El Correo de Burgos

Un pasillo de seguridad divide las tres naves de Campofrío

La independencia de los edificios, para evitar la propagación de cualquier incidente, se refuerza con este camino para el acceso de vehículos de seguridad

Los trabajos en las instalaciones van a destajo para intentar cerrar cuanto antes las naves ya levantadas y evitar el retraso por la meteorología adversa.-ISRAEL L. MURILLO

Los trabajos en las instalaciones van a destajo para intentar cerrar cuanto antes las naves ya levantadas y evitar el retraso por la meteorología adversa.-ISRAEL L. MURILLO

Publicado por
MARTA CASADO
Burgos

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La seguridad es uno de los puntos que ha perseguido al equipo de ingenieros y técnicos en el diseño de las nuevas instalaciones de la fábrica de Campofrío en Burgos. Las medidas de seguridad contra incendios y de seguridad laboral se han concebido «en los más altos estándares de calidad», señala el director de Ingeser, Javier Bermejo. Uno de los problemas que acabó con la antigua fábrica fue la rápida propagación de las llamas. Aquello generó un incendio que duró 11 días, dejó en el dique seco a más de 500 trabajadores y una red de empresas distribuidoras con cientos de empleos indirectos afectados y medio año de normalización de la llegada al lineal del supermercado del producto que sólo se fabricaba en la planta burgalesa. Evitar que vuelva a suceder es uno de los objetivos del proyecto Fénix que desde el primer momento tenían en la mente el equipo de ingenieros, arquitectos y diseñadores de la nueva gran estructura fabril que se convertirá, como su predecesora, en el buque insignia de la cárnica de origen burgalés.

En esta línea, ya se anunciaba con la presentación del proyecto, las tres naves principales de la nueva fábrica son independientes entre sí. Pero se refuerza esa independencia con un pasillo interior de seguridad de hasta 10 metros de ancho. «Es una calle interior que permitirá facilitar el acceso a cualquier vehículo de emergencias ya sea sanitario o de bomberos», señala Bermejo en el blog fabricadeburgoscampofrio.com. Con esta instalación no sólo se refuerza la separación entre naves sino que, además, se facilita el acceso independiente de vehículos de seguridad a cada una de ellas en caso de volver a producirse un siniestro. Por otro lado, el aislamiento de la construcción en sus 97.000 metros cuadrados de superficie cuenta con un sistema de protección doble en dos alturas.

De los tres grandes edificios se desglosan otros cinco más. En los criterios de construcción sostenibles, eficientes y accesibles se busca racionalizar los tiempos. Entre esos criterios figuran los recorridos de trabajadores y mercancías que se han minimizado al máximo. En cuanto a criterios de sostenibilidad se ha apostado por reutilizar los escombros de la vieja fábrica. El alma de la Bureba  está presente desde la cota cero hacia abajo. Además, el diseño de los planteamientos constructivos tanto en edificación como en gestión de instalaciones es moderno, con luz natural permitiendo así reducir el consumo de agua en un 20%, el gasto en energía térmica en un 20% y un ahorro global en energía del 30%.

En cuanto a los criterios de accesibilidad se busca su universalidad, es decir, que sus cuatro edificios e instalaciones puedan permitir el acceso en igualdad de condiciones para trabajadores con o sin discapacidad. De esta manera se facilitará la movilidad en todo el complejo con la disposición de rampas y ascensores para aquellas personas con dificultades motoras. Por otro lado se colocarán sistemas acústicos y luminosos de alarma para personas con minusvalía auditiva. Además, en las plazas de aparcamiento previstas habrá algunas dispuestas para personas con movilidad reducida. El desarrollo de las obras sigue según el cronograma marcado y planificado en la instalación de la primera piedra. Estar operativos en noviembre de este año. Entonces se dijo que no había plan B y los esfuerzos van camino de cumplirse. «Tener previsto sacar la producción en la misma fábrica que se quemó en el tiempo establecido hace que los plazos sean ambiciosos y es un reto», reconocen desde Ingeser.

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