El Correo de Burgos

JUAN MIGUEL CARRERAS - Expresidente de la Audiencia Provincial

«A veces es más fácil pedir auxilio judicial a Suiza que a la autonomía de al lado»

Deja el cargo después de tres mandatos por motivos de salud. En su balance destaca el cambio que ha expertimentado la Justicia en cuando a medios, aunque señala que sigue habiendo muchas carencias

-ISRAEL L. MURILLO

-ISRAEL L. MURILLO

Burgos

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La salud le ha obligado a dar un paso atrás, a dejar la presidencia de la Audiencia Provincial cuando ya estaba inmerso en un tercer mandato y dispuesto a afrontar nuevos retos en la carrera judicial. Ya como expresidente -el nombre de su sucesor o sucesora se sabrá a finales de este mes-, hace balance de su paso por el cargo, a punto de regresar a Palencia. Lo hará a la Audiencia Provincial y se sentará en el mismo sillón en el que se sentaba cuando era juez suplente y preparaba las oposiciones. Tampoco evade las cuestiones de actualidad y lamenta que más de 30 años después de aprobada la Constitución aún no haya un modelo definido de Estado.Pregunta.- ¿Qué balance hace de sus años como presidente de la Audiencia Provincial?Respuesta.-  Se podía pensar que pudiera haber cierta vanidad por mi parte, pero nada más lejos de la realidad. Los hechos son los que son: Cuando llegué, el Decanato era un bajo suelo, con una o dos funcionarias y una máquina de escribir. Hoy en día están los servicios comunes que hay, edificios, medios técnicos, es un dato objetivo. No es logro mío, sino de los compañeros y los ministerios que he conocido, del CGPJ, de la ciudad. La administración de Justicia no tiene nada que ver con hace 15 o 20 años. Lógicamente, mis resoluciones como juez, como en todo procedimiento en el que litigan dos partes, por desgracia una parte queda más insatisfecha.P.- El salto ha sido grande, pero se sigue hablando de la Justicia como de la hermana pobre de los poderes del Estado. Parece que no se la quiere sacar de ese retraso.R.- Sí y no. Es cierto que ha habido enormes avances, hablamos ya de una digitalización, se sigue trabajando, lo que pasa es que se avanza lentamente. Lamento mucho que en esta última legislatura no haya habido la progresión que ha habido en los gobiernos anteriores. Se ha trabajado pero no se ha avanzado. No ha salido la Ley Orgánica del Poder Judicial, no se han rubricado los partidos judiciales, no se ha reestructurado la planta, no se ha avanzado sustancialmente en los medios técnicos. Se ha dicho que ha sido una legislatura perdida, y estoy bastante de acuerdo.P.- ¿-En qué se ha perdido sobre todo?R.- Se ha perdido el consenso y la explicación correcta sobre los partidos judiciales. Es la clave. No se explicó o no se entendió correctamente que había que superar la ley de Planta y la ley orgánica del siglo XIX, que había que optimizar y reordenar los partidos judiciales. Tenemos una planta de jueces y funcionarios razonable, incluso hay promociones de jueces que no tienen juzgado. Y nos encontramos con partidos judiciales con actividad mínima o nula, eso no puede ser. No hablo solo de Burgos y de Castilla y León sino de toda España. El poder judicial, como es el único poder que vertebra el Estado, pues hay muchos intereses que no les apetece que haya un poder que vertebre.P.- Cuando habla de avanzar, ¿a qué se refiere?R.- A haber dado pasos adelante. En mi opinión se ha hablado mucho de lo que no se tenía que hablar, de borradores, de rumores, de traslados de sedes, cuando nunca estuvo sobre la mesa. Y cuando estuvo sobre la mesa la reordenación de los partidos judiciales, de eso no se hablaba. Se gastó el tiempo en cosas que no tenían fundamento. Nunca jamás estuvo en tela de juicio, jamás oí a nadie en una reunión seria que iba a desaparecer la sede de Burgos del TSJ. En cambio se perdió el tiempo y no se habló de lo importante.P.- ¿Puede ser que cuando se elaboran estos anteproyectos no se consulte  lo suficiente a los operadores jurídicos?R.