El Correo de Burgos

PRUEBA:ALFA ROMEO 4C

Pasión esencial

Pensado para que el conductor disfrute, sea feliz, sienta y la conducción le procure un placer indescriptible. Un vehículo para dar rienda suelta a la pasión y dejar que el corazón se desvoque a bordo de este deportivo que ha adelgazado para dar mayor ligereza a su conducción. Es bello y exclusivo

El nuevo Alfa Romeo 4C, el superdeportivo para conducir con pasión, ya se puede encontrar en el concesionario oficial en Burgos, Grupo Julián.-HÉCTOR FUSTEL

El nuevo Alfa Romeo 4C, el superdeportivo para conducir con pasión, ya se puede encontrar en el concesionario oficial en Burgos, Grupo Julián.-HÉCTOR FUSTEL

Publicado por
RAÚL MANSO
Burgos

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Pasión. Según el diccionario de la RAE, uno de los significados de pasión es «apetito o afición vehemente a algo». Esencia. «Aquello que constituye la naturaleza de las cosas, lo permanente e invariable de ellas».

Pasión y esencia. Son las dos palabras que definen con total fidelidad lo que representa un coche como el precioso Alfa Romeo 4C. El Alfa Romeo 4C no es un coche pensado para nuestros quehaceres diarios, es un coche fabricado exclusivamente para hacernos sentir, para hacernos disfrutar, para hacernos un poco más felices, para proporcionarnos un placer inusitado..., en definitiva; es un coche muy personal.

Alfa Romeo es una marca italiana y como tal, ha sabido plasmar el carácter latino en todos y cada uno de sus modelos y por supuesto, el objeto de nuestra toma de contacto de hoy es el culmen de todo ese bagaje.

CORAZÓN LATINO

Vamos a empezar hablando de la mecánica, ya que por supuesto, se trata de un coche extremadamente deportivo y el corazón es una nota a tener en cuenta.  Para esta ocasión, contamos con un bloque de fabricación propia que ya conocimos en su momento durante la prueba del Alfa Romeo Giuletta QV y que nos pareció realmente sensacional. Se trata del explosivo 1.750 TBI con 240cv y un descomunal par de 350Nm, asociado, en esta ocasión, a una caja de cambios automática de doble embrague con levas detrás del volante y función «Launch Control», que nos permitirá la máxima aceleración sin que las ruedas posteriores, que son las de tracción, patinen lo más mínimo.

Con esta mecánica, el Alfa Romeo 4C es capaz de alcanzar los 250 Km/h sin esfuerzo y dilapidar el 0-100 Km/h en tan solo 4,5 segundos. ¿Cómo te quedas?

LA DIETA DE LA ALCACHOFA

Esas prestaciones desproporcionadas también son fruto de una ligereza de la que tan solo gozan unos pocos. Y es que no obstante, el Alfa Romeo 4C, tan solo pesa 895 Kg, con lo que unido al potente motor TBI, lo convierten en un auténtico «juguete» para mayores.

Su peso liviano es gracias a una estructura monocasco fabricada en cara y exclusiva fibra de carbono. Esa estructura monocasco se apoya sobre un bastidor construido en aluminio y los paneles de la carrocería, están esculpidos sobre un compendio de materiales compuestos de extrema ligereza, por lo que el 4C, es tan poco pesado en su conjunto.

DIVERTIDO POR DEFECTO

Como os hemos indicado antes, el 4C es un «juguete» para mayores, pero también para manos expertas, ya que gestionar tanta potencia, con una carrocería tan ligera, tracción trasera y sin apenas ayudas a la conducción, nos obliga a tener una suma concentración cada vez que queramos disfrutar conduciendo semejante «machinna». 

Su corta distancia entre ejes de 2,38 metros, una longitud total que no alcanza los 4 metros, el motor situado justo detrás de nuestras nucas en posición central y la tracción en las ruedas posteriores, lo convierten en un auténtico clásico de las monturas deportivas por antonomasia, con un excelente reparto de pesos entre el eje delantero y trasero. La agilidad con la que afronta cualquier tipo de tramo es realmente asombrosa, ya que su configuración es la idónea para convertir a este pequeño deportivo, en un devorador de curvas. 

Si habéis conducido alguna vez algún kart, esto sería lo más parecido en cuanto a pureza de reacciones y a la esencia de conducción. De hecho, al igual que un kart, ni siquiera monta dirección asistida. Tranquilos, que en realidad no le hace falta y se maneja a la perfección aun en velocidades lentas gracias a su escaso peso en la báscula. 

DNA CON SORPRESA

Pero que no cuente con un sistema básico como el de la dirección asistida, no quiere decir que sea un coche simple en su totalidad. Una vez incorporados al habitáculo, nos encontraremos inmersos en un ambiente casi de carreras, ya que además de tener a la vista la estructura de carbono, que nos protege, perfectamente lacada y brillante, igual que la que podemos observar en un vehículo de circuito; también cuenta con un cuadro de mandos minimalista y descaradamente orientado al conductor, que disfrutará también de unos asientos deportivos tapizados en cuero, que sujetan el cuerpo a la perfección.

También cuenta, como no podría ser menos, con el ya famoso mando DNA, que modifica la respuesta del motor, caja de cambios, dirección y comportamiento general, según la opción que hayamos escogido. Pero como este es un coche extremadamente deportivo, cuenta con una cuarta función denominada Alfa Race y que se activa dejando pulsado el selector en modo Dynamic durante unos segundos.

También contaremos con un velocímetro digital, totalmente configurable y desde el que podremos observar las fuerzas G que soportamos en todo momento, además de la gama de revoluciones, la velocidad, los indicadores de la gasolina y la temperatura y la marcha que llevemos insertada en cada momento. Ah..., y también tiene radio...

BELLO Y EXCLUSIVO

Del diseño, no tenemos nada más que aportar. Es, como podéis observar por las imágenes, una de las carrocerías más bellas con la que os podáis cruzar por la calle. De hecho, no tengo palabras para describir tal pureza de líneas y esas nervaduras de tensión que recorren la carrocería a lo largo y ancho, además de portar ese frontal característico de la marca que le imprime parte de su carácter deportivo.

El conjunto, para mayor exclusividad, está fabricado a mano en la misma factoría de Módena en donde se ensamblan los Maserati y es tal el éxito del 4C, que a los operarios, plenamente cualificados, se les acumula el trabajo y existe una lista de espera de varios meses. Pero ese detalle no hace nada más que aumentar el deseo de tener uno en nuestras manos...

Después de este reportaje os preguntaréis si el Alfa Romeo 4C tiene algo malo o algún tipo de defecto o fallo que hayamos detectado. Pues hombre..., sí. Además de tener una lista de espera que supera el año, es un coche tan solo dedicado para el disfrute de nuestros cinco sentidos. Ni para la familia, ni para el día a día... ¿Quién quiere un coche solo para disfrutar y ser más feliz...?

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