«Nos querían imputar que Lacalle gobernaría con nuestra abstención»

La número uno de Ciudadanos de Burgos, Gloria Bañeres, fue la protagonista inesperada del pleno de investidura, a pesar de que no iba a ser elegida alcaldesa. Precisamente, su decisión, anunciada el pasado jueves, de postularse como candidata generaba las críticas del resto de partidos, y la disidencia de una de sus ediles, por considerar que había roto la baraja de las negociaciones.La ya edil electa de Ciudadanos defendió la legitimidad de una decisión que, recordó, era «la última alternativa que nos quedaba, puesto que si de un lado no conseguíamos las propuestas de regeneración interna, por el otro lado no encontrábamos más que un revanchismo y querer hacer cordones sanitarios con otra fuerza que era el PP». Bañeres insistió en su discurso en el pleno de investidura en que Burgos «pide un cambio, y ese ha sido nuestro lema». Resaltó que los más de 12.000 votos obtenidos por Ciudadanos han contribuido a «desterrar la mayoría absoluta y el rodillo del PP». Abogó por un proyecto de ciudad moderna y abierta, así como aprovechar su potencial industrial, su situación estratégica y su patrimonio. Defendió la necesidad de seguir eliminando gastos superfluos.Pero tras el pleno, todas las preguntas iban encaminadas sobre el giro que dio su partido el pasado jueves. Bañeres defendió su «legítimo derecho» a presentarse como candidata a la Alcaldía, sabiendo que era una decisión «simbólica», ya que ante su propuesta de tener una Junta de Gobierno con participación de todos los grupos políticos, «desde la izquierda no querían que estuviera el PP». A pesar de que días antes se había constatado que la sintonía con el PP para llegar a un acuerdo de investidura era «del 90%», la número uno de Ciudadanos incidió en que «no aceptaban lo que les afectaba a ellos de forma personal, y eso no era ni transparencia ni regeneración».Sobre la abstención de la número tres, Silvia Álvarez de Eulate, Bañeres indicó que «llegamos a una mayoría de tres y el apoyo de la junta directiva y del delegado territorial». Y añadió que «ella podrá tener su opinión, pero no cumple con el reglamento interno ni con los estatutos del partido. Ella ha sabido desde un principio que era una de las posibilidades». El partido remitió ayer la carta ética y financiera que firman los candidatos del partido. Entre los compromisos que asumen está el de «atenerse a los acuerdos adoptados por los órganos centrales», así como «no efectuar sin autorización de los órganos centrales, ni aún a título personal, manifestación alguna que pudiera comprometer la independencia de criterio del partido o confundir a la opinión pública respecto a posibles apoyos».