- No es que no se consulte.  A veces es lo contrario, se consulta mucho pero no se hace caso. A veces la técnica es parecer que se hace para no hacer. Hay que ser mucho más pragmático, más eficaz y un gobierno con mayoría absoluta tiene la obligación de gobernar. Y el poder judicial es una cuestión manifiesta. La economía es lo más importante, el paro, los desahucios, las preferentes,... y en esta Audiencia hemos dado ejemplo de sensibilidad con ello. Pero de la economía también depende la estabilidad institucional. A una democracia solvente le caracteriza la estabilidad de sus instituciones.P.- ¿Qué es lo que hace falta?R.- España lleva muchos desde la Constitución del 78  y la parte única del poder judicial que lo define como tal requiere una estabilidad y una definición clara de sus órganos de gobierno en orden a garantizar su estabilidad e independencia, que no de los jueces, que somos absolutamente independientes.P.- ¿Es en el órgano de gobierno donde está ese problema?R.- En los órganos de gobierno, en tomar una decisión sobre sus formas de elección. No podemos estar permanentemente discutiendo las grandes instituciones del Estado. Lo digo como ciudadano y como a alguien a quien le gusta el derecho constitucional.P.- ¿Cuál sería el modelo más adecuado?R.- No sé cuál sería, sí sé que hace falta un modelo, lo que pasa es que hay constantes tensiones por la organización territorial del Estado, por la falta de financiación autonómica adecuada. El Estado cada día tiene menos capacidad de gestión de los grandes problemas. No tiene competencias en Sanidad, no tiene competencias en Educación, en Justicia, en algunas comunidades autónomas nada más. Es necesaria una estructura definida del Estado.P.- La evolución ha sido hacia la atomización.R.- Totalmente, a la constante disgregación, lo cual genera que en los grandes temas no haya una voz única. En la administración de Justicia no puede ser que los sistemas informáticos autonómicos no estén conectados entre sí. Es mejor mandar una carta, como hace 50 años, que llega antes cumplimentado. A veces es más fácil hacer una comisión rogatoria a Suiza que a la autonomía de al lado. Por eso he defendido siempre que la Castilla y León no debería aceptar las competencias de Justicia, desde que está el debate. No se pueden aceptar en tanto en cuanto no haya una conexidad. La actividad económica determina que son interregionales, y no puede haber esa dispersión permanente de los sistemas informáticos.P.- ¿Qué papel ha desempeñado la Audiencia durante la crisis?R.- El poder judicial aplica las leyes, no puede ser de otra manera, por eso no se pueden entender frases como que si una ley no me gusta no la aplico, en un estado de Derecho no puede entenderse, y menos en responsables de alta cualificación. Hemos tenido, creo, en la Audiencia Provincial una enorme sensibilidad, cuando nos adelantamos a la propia ley paralizando desahucios, con un argumento muy sencillo: si está dudoso si la cláusula es o no abusiva, es o no legal, vamos a paralizar el procedimiento y lo discutimos. No hay que confundir con los arrendamientos. Evidentemente, al señor al que no le pagan la renta, que no tiene por qué ser un banco, no le gusta que no le paguen la renta. Había deficiencias en nuestro Derecho porque no se podía discutir la validez de la hipoteca. Agarrándonos a la resolución europea, lo paralizamos y que se discutan las cláusulas.P.- Las resoluciones judiciales están demostrando que esas cláusulas eran abusivas. R- Nosotros hemos anulado la inmensa mayoría de las cláusulas abusivas, tanto en materia de preferentes, productos más complejos. Muchos de los problemas han venido, por supuesto por el paro, porque en muchas ocasiones, para negocios, para segundas viviendas, han firmado como avalistas los padres mayores y al no poder los hijos se ha ido contra el avalista, por lo que se han visto imágenes de ancianos tan lamentables y tan tristes. Y ahí hemos tenido una sensibilidad máxima, que nadie se fuera a la calle sin que haya tenido la posibilidad de debatir, y hemos distinguido caso por caso.P.