La colocación de vinilos en comercios vacíos es ya una realidad

Una de las mayores preocupaciones de las asociaciones de comerciantes y hosteleros la protagonizan los locales vacíos. Especialmente los que llevan mucho tiempo cerrados. Ha pasado más de un año desde que la directiva de la Federación de Empresarios del Comercio (FEC) propusiera al Consistorio burgalés desarrollar actuaciones que mejoraran la imagen de ciertos locales cerrados que no se mantienen en buen estado de limpieza y que según la asociación «perjudican a la imagen de la ciudad y del resto de comercios que están al lado».

Para mejorar la imagen de esos locales vacíos, la mayoría de ellos en venta o en alquiler, la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico Burgos proponía la colocación de vinilos decorativos y publicitarios en los escaparates de los espacios, con el fin de «mejorar la imagen y de fomentar el alquiler de los locales para dinamizar la zona», tal y como explica Raúl Martínez, presidente de la asociación.

Una de las vías más perjudicadas en este sentido es la calle Almirante Bonifaz y en la que se decidió desarrollar una prueba piloto. Precisamente hace unos días se colocaba el primer vinilo en uno de los comercios en alquiler. «No queremos que las calles del centro histórico den una imagen lúgubre y de suciedad porque así algo tienen de malo los comercios vacíos es que las calles dan sensación de suciedad».

Durante estos meses, la asociación se ha ido poniendo en contacto con los propietarios de los espacios para proponerles el desarrollo de la idea. «Nos hemos encontrado de todo, gente que está a favor y gente en contra pero la corriente mayoritaria ha sido apoyar la idea», comenta Martínez. En caso de obtener el beneplácito de los propietarios del local, «una vez nos han autorizado a utilizar su escaparate, se procederá a la instalación del vinilo, ellos tienen su llave y seguirá estando en alquiler o en venta, con una única diferencia, que el espacio tendrá una apariencia más limpia y vistosa».

Para el presidente de la asociación esta actuación es «una buena forma de dar vida a la calle» pero explica que «el problema de Almirante Bonifaz es que en ella se ubica la parte trasera la Iglesia de San Lorenzo, con un fachada muerta, en el sentido comercial, es decir que no cuenta con iluminación, y al otro, la antigua casa notarial con otro tramo grande sin ningún tipo de luz, de ahí que, sobre todo en invierno, la calle se quede muy oscurecida».

Sin embargo, los ‘extremos’ de la calle, tanto en las confluencia con Entremercados como con San Juan, «se han ubicado nuevos comercios que le han otorgado luminosidad y, además, se ha arreglado la fachada de Stylehouse, por eso creemos que ahora los comercios cercanos vacíos podrían aprovecharse de esa ‘vida’».

Se inicia así la primera fase del proyecto Burgos Ciudad de Compras que se proyectaba en 2014 y que tras ocho meses de retraso se firmaba el pasado mes de septiembre con el objetivo de convertir el sector comercial en un atractivo turístico de la ciudad. Este convenio se ha dotado con 20.000 euros de presupuesto.

Apoyo al Comercio

Por otra parte, uno de los documentos fundamentales para el comercio sigue atascado, el Plan de Apoyo al Comercio destinado a los años 2016- 2020. Aunque la concejal de Comercio, Carolina Blasco, anunció en julio, la intención del equipo de Gobierno de reunirse con responsables del sector y con los distintos grupos políticos y aunque en octubre se volvió a abordar la importancia de contar con un plan de este tipo, la realidad es que sigue sin tomar forma a unos días del inicio de 2016.

«Falta fluidez en las conversaciones y en la toma de decisiones, ahora todo va más despacio en el Consistorio y el ejemplo lo vemos con la remodelación de suelo de la Plaza Mayor», comenta Martínez, «es absolutamente necesario arreglarlo, se encuentra en un estado lamentable y la imagen que desprende es mala».