El Correo de Burgos

CLUB DE PRENSA DE EL CORREO DE BURGOS / PYMES: PROTAGONISTAS DEL EMPLEO

«La recuperación se consolidará si se allana el camino a las pymes»

El presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, reclama estabilidad para cimentar la economía postcrisis y detalla las trabas que deben eliminarse para respaldar «al 99,8% del tejido empresarial»

Los asistentes siguieron con atención la exposición del presidente de Cepyme, Antonio Garamendi.-ISRAEL L. MURILLO

Los asistentes siguieron con atención la exposición del presidente de Cepyme, Antonio Garamendi.-ISRAEL L. MURILLO

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L.B. / BURGOS
Burgos

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El presidente de la Confederación Española de Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), Antonio Garamendi, protagonizó ayer la jornada informativa promovida por El Mundo-El Correo de Burgos, dedicada a analizar la situación de las pymes, como gran motor de la economía. Tanto, que en su intervención Garamendi recordó a los presentes en la sala -incluida la vicepresidenta y portavoz de la Junta de Castilla y León, Rosa Valdeón- que esta incipiente recuperación solo «se consolidará si se allana el camino a las pymes».

Así, tras subrayar que estas «son el 99,8% del total de las empresas en España y generan el 75% del empleo y el 64% del Valor Añadido Bruto», el representante de la patronal centró su discurso en detallar las trabas que deben erradicarse para cimentar «la economía española postcrisis». Al respecto, Garamendi se detuvo en la necesidad de estabilidad política. «Los resultados electorales demuestran que la mayoría de los españoles quiere moderación», indicó para alertar de que «la incertidumbre podría convertirse en un obstáculo insalvable».

Más allá de exigir «responsabilidad» a los líderes de los distintos partidos, el representante de la patronal indicó que «tras demostrar solvencia» urge también «convencer a los inversores». Para lograrlo llamó a «actuar contra las causas de la baja rentabilidad de las pymes». Comenzaba así un repaso por las reivindicaciones del colectivo al que pone voz y que ha resultado «el más perjudicado por la crisis, que motivaba la desaparición de más de 900.000 empresas y más de la mitad tenían entre uno y diez trabajadores, que se suman a los 1.700.000 autónomos que cesaron en su actividad», precisó antes de incidir en la necesidad de financiación para apoyar la actividad diaria de estos negocios, que «tienen rostro, el de los empresarios que arriesgan para generar riqueza».

En este sentido, el presidente de Cepyme instó también a combatir la elevada morosidad, «una lacra» cuya supresión, sugirió, implicará un cambio de cultura y exigirá «mejorar un sistema judicial lento y costoso que beneficia el retraso en los pagos».

OBSTÁCULOS A SALVAR

No quedó ahí el listado de obstáculos a salvar que, en conjunto, desembocan en costes sociales que están muy por encima -en torno al 30%- de los del resto de países de la UniónEuropea. Al respecto, Garamendi abogó por plantear una gran reforma energética «a partir de una definición seria y consensuada de las verdaderas necesidades, para que el futuro suministro deje ser fuente de incertidumbres» y criticaba la «excesiva legislación, diversa y además poco coordinada» que condiciona la actividad empresarial y «lastra la competitividad».

«Las administraciones públicas han de buscar la eficiencia», comentó en referencia a la burocracia administrativa y la sobrerregulación.

Suma y sigue, el ponente se detuvo además en los efectos negativos de la «también excesiva carga fiscal». Al respecto lamentó que la reciente reforma no haya mejorado la situación «puesto que no se ha orientado, ni en tipos ni en incentivos, a atender las necesidades de las pymes». De hecho, consideró que determinados impuestos, como los de Sucesiones y Patrimonio actúan «como gravamen confiscatorio y limitan la capacidad de inversión y creación de empleo».

Y es precisamente la estimulación del mercado laboral «el mayor reto al que se enfrenta el conjunto del país». En este punto Garamendi alabó la reforma laboral pues, a su juicio, «ha salvado a no pocas empresas y también numerosos empleos» y advirtió «a quienes quieren derogarla» del peligro que puede tener volver a escenarios anteriores.

Especial hincapié hizo el presidente de Cepyme, tanto en su discurso como en el turno de preguntas posterior, en los beneficios de potenciar la formación, indispensable, señaló, para implementar los cambios en la gestión que exige la necesaria apuesta por la innovación o la internacionalización.

No desaprovechó la oportunidad para criticar la reciente normativa que abre la puerta de esta formación a entidades ajenas a las propias empresas «cuando son ellas las mejor preparadas para impartirla».

Propuso al respecto seguir el modelo francés y elevar la formación a factor de cohesión del país.

También a petición de un asistente analizó en detalle la imperiosa necesidad de aplicar a las empresas de tamaño reducido los procesos de innovación y mejora continua, para los que «es fundamental acercarse a la universidad, además de contar con el apoyo de las administraciones, porque hacerlo solos es imposible», opinó y reconoció que hace falta «trabajar más la formación dual para tener el personal cualificado que ahora se busca y no se encuentra».

Solo así, prosiguió, las pymes podrán fortalecerse y competir incluso en el mercado exterior que, según Garamendi, ha paliado durante estos años el desplome de la demanda interna. «Las pymes que optaban por mirar fuera son las que mejor han soportado la crisis», añadió.

Abordó también la modernización de la negociación colectiva, para «adaptar las condiciones laborales de las empresas a los cambios cada vez más rápidos que sufre la economía», y destacó la aportación de las distintas organizaciones empresariales «que son un ejemplo de sociedad civil», el impacto «positivo para todos» de la caída del precio del petróleo o la importancia de alcanzar «un pacto por la industria para potenciarla», sabedor del peso que este sector tiene en la economía local.EL «ELEVADO COSTE» DE ACABAR CON LAS CENTRALES NUCLEARES

Fueron varias las referencias a la política energética en la intervención del presidente de Cepyme, Antonio Garamendi. Más allá de exigir medidas que logren que este gasto sea un lastre importante para empresas pequeñas y medianas, el representante de la patronal no dudó en expresar su opinión sobre el futuro de la energía nuclear -‘personalizado’ en la provincia en la central de Garoña- o la polémica fractura hidráulica. Fue claro: «En España tenemos un defecto. Cuando tenemos cosas potentes las atacamos. Somos de hecho el único país del mundo en el que no se festeja la posibilidad de tener petróleo». Extendió el comentario al fracking y la resistencia «a estudiar simplemente si es viable».

Igual de tajante fue en relación con la llamada a acabar con las centrales nucleares: «El coste de hacerlo será elevadísimo porque no solo implicará desmantelarlas si no también la puesta en marcha de un sistema alternativo que sirva de base a la tecnología renovable y que, al igual que las centrales nucleares, sea competitivo y sin emisiones de CO2».

Aprovechó la disertación para criticar la programación llevada a cabo al respecto y auguró que, en todo caso, «si se produjera la desaparición de las centrales, el aumento de la factura de la luz será notable».

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