El Ayuntamiento prueba los contenedores de plástico ante una posible sustitución
Blasco explica que en «muchas ciudades la tendencia es sustituir los metálicos por los construidos en plástico»
BURGOS
La prueba piloto de recogida de residuos orgánicos en dos contenedores diferenciados que se está desarrollando en los barrios de G3 y Cellophane está además sirviendo para valorar el comportamiento de los contenedores construidos en plástico con el fin de llevar a cabo una posible sustitución de los contenedores metálicos por los de este material.
Aunque el reciclaje de basura orgánica no se extenderá a otros barrios de la ciudad hasta 2017, ya que está vinculada al nuevo contrato de recogida de residuos, el Ayuntamiento, «ante la tendencia hacia los contenedores de plástico que se está dando en todas las ciudades, en un 65% de las capitales de provincia están hechos de ese material, nos pareció oportuno realizar este pilotaje en las dos zonas en las que se está realizando el proyecto de recogida de residuos orgánicos, para analizar su resultado, antes de tomar una decisión de cara al próximo contrato de recogida de residuos», tal y como explicó la concejal de Medio Ambiente, Carolina Blasco, quien añadió que «por el momento, se realizando una valoración de ventajas e inconvenientes, y los técnicos analizarán la opción más ventajosa».
Tal y como recoge en su informe Semat, empresa encargada de la recogida de residuos, los contenedores de plástico son más económicos, menos ruidosos, pesan menos y cuentan con un mejor diseño pero son más inflamables y en caso de sufrir daños severos deben ser sustituidos por uno nuevo, al contrario que los metálicos, que pueden repararse.