, un taller infantil de creación artesanal y por último, un sorteo de productos de entre los compradores y la degustación de arroz de comercio justo.

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