El Correo de Burgos

Adoración multitudinaria al cuerpo de Cristo

Tres altares en el recorrido de la procesión del Corpus Christi para "recuperar la armonía"

La suntuosa carroza que porta el cuerpo de Cristo sale de la Catedral.-SANTI OTERO

La suntuosa carroza que porta el cuerpo de Cristo sale de la Catedral.-SANTI OTERO

Publicado por
Marta Casado
Burgos

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Las puertas de Santa María abierta de par en par y el repique de campanas pasadas las 11 eran signos de que algo importante estaba por suceder. La misa del Corpus Christi en el altar mayor de la Catedral de Burgos a cargo del arzobispo, Francisco Gil Hellín, es una de las más multitudinarias. La procesión también ha recuperado esplendor gracias al trabajo de la Asociación ProCorpus que la organiza por segundo año y que facilita que las calles se engalanen para la ocasión. A la Catedral llegaban uno a uno los feligreses, la comitiva municipal, encabezada por José Antonio Antón que portaba el estandarte municipal de una corporación que acudía a una de las citas religiosas más importantes con maceros y la alta pompa municipal.Aunque quienes destacaban entre todos eran ellos. Los niños que este año habían hecho la comunión, marineros de la fe y princesas de la inocencia que portaban en algunos casos ofrendas. La misa había arrancado y aún seguían llegando más.Durante la liturgia el arzobispo de Burgos quiso dejar claro a sus feligreses la importancia de esta fiesta. «El pan que Jesús bendijo en la última cena transforma algo trágico y negativo como la condena, enclavamiento y muerte de Jesús en algo positivo, de entrega, de amor victorioso a los demás». En su homilía Gil Hellín recreó las tres paradas que después tendría la procesión para instar a sus feligreses a «reconciliarnos entre nosotros los que creemos en Jesús y  quienes no comparten nuestra fe». Afirmó que «hemos detectado actitudes que parecían superadas, asistimos a un enfrentamiento verbal que nos preocupa seriamente». Dicho esto recomendó a sus feligreses a desterrar «odios y rencores», a  «comprometernos a crear un clima de aceptación del otro» y a «unir nuestros esfuerzos para remediar la situación precaria en la que se encuentran tantos hermanos». De ahí que recordara que el mismo día que se alaba el cuerpo y sangre de Jesucristo se reconoce la labor de Cáritas porque «éste es el día por excelencia del amor al prójimo».procesiónMientras concluía la misa, una docena de niños jugaban con sus alas en la puerta de Santa María. Al mismo tiempo los feligreses empezaban a agolparse por el itinerario de la procesión y se daba el último lustre a la fantástica carroza donde se portaba el Cuerpo de Cristo para la adoración de todos los vecinos. La comitiva estaba encabezada por la cruz y ciriales así como la banda de San Cosme y San Damián. También participaban representantes de la Junta y consejo del Círculo Católico, Apostolado de la Oración y representantes de las parroquias y movimientos del apostolado seglar. Tras ellos hasta ocho cofradías y hermandades de la ciudad así como miembros de acción católica, Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes, Marías de los Sagrarios, Adoración Real, Perpetua y Universal, Adoración nocturna. Tras ellos los niños de primera comunión que han querido participar en el evento seguidos por sus orgullosos padres que estaban precedidos a su vez por la Escolanía de Puericantores. A los sacerdotes y seminaristas les seguían los pequeños ángeles adoradores y sus campanas que anunciaban que el santísimo estaba a punto de llegar. La carroza y el cabildo, bajo palio, seguían el camino que marcaba la comitiva que se cerraba con la corporación municipal  con sus timbales y maceros y la banda de música Ciudad de Burgos. Toda la comitiva realizó tres paradas en cada uno de los altares instalados en la calle de La Paloma, en el Ayuntamiento y en la entrada al Espolón. A su llegada a la Plaza Mayor, el Santísimo Cristo subió hacia el Salón de Plenos donde recibió la bendición. Una procesión que recupera el esplendor de la cita que poco a poco se fue perdiendo desde los años 60 y que por segundo año consecutivo demuestra la devoción de los burgaleses.

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