Remiten «por error» un burofax de desalojo a inquilinos de renta antigua

La semana ha empezado con un gran sobresalto para una veintena de vecinos de las calles Calzadas y Segovia. Son viviendas de alquiler antiguo que en su momento edificó la Caja Municipal y que ahora gestiona BuildingCenter SAU para Servihabitat. El burofax que acercaba el cartero a la casa de quienes llevan, en algunos casos, desde la década de los 50 habitando el inmueble obliga a abandonarlo en un tiempo determinado, en unos casos un mes en otros dos mensualidades, «dejándolo libre, vacuo y expedito», según se refleja en la carta. Esta misiva, según han podido saber algunos de los vecinos perjudicados, ha llegado también a los edificios de vivienda social de la Avenida Cantabria, C/ Vitoria y C/ Calera. «Llevamos aquí toda la vida, mi vecina del primero está sin dormir desde que el pasado viernes le llegó la carta procediendo al desalojo, sin una llamada, sin un aviso sin nada...» señala uno de los afectados. «En estos inmuebles hay inquilinas viudas con 90 años o más, contratos del año 54... no hay derecho el disgusto que se están llevando», insiste.

Las primeras cartas empezaron a llegar a finales de la semana pasada y otras el pasado lunes. La que se reproduce en estas páginas viene fechada del 30 de diciembre pero llegó a su destinatario el pasado 1 de febrero zanjando de forma unilateral el contrato, suscrito el 12 de marzo de 1984, poniéndole fin el 31 de marzo de 2016 «debiendo proceder al desalojo del inmueble arrendado».

Desde Servihabitat apuntan a que el envío de estos burofax se debe a «un error informático». El sistema debería haber remitido el inicio de un periodo de negociación para la actualización de la renta antigua, que oscila entre los 50 y los poco más de 200 euros en función de las subrogaciones de padres a hijos realizadas sobre el inmueble, pero se envío una orden de desalojo de la vivienda. Apuntan que ya se ha ordenado remitir otro burofax para los vecinos «estableciendo la rescisión del anterior». Desde laCaixa añaden que «en compensación al daño causado no se realizará ningún cambio, actualización de renta o envío de carta en los próximos tres años».

Entre los vecinos la rumorología se extendía como la espuma en la tarde de ayer. Tras recibir la notificación algunos de los inquilinos reclamados ponían el tema en manos de sus abogados ante la sorpresa de la situación. Tras el estupor inicial, los rumores y las llamadas al número ofrecido para cualquier aclaración se sucedían tanto de quienes habían recibido el burofax como de quienes querían aclarar si podían llegar a esta situación. Otros se ven sorprendidos de que les están girando recibos por menos importe de la cuota establecida y se temen que «de no aclararlo luego me pidan explicaciones por impago o me quieran echar».

Ante las dudas generadas se ha convocado una reunión para los vecinos afectados en la librería que hace esquina entre la calle Segovia y la calle Calzadas. Una reunión que por error se había difundido que sería ayer. Tanto ayer como hoy un delegado de CaixaBank acudirá a la cita para informar a los vecinos y aclarar que lo sucedido ha sido un error. La mayoría de estas viviendas tienen renta antigua de entre 50 o 200 euros que se contrataron en la década de los 50 con la Caja de Ahorros Municipal a través de la Fundación Santa María la Mayor. Activos que pasaron a Servihabitat tras la integración de Caja Burgos en CaixaBank.