La tramitación atrasa el derribo del Yagüe

Los trámites administrativos previos a la adjudicación del derribo del viejo hospital General Yagüe se han prolongado más de lo previsto. La Tesorería de la Seguridad Social ha solicitado información complementaria a varias de las empresas que presentaban su oferta al concurso público. Así, las obras para la demolición del complejo sanitario, cuyo inicio estaba previsto para el mes de octubre, se han retrasado sin que, de momento, exista un nuevo plazo. La Administración afirma que solo cuando haya una resolución definitiva de la convocatoria se podrán conocer los tiempos para la ejecución de los trabajos.

El centro tiene pues los días contados -más aún tras desestimarse el pasado viernes la propuesta de Imagina Burgos para conservar el inmueble- aunque ya no será en abril de 2016 cuando, tal y como se anunció en el Boletín Oficial del Estado el pasado mes de julio, se consume su completa desaparición.

Cabe recordar que en la citada publicación se fijaba un precio de licitación de 5,265 millones de euros para contratar el derribo del «conjunto edificatorio» de la avenida del Cid, que se levanta en una parcela de 30.000 metros cuadrados. Aquella resolución establecía un mes como plazo máximo para la presentación de ofertas, por lo que culminaba el 14 de agosto.

Fue el 16 de septiembre cuando se cumplía el trámite de apertura de las propuestas económicas recibidas por la Tesorería General de la Seguridad Social. Según informaron entonces fuentes de la Subdelegación de Gobierno todas las ofertas presentadas proponían bajas sobre el presupuesto inicial. Las caídas oscilaban entre el 18% y el 73%. Así, la cuantía máxima propuesta para ejecutar la demolición ronda los 3,536 millones, mientras que el presupuesto más económico lo rebaja hasta 1,174 millones.

Cabe suponer por lo tanto que esta baja general esté detrás de la demora en la resolución definitiva de un concurso cuyo único criterio es el económico.

El viejo Yagüe permanece mientras tanto clausurado y vacío, a la espera de que el proceso administrativo finalice.

Tenga el precio que tenga, el derribo pondrá el punto y final a la historia de unas dependencias, conocidas en origen como "las 300 camas", que abrían sus puertas ya cerradas a cal y canto en junio de 1960. 56 años después y tras recibir más de un millón de pacientes hasta junio de 2012 se esfumará del mapa urbano.