El Correo de Burgos

ANDRÉS PADILLA Jefe de la Oficina Territorial de Trabajo.

«Destruir empleo es muy fácil, crearlo es mucho más complejo y llevará tiempo»

-ISRAEL L. MURILLO

-ISRAEL L. MURILLO

Burgos

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Andrés Padilla García (Padilla de Abajo, 1956) lleva unos meses al frente de la Oficina Territorial de Trabajo. Los temas que llegan a su mesa no son nuevos para él. Ha estado vinculado al ámbito de legislación laboral en la administración desde 1986. Primero en el Servicio Público de Empleo como titular letrado, después fue subdirector de prestaciones. Allí es cuando el anterior jefe de la Oficina Territorial de Trabajo, Antonio Corbí, a quien considera «mi maestro, mi mentor y mi amigo», le fichó para ser jefe de la Unidad de Relaciones Laborales donde ha ejercicio su labor desde 2009 hasta el 31 de enero de 2015 cuando pasó a ser jefe de la Oficina Territorial de Trabajo. En cuanto a los temas laborales asegura que no se destruye empleo pero recuperar la situación del pasado «va a ser mucho más complicado» de la misma manera que empiezan a ver menos ERE suben las negociaciones en un esfuerzo «por intentar recuperar el nivel perdido».Pregunta.- Se comenta que el final de la crisis está cerca. Pero los indicadores de mejora del empleo son tibios. ¿Se nota esta mejor coyuntura en la oficina?Respuesta.-  Cuando me incorporé a esta oficina en 2009, había una carga de trabajo enorme por los expedientes de regulación de empleo, los eres. En medio ha tenido lugar la reforma laboral en la que hemos pasado de capacidad decisoria a ser un mero árbitro con lo que se hace una gestión más rápida del expediente pero se genera inseguridad para el trabajador y la empresa. Ha habido muchos trabajadores afectados por eres en el pasado, pero ahora se han reducido mucho. Lo más común son los relacionados con días de suspensión y reducción de jornada no de extinción como en los momentos más duros. Como consecuencia disminuyen las subvenciones a trabajadores afectados por los Eres. Se ve que la situación no va a peor, que no se destruyen puestos de trabajo pero el efecto de una crisis tan prolongada y tan acusada en el empleo, ha dejado un número tan alto de desempleados que las secuelas serán muy difíciles de olvidar. Se está creando trabajo, la calidad puede ser cuestionable, pero es trabajo. El problema es que destruir empleo es muy fácil, crearlo tremendamente complejo y llevará tiempo.P.- ¿La conflictividad social ha subido en este tiempo?R.- Podemos decir que las posiciones entre empresa y trabajadores son más tensas, más distantes. En plena crisis se cedió mucho para mantener la actividad y con la mejora económica se busca intentar recuperar lo que se perdió por parte de los trabajadores. La consecuencia es que sube las huelgas. Este año ya se han convocado más que en años anteriores y los temas a discutir son variados como la negociación del convenio, por despidos puntuales... La recuperación de lo que se ha perdido no será inmediata ni se podrá lograr en un año pero igual sí es momento de empezar.P.- Precisamente hace unos meses se llegó a un acuerdo entre patronal y sindicatos de la región para desbloquear la tramitación de los convenios colectivos que estaban paralizados. ¿Se ha desbloqueado algo esta situación?R.- Los convenios colectivos hay que negociarlos con crisis o sin ella pero si es cierto que durante la crisis las negociaciones han sido más tensas y, generalmente, a la baja. En la oficina ya se han sacado adelante 10 convenios dos de sector y ocho de empresas. En todo el año pasado se firmaron 29, seis de sector y 23 de empresa. En cuanto al retraso en los convenios el acuerdo ha permitido que se desbloqueen bastantes y poco a poco la negociación colectiva va avanzando.P.- ¿Los trabajadores han recuperado la fuerza para exigir y han perdido el miedo a perder su empleo?R.- La ligera mejora económica hace que se pacte de otra forma. No se hace a la baja que fue muy común durante la crisis. Ante el entendimiento de la mala situación que atravesaban las empresas los trabajadores eran comprensivos con la situación y se pactaban bajadas salariales, acuerdos para no cumplir durante un tiempo determinadas condiciones... Pero ahora estamos en otra fase con las posiciones más distantes. Nosotros lo único que tratamos es de mediar, de ser como árbitros en estas relaciones, velar porque todo se haga conforme a la ley y, sobre todo, conciliar posiciones y favorecer el diálogo como siempre se ha hecho desde esta oficina.P.- ¿Cuál es el programa de ayudas, resoluciones o apoyos que cree que más implica generación de empleo?R.- Para mí el programa que ayuda a crear empleo, y del necesario, son las subvenciones de los costes salariales a empleados con discapacidad de los Centros Especiales de Empleo. Esto ayuda a la integración laboral de muchas personas discapacitadas . Se abona una subvención en la cuantía del  50% del salario mínimo (324,3 euros) mientras que la persona esté trabajando. En 2014 se concedieron ayudas a 35 centros de empleo para 709 trabajadores con un montante económico de 2,6 millones de euros. En 2015 llevamos, hasta abril, 35 centros subvencionados con 730 empleados y la aportación entre los meses de enero a abril, de ahí que sea menor, de 1,2 millones de euros. Esto permite la generación de centros especiales que reciben, generalmente, los encargos de grandes centros de trabajo que, a su vez, cumplen de esta manera con la obligación del 2% de colocar a personas con discapacidad en sus plantillas.P.- La inestabilidad laboral de los últimos años ha aumentado la carga de trabajo en la oficina que gestiona. ¿Tienen personal suficiente?R.- Hay programas que gestionamos que es cierto que han repuntado de actividad con la crisis como la gestión de eres y las ayudas a quienes están incluidos en uno de ellos, los actos de conciliación en caso de despido, la convocatoria de huelgas. Pero otras no como la firma de convenios colectivos, las ayudas a centros especiales de empleo o la formación en materia de seguridad laboral. Este último punto es para el que tenemos una plantilla insuficiente. Cuando yo llegué eran siete técnicos de Seguridad y Salud Laboral. Ahora son cuatro y se necesitarían tres más. Es muy difícil cubrir todas las campañas, que además se han incrementado, y cubrir toda la provincia. Ahora estamos en una campaña específica sobre equipos de trabajo en la actividad agraria, hay que trasladarse a los centros de trabajo lo cual con cuatro es complicado y se necesita personal con un perfil muy específico que es difícil de cubrir de forma temporal con el resto de la plantilla. En estos años el personal en la oficina ha disminuido en siete trabajadores y cuatro han sido en este área específica, todas por jubilación.

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