Las ONG’s rinden cuentas de los objetivos del milenio

Música, talleres, danza, juegos cooperativos... El Paseo de Atapuerca mostró ayer el motor de la solidaridad que mueve en Burgos a decenas de asociaciones. Algunas de las ONG’s quisieron mostrar ayer que el termómetro está rojo o naranja en la mayor parte de los objetivos del milenio porque: una de cada nueve personas aún pasa hambre; la mitad de los 58 millones de niños que no reciben educación primaria viven en áreas de conflicto; las mujeres se enfrentan a la discriminación en educación, ámbito laboral, toma de decisiones; seis millones de niños mueren al año antes de cumplir los cinco años; la mitad de las mujeres en el mundo no reciben asistencia durante el embarazo; pero quizás lo que más duele es que se han destinado 134.000 millones de dólares al desarrollo pero no se han logrado los ocho objetivos marcados. Alguno se acerca al verde, combatir el sida, el paludismo y otras enfermedades. Entre 2000 y 2012 se evitaron 3,3 millones de muertes por malaria y 9,7 millones recibieron tratamiento para el VIH en 2013. También suman como logro que en las regiones en vías de desarrollo el acceso a la escuela primaria es del 90%. Logros por los que hay que seguir luchando. La Coordinadora de ONGD de Burgos intenta en este día mostrar el trabajo diario de estas organizaciones que luchan por que estos ocho objetivos del milenio acaben con el termómetro en verde.Algunos aportan acciones en poblaciones de países en desarrollo como Amycos que realiza trabajos en Bolivia y Nicaragua o Personas y Solidaridad que trabajan en la selva central de Perú y acercaron al paseo de Atapuerca algunos de los objetos de artesanía que realizan allí. Otros atajan la solidaridad entre los pueblos en la propia ciudad. Es el caso de la Asociación Comercio Justo que trata de concienciar al burgalés de la necesidad de mirar más allá del precio en los alimentos que compra. «En los objetos de comercio justo el 80% del dinero de la venta va directamente al productos, en el resto sólo el 20% el resto se lo quedan los intermediarios pero solo se mira el precio», señalan.Otros buscan trabajar por la inserción sociolaboral de personas extranjeras que residen en Burgos. La Fundación Cauce atiende a estas personas pero también intenta educar en el aprovechamiento a los más jóvenes. De esta manera ayer se afanaba una de sus integrantes, Nuria Montaner, en confeccionar marionetas de papel con bricks de leche. Mostraban también rollos de papel para hacer huchas... «que los niños vean que con lo que habitualmente tiramos también se pueden hacer cosas y se pueden divertir haciéndolas ellos mismos».Las organizaciones trataban de explicar a la gente que se acercaba por allí sus objetivos, su trabajo, concienciar sobre la necesidad de luchar por el prójimo... Pero también lo hicieron con actividades como un taller de danza africana y actuación de percusión de Alasane, la actuación de Two Chelos y Duo Vadis así como la realización de talleres cooperativos y juegos para el público infantil. Algunos se interesaban por el sobre solidario de Entrepueblos. «En un papel escriben una solución para el mundo que meten en un sobre que llevan a casa». Un deseo con el que podrán dormir y reflexionar en como lograr que los ocho objetivos del milenio alcancen el termómetro verde.