Accem atendió a 50 refugiados el pasado año, 3 de ellos sirios

Hospitalidad y dignidad’ es el lema de la nueva Jornada de las Migraciones que organiza la Mesa Diocesana de Pastoral con Inmigrantes y que el próximo domingo 17 cumple su edición 102. Desde más de cien años, la Iglesia católica celebra el tercer domingo del mes de enero el Día mundial del emigrante y del refugiado.

«Hasta el año pasado, la palabra refugiado se nos quedaba vacía pero en esta ocasión tiene un eco mayor porque es desde hace un año cuando hemos asistido a la llegada grande de personas emigrantes a la Unión Europea», comentó José Luis Lastra, coordinador de la mesa, quien recordó que «no hay mucha diferencia entre un emigrante económico y un refugiado que huye de la violencia, la guerra o una catástrofe».

Precisamente, «en la provincia burgalesa hay 27.000 extranjeros, son cifras estancadas desde hace un par de años con pequeños retoques, un 7% de la población es de nacionalidad extranjera, pero a ellos hay que añadir otras 8.000 personas que siendo extranjeras cuentan con la nacionalidad española, lo que implica que el 10% de la población burgalesa es de origen inmigrante».

En el caso de los refugiados, «la asociación Accem -una ONG dedicada a mejorar sus condiciones de vida- atendió, en el año 2014, a 45 personas solicitantes de protección internacional y en los diez primeros meses del año, ya había atendido a 50, curiosamente casi ninguno sirio, tan sólo 2 ó 3 personas». Recordó que «muchos refugiados entran en España por Ceuta y Melilla, en torno a 7.000» y que «algunos llegan a Burgos, pero normalmente no quieren residir aquí sino ir a una ciudad más grande porque hay más oportunidad de trabajo».

A este tenor, Lastra aseguró tener la impresión de que «en los próximos meses no llegarán miles de refugiados a nuestro país porque su reasentamiento a través de la UE está parado y porque el pequeño contingent de refugiados que iba a venir a nuestro país, de 19 personas, se redujo a 11 porque el resto no quería venir a España, prefieren países como Suecia o Alemania».

Lleguen o no refugiados en los próximos meses, Lastra asegura que «deben ser las administraciones públicas quienes den respuesta en primer lugar, aunque desde la Iglesia nos ponemos a su servicio para colaborar». Por el momento, la comisión constituida por ONG´s a propuesta del Ayuntamiento «está parada porque no hay trabajo, estamos a la espera».

la experiencia

Dominique Tiendrebeogo tiene 31 años, salió de Burkina Faso con 26 y llegó a España en patera. «Estuve en el piso de Accem 6 meses y después estuve en Cáritas, una semana en el albergue y los dos años siguientes en la casa de acogida San Vicente de Paul, tras pasar por otro piso de Cáritas, ahora ha llegado el momento de alquilar una habitación». Dominique tiene trabajo y ‘los papeles’. Asegura que «la hospitalidad y la dignidad de quienes le han ayudado ha sido muy importante, he tenido amigos enfermos que han sido atendidos como un burgalés más, yo mismo he aprendido el idioma gracias a voluntarios».

Han sido 5 años difíciles pero si volviera atrás, se embarcaría de nuevo en la patera porque «a pesar de que el camino es complicado, hay mucho sufrimiento en mi país y para ganar hay que arriesgar, aunque también quien se queda arriesga la vida». Se siente integrado en Burgos y aquí quiere ‘echar raíces’.