Unanimidad para reclamar una revalorización por tramos
Tanto la Federación de Jubilados como el área de Mayores de UGT reivindican que «las pensiones más bajas tengan mayor incremento que las altas»
Una subida escrupulosa del 0,25% pero que no es igual para todos. En las 18.342 prestaciones que se sitúan entre los 600 y los 648,5 euros la revalorización se sitúa entre 1,5 y 1,6 euros. La subida en las 182 pensiones que en 2015 cobraban 2.560,89 en la provincia es de 6,4 euros. «Si el incremento fuera en función de ingresos estableciendo subidas más altas para aquellos que ganan menos de mil euros y más bajas a partir de ahí sería más justo y ayudaría a compensar los tramos y las diferencias de sueldos», señala el presidente de la Federación de Jubilados y Pensionistas de Burgos, Luis Fernández. De hecho destaca la gran diferencia entre las pensiones que hay de trabajadores del campo «que son bajísimas y otras triplican esa cantidad», señala.
En la misma línea se expresa Jesús María Estébanez, responsable del área de mayores de UGT, quien cree que «el incremento tendría que se gradual en función de los ingresos o no puede ser que se haya congelado la pensión de igual manera a quien cobra 2.500 que quien percibe 400», señala.
el 68% no es mileurista
Las pensiones más habituales son aquellas que se sitúan entre los 600 y los 648 euros, el 21% del total de pensiones (jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y favor familiar) de 2015. El segundo tramo más numeroso tampoco alcanzan a prestaciones mileuristas porque 7.593 personas cobran entre 700 y 800 euros y suponen el 8,6% del total. El tercer tramo con más peso en el sistema de pensiones son aquellas entre 400 y 450 euros que perciben 4.298 personas y que suponen casi el 5%. De esta manera más del 68% de los pensionistas burgaleses perciben menos de 1.000 euros cada mes en su prestación.
Pero las personas mayores «se amoldan» reconoce Estébanez. «Se acostumbran pero aún hoy hay quien tiene que decidir entre comer o comprar medicamentos y encender la calefacción y es una realidad que no hemos abandonado». Por su parte Luis Fernández reconoce que «los mayores siguen siendo el sustento de muchas familias si bien ya se ve que va un poco mejor, que muchos dicen que sus hijos han encontrado trabajo pero no estamos fuera del hoyo», sentencia.