Foronda ve en la falta de personal el problema de la oficina tributaria
La rueda de prensa se convirtió en debate a dos entre el concejal de Hacienda y Bañeres
Salvador de Foronda y Gloria Bañeres.-ISRAEL L. MURILLO
El concejal de Hacienda, Salvador de Foronda, explicó ayer a los medios de comunicación que el Ayuntamiento de Burgos tendrá implantada la administración electrónica antes de 2018 que es el plazo establecido por la normativa estatal. Según aseguró, durante 2016 se habrá completado la implantación de los procesos que quedan para que las relaciones de ciudadanos, otras instituciones, notarías y gestorías, con su Ayuntamiento sean telemáticas.
Con estas afirmaciones, el concejal quiso salir en defensa de los órganos de gestión económica y tributaria del Consistorio, así como del programa implantado hace poco más de un año, en septiembre de 2014, después de que en el pasado Pleno municipal se produjera un debate sobre el funcionamiento del nuevo sistema. Así, se acordó la celebración de una sesión monográfica de la comisión de Hacienda, en una fecha todavía por concretar, cuando Imagina Burgos solicitó que se crease un grupo de trabajo para analizar el funcionamiento de la oficina de atención al contribuyente.
El titular del área de Hacienda tenía claros sus argumentos, sin embargo la presencia en la sala de prensa de Gloria Bañeres a quien él mismo había citado para comunicar el acuerdo sobre la presidencia del Tribunal Económico Administrativo, trajo consigo un debate a dos nunca visto en una rueda de prensa.
Las opiniones de ambos son dispares en relación con el funcionamiento de programa de gestión tributaria y de la oficina de atención al contribuyente. Para Gloria Bañeres, el programa informático ha tenido un coste alto y aseguró que el funcionamiento está siendo malo. Por su parte, el responsable de Hacienda insistió que solo con lo que se ha incrementado la recaudación en vía ejecutiva con la mencionada aplicación se ha pagado ya el coste. Según dijo, se ha pasado de 5,7 millones recaudados en vía ejecutiva a 6,2 millones de euros en un año de funcionamiento.
Foronda acabó reconociendo que el problema podía estar en la falta de personal para atender la oficina de tributos (BAC).
Por otro lado, los dos ediles acabaron hablando del presupuesto municipal para 2016. A preguntas de los periodistas, Salvador de Foronda aseguró que la ciudad se merece un presupuesto y aseguró que próximamente habrá reuniones entre los grupos. Eso sí añadió: «yo no soy el capitán de este barco», quizá en referencia al alcalde.