El escaparate de la participación ciudadana

‘Participando que es gerundio’ avisaba la primera carpa de la Feria de Participación Ciudadana que ayer cerró con éxito su quinta edición. Y cientos de burgaleses cumplieron a rajatabla con el mandato. El tiempo acompañó, a pesar de las dudas iniciales, y el grupo motor (asociaciones que organizan la feria con el apoyo logístico del Ayuntamiento) se mostraban satisfechos porque el árbol de la participación ya tenía una copa muy poblada durante la mañana. Es el símbolo de una realidad, la participación en asociaciones sanitarias, sociales, deportivas, educativas o culturales que se multiplica en la ciudad. Y esta iniciativa ayuda a ello. Así lo cree el responsable de la Asociación Burgalesa de Amigos del Ferrocarril que reconoce que «es el quinto año que participamos y la asociación se ha potenciado mucho, hay más afluencia y se nos conoce más».  Los trabajos para poner en marcha esta jornada, asentada en el calendario a principios de septiembre, empezaron en abril. Desde entonces se trabajó en mejorar el emplazamiento. «Había problemas de ubicación y visibilidad y lo hemos decidido hacer en lineal, los escenarios repartidos para que la gente pase por todos los stands y parece que ha funcionado», señala Montse González de Teatro Espolón.Por la feria se dejó ver el alcalde de la ciudad, Javier Lacalle, a quién algunos estaba esperando para trasladar sus inquietudes. Era la plaza de la participación. Un encuentro que para el primer edil es «una oportunidad para que la ciudadanía conozca el trabajo de muchas asociaciones que hacen una labor importante a nivel interno, en sus sedes repartidas por la ciudad pero que pasa desapercibido para la mayoría de los ciudadanos, y esta feria es el escaparate perfecto», sentenció.La concejal de Participación Ciudadana manifestó que el objetivo de todos los implicados estaba cumplido, mucha gente paseaba por los stands y las actividades. Pero sí quiso resaltar «la generosidad de todas las asociaciones porque cada uno de los actos que se están celebrando en la feria es altruismo total por parte de todos ellos».Juegos tradicionales para niños, los bongos africanos que se peleaban con los ritmos de sevillanas que se bailaban en el escenario. Pintura para plasmar cómo la gente echa una mano, globos, dibujos, brochetas de gominolas aptas para celíacos que los minos niños elaboraban, juegos cooperativos junto al río. Fiesta, cuentos, música y color para enseñar, desde la más tierna infancia, que la ciudad y lo que en ella pasa es cosa de todos.