El Correo de Burgos

Mercedes CLA 200 CDI

Compacto disfrazado de berlina

La marca alemana ha decidido explorar nuevos mercados para atraer a otro tipo de clientes / El resultado es un vehículo impactactante en todos sus aspectos, desde el motor hasta su diseño

Imagen lateral y trasera del CLAclase A junto a una estatua del Cid.-Héctor Fustel

Imagen lateral y trasera del CLAclase A junto a una estatua del Cid.-Héctor Fustel

Publicado por
RAÚL MANSO
Burgos

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Como reza el anuncio «Algo está cambiando en Mercedes». Yo no podría estar más de acuerdo con ese eslogan, ya que históricamente, a Mercedes Benz se la conocía por fabricar productos con una alta calidad (lo cual sigue haciendo...), con una gran prestancia (que también...), además de ser pioneros en numerosísimas ocasiones a la hora de incorporar la última tecnología a sus modelos y que después han copiado el resto de las marcas (tecnología que siguen implantando...), pero básicamente, los modelos de Mercedes estaban orientados a una clientela de cierta edad, con cierto poder adquisitivo y a los que no les gustaban mucho las sorpresas y los experimentos.

Pero de un tiempo a esta parte, la directiva de la marca alemana se dio cuenta que había que explorar nuevos mercados y atraer de cualquier manera a los hijos de esos clientes históricos de la firma. O sea; seguir fidelizando al cliente incluso antes de que se plantee la compra de un coche.

IGUAL, PERO DIFERENTE

De hecho, hoy vamos a probar una variante de carrocería que toma como base al más pequeño de la familia, el Clase A, que desde hace poco tiempo ha pasado de ser un utilitario con maneras de monovolumen, a un auténtico compacto con versiones muy potentes y radicales, con una plataforma muy ágil y una carrocería muy atractiva.

El CLA es la berlina del Clase A, que nos ofrece un enorme maletero con tapa y en donde la mayor diferencia radica, como es obvio, a partir de sus cuartos traseros. En todo lo demás es igual que un Clase A.

El impactante y bello frontal, tiene una imagen muy deportiva y agresiva, que se acentúa sobremanera, si pedimos en opción la parrilla con forma de diamantes. Sus esculpidas formas y sus nervaduras sobre el capó, nos sugieren que estamos ante un coche en el que el dinamismo en la conducción es muy importante y atrae las miradas allá por donde pasa.

Su línea lateral es la que se nos presenta diferenciada y que también gustará a los clientes de toda la vida, ya que en esta ocasión estamos hablando de una carrocería clásica de tres volúmenes. Pero esa carrocería clásica, esconde un as bajo la manga, ya que se aprecia a simple vista que la zaga se ha «coupeizado» y la caída del techo es realmente pronunciada hasta la tapa del maletero, un detalle que gustará también a la clientela más joven, al más puro estilo del exitoso CLS.

La capacidad del maletero viene marcada por ese aumento de tamaño y nos ofrece unas formas bastante regulares y con bastante fondo para alojar hasta un máximo de 470 litros de maletas y enseres, lo que no está pero que nada mal.

MÁS MALETAS PERO…

En el interior del habitáculo, poco o nada cambia respecto al vehículo del que procede, lo cual; es un pequeño «handicap» según nuestro punto de vista.

Hay espacio suficiente para que cuatro personas viajen a la perfección en cualquiera de sus cómodas y de excelente factura, butacas, tanto delanteras como traseras. Pero ojo; debido a la caída del techo sobre las puertas posteriores, hay que tener cuidado a la hora de incorporarnos a esas plazas si no queremos un pequeño chichón adornando nuestra sien.

LA CLASE DE MERCEDES

El equipamiento de serie de nuestra unidad de pruebas es digno de cualquier Mercedes que se precie, y a pesar de contar con un equipamiento relativamente básico dentro de la marca de la estrella, teníamos todo lo imprescindible para procurarnos una conducción relajada.

Entre otras cosas, contábamos con climatizador bi-zona, navegador con pantalla táctil de 7 pulgadas, llantas de aleación de 18», asistente de arranque en pendiente, ordenador de a bordo, equipo de sonido con entrada AUX y ASB, tapicería de cuero, Bluetooth, control de velocidad de crucero con limitador, sensores de lluvia y luces, sensores de aparcamiento delanteros y traseros con cámara trasera y un sistema de aviso de pre-colisión denominado Colission Prevention Assist, que nos indica que circulamos muy cerca del vehículo precedente, selector de modo de conducción en tres niveles: normal, Eco y Sport y más cosas incluidas como equipo de serie, pudiendo completarlo con otras infinidades de opciones contempladas en el catálogo, para configurar nuestro Mercedes ideal.

MOTOR+TRANSMISIÓN=PERFECCIÓN

Partimos de un bloque 1.8 (no se el porqué de la nomenclatura 200...) que genera 136cv y un correcto par máximo de 300 Nm, con el que el aerodinámico CLA es capaz de alcanzar los 220 Km/h de velocidad punta y acelerar de 0-100 Km/h en tan solo 9,4 segundos, además de procurarnos unos frugales consumos medios en ciclo mixto de 4,2 l/100 Km homologados por la marca.

El tándem que conforman el motor y la caja de cambios automática 7G-Tronic no podía ser mejor. La mecánica reúne potencia, vigorosidad y frugalidad de consumos y la caja de cambios de 7 relaciones, nos procura unas inserciones de marcha imperceptibles y muy acertadas en todo momento para que no tengamos nunca problemas de falta de empuje y aceleraciones.

En cuanto al comportamiento, tenemos que decir que el aumento de tamaño no influye para nada a las reacciones del Mercedes. Si el Clase A es un portento de agilidad y aplomo, en el CLA no lo es menos y junto con una dirección directa que acataba nuestras órdenes con total fidelidad, abordar curvas a velocidades pasmosas se convertía en un ejercicio adictivo.

VA DE DISFRACES

Podríamos decir que el CLA es un compacto disfrazado de berlina, cuya ventaja principal es la ganancia en capacidad del maletero y un diseño diferenciador, a la par que atractivo. Por lo demás, es un Clase A de los pies a la cabeza. El Mercedes CLA es un gran vehículo perfecto para muchos tipos de clientes, pero que gustará bastante entre los consumidores más jóvenes de entre 30 y 45 años, que necesiten un buen maletero, pero que lleven a personas en las plazas traseras de manera ocasional, a los que les guste viajar, que quieran un coche con un buen ratio de calidad-prestaciones y a los que les guste divertirse conduciendo, porque en eso sí; «Algo ha cambiado en Mercedes».

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