La venta de coches se aviva pero lejos del alza nacional

La perspectiva es clave. Un dato es un dato y su lectura, según con qué se compare, es variable. Sirve de muestra para tan ambigua afirmación el dato de matriculaciones de vehículos en Burgos durante el pasado año. Como tantos otros indicadores económicos de la provincia arroja un incremento respecto al año anterior. La remontada se confirma.

No obstante, pese a lo positivo del alza y la satisfacción general que provoca en el sector la situación tiene otra lectura al contrastar el cierre de 2015 en Burgos, con 5.621 vehículos matriculados frente a los 4.967 de 2014, con el del conjunto del país. Y es que el mercado español registró un aumento próximo al 24%, lejos del 13% del sector local.

Otra comparación que enfría cualquier festejo es la del dato reciente con el previo a la crisis. Se venden más, sí, pero la mitad de los que se vendían en 2007, ejercicio que rondó los 10.000 turismos matriculados en Burgos.

El presidente de la Asociación de Concesionarios de Automóviles (Aconauto), Fernando Andrés, reconoce que los números «son buenos, sí» pero considera que deberían ser mejores vista la recuperación general aunque recuerda que la crisis llegó más tarde a la provincia y la recuperación también se retrasa. Cambia el tono al relatar lo que evidencia ese menor crecimiento: «La población merma y además envejece», sentencia. Y sugiere a las administraciones tomar medidas urgentes para garantizar un horizonte más halagüeño: «Toca replantearse si se está actuando en la dirección correcta. Apostar por el turismo es necesario, hay que aprovechar los recursos, pero no es suficiente, hace falta una reindustrialización y una postura firme ante la Junta para que no se lleven fuera de Burgos los centros logísticos y parques de proveedores».

Y así, lanzado el aviso a navegantes, por si cala de una vez por todas, Andrés celebra la tendencia al alza de las matriculaciones, no solo al cierre de 2015, también en el primer mes de 2016. El año empieza bien, con 474 coches nuevos en el mercado, 88 más que en el mismo plazo del ejercicio anterior, es decir, un 22,8%. El detalle arroja que son las empresas las responsables del envite. Y es que la venta de turismos a negocios se disparaba un 62% y elevaba la media. El aumento en el mercado de particulares, sin embargo, apenas crecía un 5,2%. En concreto, se matricularon 175 turismos y todo terreno para empresas frente a los 108 del año pasado.

El aumento de la compra por parte de los negocios se remonta al año pasado y Fernando Andrés resta importancia a los picos puntuales. Recuerda que también diciembre registró un crecimiento notable, superior al 50%, pero en el conjunto de 2015 lo ‘suavizó’ a un 28%, dato que representa con más realismo el cambio de tendencia.

Aunque es poco amigo de generalizar, el presidente de Aconauto señala que tras años de tener que «aguantarse con lo que había, las empresas han aprovechado que ven la luz» para renovar sus flotas.

De vuelta a la suma total, esta recuperación de las ventas se celebra por varios motivos. En primero lugar porque suponer un importante alivio para el sector, especialmente azotado por la crisis. De hecho, un informe de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos así lo subrayaba para indicar que siete de cada diez concesionarios de la provincia de Burgos han vuelto a marcar ‘números negros’, es decir, cerraron en positivo su balance anual de cuentas.

Andrés suma a esta buena noticia el freno que una mayor venta de turismos provoca al envejecimiento del parque de automóviles burgalés, cuya edad media se disparaba en los últimos ejercicios. «Entendemos que estas cifras recientes apuntan a la modernización. No son suficientes aún para que la edad baje pero sí para contener su aumento», explica.

CLIENTES MÁS PRÁCTICOS

Y es que a falta de medios para renovar se prolonga la vida útil de todo tipo de vehículos (furgonetas, camiones, turismos y motocicletas) hasta que el motor aguante. Así, en 2013 el 54% de los vehículos tenían entre 10 y más de 20 años. Mientras, en 2007 sólo el 40% de todo el parque móvil de la provincia superaba la década. El aumento de las matriculaciones permitirá romper esa escalada.

Más complicado será modificar de nuevo algunos hábitos de compra marcados también por la crisis. Fernando Andrés asegura que «todos hemos aprendido a ser más prácticos» y eso, también se nota en el mercado del automóvil. «Los clientes ahora priorizan el consumo o los costes de mantenimiento mientras que antes la estética y algunos extras eran muy determinantes para elegir coche», relata. Señala, con todo, que «hay excepciones y que la oferta responde a todos los gustos».