CONSEJO DE GOBIERNO DE LA UBU
Tolerancia cero al acoso sexual y a las novatadas en la universidad
Impulsa una comisión contra el acoso sexual y prohibe las novatadas
En la Universidad de Burgos no hay denuncias por acoso sexual o discriminación por sexo. Tampoco existen por parte de ningún alumno una denuncia por haber sido víctima de una novatada que haya podido llegar a la humillación de la persona.
La Universidad no va a esperar a que las haya porque sí han detectado en encuestas anónimas quejas y apuntes de ciertas conductas que podrían considerarse de acoso u humillación.
Por ello, a partir del próximo curso se pomdrán en marha dos protocolos de actuación para prevenir y detectar situaciones de acoso sexual o discriminación por sexo; y se prophibirán las novatadas en las instalaciones de la Institución docente «que es donde podemos actuar».
El primer protocolo forma partedel Plan de Igualdad y Oportunidades y se trabaja en colaboración con el Instituto de la Mujer del Ministerio de Igualdad. Se pretende crear una «herramienta que canalice y solucione posibles casos de acoso». para ello se creará una comisión formada por el rector y el defensor del universitario, como miembros permanentes y por representantes del colectivo al que pertenezcan las personas implicadas en el suceso. Esta comisión se encargará de recibir las denuncias, valorarlas, recoger las alegaciones, documentación y decidir si se admiten a trámite o no. Se busca, sobre todo, la prevención, más que la sanción.
El mismo objetivo se persigue con la decisión de la UBU de prohibir las novatadas en los centros docentes. Se trata de una medida que persigue evitar la «humillación y la vejación» a personas que se pueden ver avocadas a participar en esas novatadas y que sin embargo se sientan ‘mal’.
Se trata de erradicar ese tipo de ‘conductas reprobables', por lo que la ‘prohibición’ irá acompañada de protocolos de prevención y de información, en donde a los ‘senior’ se les explicará las posibles consecuencias de esas acciones para que tomen conciencia y las erradiquen, mientras que a los de nuevo ingreso se les hará ver que no tienen porqué participar en esas manifestaciones.
El objetivo, siempre ayudar a los alumnos y erradicar comportamientos que pueden incluso «ser constitutivos de delito», concluyó Payo.