- ¿Cómo ve la relación de los medios de comunicación con la Justicia?R.- Éramos un equipo de jueces jóvenes que llegamos a los juzgados de primera instancia hace más de 20 años y cuando me designaron decano no existía relación con los medios de comunicación. Antes los jueces de instrucción pensaban que no tenían que hablar con un periodista. Y ocurría que el periodista iba a escribir su artículo como fuera. Hicimos una reflexión que se ha ido imponiendo en muchas ciudades. Hoy ya hay gabinetes de prensa, se dan ruedas de prensa,... es mejor que se ofrezca una información, no hay nada que ocultar, aunque sí canalizado. Los medios de comunicación no eran nuestros enemigos y no he tenido desde entonces ningún problema. ¿Qué problema había en dar una sentencia notificada? ninguno.P.- ¿Y qué lagunas ve en esa relación, en el tratamiento que dan los medios a noticias relacionadas con el ámbito judicial?R.- El tratamiento ha mejorado porque se han hecho cursos conjuntos. Hay que seguir en esta línea y siempre hablando a nivel no de filtraciones o de respeto al secreto de sumario. Sí creo que debería haber  un mayor cuidado en el tema de las imágenes, la reata de detenidos paseados para abrir el telediario delante de los juzgados, y de los que nunca más se supo.P.- ¿La pena de telediario?R.- Antes se llamaba la pena de banquillo.P.- ¿Mejor investigado que imputado?R.- Lo de investigado no hay quien lo entienda, es imputado por que se atribuye una conducta delictiva a título provisional y con plenas garantías. Qué es investigado, ¿periodismo de investigación? un juez no hace periodismo de investigación, hace una actividad instructora para el esclarecimiento de unos hechos. Si hay imputación es porque hay unos datos, unos indicios razonables. Ser imputado es un hecho serio y no es ninguna broma. Si está sentado en el banquillo es porque ha habido una acusación y una apertura de juicio oral. Lo que no me gusta es lo que se hace antes, la pena de telediario, porque con la mera detención policial ha habido muchos casos en que salido en libertad y eso no interesa. Y puede dar a fines espurios. Es una prueba procesal importante, que tiene trascendencia en el procedimiento y no es fruto de una mera investigación sino de un sumario, de unas diligencias. No es que haya confusión, la confusión la quieren establecer los que no quieren entender lo que es ser imputado. Si eres imputado es porque se te está atribuyendo un hecho delictivo, no eres ni acusado ni condenado, pero ya hay unos datos.P.- Sería necesario incluir algún tipo de delito más vinculado a la corrupción.R.- Siempre, en el Código Penal, ha habido el cohecho, la prevaricación, la malversación, la falsificación de documentos,... ¿Qué ha pasado y eso es un síntoma de democracia avanzada?, que gracias a los medios de comunicación y al poder judicial y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado se ha combatido la corrupción. En ese aspecto funciona porque lo grave sería que no hubiera pasado nada. La parte a la que no hemos llegado es que hoy en día esa delincuencia es muy compleja, no es alguien que falsifica las cuentas de su empresa. Hoy se toca una tecla de ordenador y aparece el dinero en 300 sociedades interpuestas y es muy difícil investigar eso. Hacen falta muchos medios técnicos. Lo que hay que acabar es con los paraísos fiscales. Lo que no tiene sentido es que haya países que son un peñón en mitad de la nada que es un paraíso fiscal y más cuando se hace durante años y años.P.- ¿Qué consejo le daría al próximo presidente o presidenta de la Audiencia Provincial?R.- No tengo ningún problema porque los cuatro son amigos y amiga. Lo primero es que estoy contento porque será alguien que aprecio y mantendrá el nivel jurídico que creo que tiene la Audiencia Provincial en sus resoluciones, así como una línea de transparencia con la sociedad burgalesa.

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