Los taxistas reclaman más pruebas de acceso para garantizar el relevo

La falta de relevo generacional ata a una veintena de taxistas burgaleses a su vehículo pese a estar ya en edad de jubilación. Quieren dejarlo pero no pueden, pues están obligados a transferir antes la licencia. El problema radica en que son pocos, muy pocos los que superan el examen preceptivo para hacerse con este permiso. De los 36 que se inscribían en la única prueba convocada este año por el Ayuntamiento apenas 4 la superaban.

Además de lamentarse y reclamar soluciones a la Administración local, la agrupación mayoritaria del colectivo, Abutaxi, decidía pasar a la acción. Sus representantes se citaban la pasada semana con la concejal de Movilidad, Gema Conde, para plantear medidas que, a su juicio, podrían desbloquear esta situación. La principal: aumentar el número de exámenes. «En principio el compromiso era hacer dos al año pero muchas veces se quedan en uno. Proponemos subirlo a tres y fijar las fechas para que los interesados puedan prepararse y organizarse con tiempo», explica el portavoz de la asociación, Mariano Álvarez.

Otro aspecto a mejorar, según el colectivo, es el contenido. No existe un temario concreto y los aspirantes se preparan «por su cuenta» para responder a las posibles preguntas sobre reglamento y callejero. El problema radica en que «en ocasiones» hay enclaves que son difíciles de encajar y que sorprenden cuando aparecen en el examen. Álvarez pone como ejemplo la consideración de la estatua en homenaje al Tetín -ubicada en la plaza de Alonso Martínez- como monumento que se incluyó en la última prueba. «Deberían al menos hacer un listado para que los que se presentan al examen sepan a qué atenerse», opina el representante de Abutaxi.

El tercer punto que pusieron sobre la mesa de Conde se detiene en los «amplios» plazos de corrección y también tienen un caso reciente para ilustrar su reivindicación. El único examen de 2015 se celebró el 29 de julio y fue hace un par de semanas cuando se daban a conocer el resultado. «Los tiempos deben acortarse», sentencia Álvarez.

A cambio de implantar estas medidas, la agrupación admitiría que se impusiera una tasa «económica» para acceder a las pruebas. «Es cierto que una parte de los que se apuntan finalmente no se presentan y algunos que lo hacen solo por probar. Si una tasa evita esto, estamos de acuerdo», añade.

Abutaxi agrupa a 165 taxistas de los 186 que tienen licencia en la capital burgalesa, entre los que se incluyen esos 20 que a día de hoy quieren ‘dejarlo’ y no pueden. «Es una situación surrealista, un problema que no se da en ninguna otra ciudad del país. Hay que reaccionar ya porque se con el tiempo solo puede agravarse», sostiene el portavoz de un colectivo que también ha sufrido con especial virulencia la austeridad impuesta por la crisis en los bolsillos.

Según sus datos la actividad ha caído un 45% desde 2008. No obstante, al igual que ocurre en otros sectores, el declive tocaba fondo el año pasado. En 2015, de hecho, aprecian un leve repunte del trabajo, al menos en las llamadas a la emisora, y, eso sí, solo en comparación con 2014.

Aunque sí las más urgentes, las reclamaciones vinculadas con el relevo generacional del sector no son las únicas. Ya han solicitado al Ayuntamiento que «refunda» las actuales paradas del Hospital Militar y del paseo de la Audiencia, en una nueva ubicada en el paseo de Fuentecillas «que será mucho más operativa». También están a la espera de ver dónde les desplaza el derribo del Yagüe, pues casi seguro que las obras afectarán a la parada vecina que, pese al cierre del hospital, mantiene la actividad.