Los bancos no aceptan una quita de la deuda del consorcio del ferrocarril

No habrá ninguna clase de quita de parte de la deuda que mantiene el consorcio del ferrocarril con Dexia, Caixabank e Ibercaja. Las entidades bancarias quieren cobrar hasta el último euro de los 167 millones que faltan de pagar de la operación que permitió sacar las vías del centro de la capital burgalesa. Y para cumplir con el pago prosiguen las negociaciones con el objetivo de alcanzar un acuerdo de pago lo más beneficioso dadas las circunstancias.

Estas son las conclusiones más importantes tras la reunión celebrada ayer del Consorcio para la Gestión de la Variante Ferroviaria en la que el concejal de Hacienda, Salvador de Foronda, presentó la situación tras las conversaciones mantenidas con las entidades y con los gabinetes jurídicos contratados en los últimos meses.

Foronda acudió a las negociaciones con cuatro escenarios posibles, dos de ellos incluían una quita, en uno de los casos de hasta el 40% de la deuda. La situación de Dexia, intervenida por el gobierno francés, hace que ni se plantee perder parte del dinero prestado y, por tanto, Caixabank e Ibercaja tampoco estarían dispuestas.

El concejal socialista, Antonio Fernández Santos, explicaba que ahora quedan dos posibilidades. La primera es que las entidades puedan reclamar la disolución del consorcio a partir del 31 de marzo. En este sentido, recuerda que el alcalde, Javier Lacalle, firmó un acuerdo en el que se contemplaba la disolución de los consorcios con esa fecha y, por tanto, el Ayuntamiento se subrogaría en la deuda del consorcio. Si esto ocurre, la línea de defensa de la ciudad será, según explicaba el edil, tratar de ir pagando la deuda en la medida que se vayan vendiendo las parcelas, lo cual podría conllevar varias décadas hasta que se vendan todos los activos. En este punto, las entidades bancarias podrían acudir al juzgado y ver por dónde van las sentencias. «Esta sería la situación menos deseable para el Ayuntamiento, pero que podría ocurrir ya que el alcalde firmó ese convenio para ahorrarse disgustos en los años 2014 y 2015 y así optar a la reelección en el cargo», asegura Fernández Santos.

La segunda vía de negociación es mantener la negociación dentro del consorcio y hacer frente al pago de la deuda en los próximos años fijando unas cantidades concretas en función de los terrenos que se vayan vendiendo. Una parte de la deuda se considera sostenible, 125 millones de euros, que es la cantidad que se valora que se podría obtener por la venta de las parcelas. En la última tasación de los activos, se observa una perdida de valor, de los 97 que tenían hace un mes, se pasa a 93,4 millones, según Tinsa, precisa Fernández Santos. Aún así con esta reducción, se esperaría llegar a 125 millones si vuelven a revalorizarse las parcelas en los próximos años.

La otra parte de la deuda (42 millones) hasta llegar a 167 millones, considerada no sostenible, deberá ser pagada a través de un acuerdo para ver en cuántos años el Ayuntamiento podría pagarlo, incluyendo año a año en su presupuesto.

Fernández Santos indicó que en la reunión de ayer se puso de manifiesto que el Consistorio no abonó la cantidad a la que se comprometió en 2015, en el convenio firmado por Lacalle, y que ascendía a 1.750.000 euros.

VPO Laserna

En la reunión del consorcio se decidió que las 28 VPO, del Paseo de la Serna, propiedad de esta entidad volverán a salir a la venta con una rebaja «importante». El concejal socialista explica próximamente se hará pública la convocatoria y precisó que se va a seguir una normativa de la Junta que permite rebajar el precio de los pisos. Por cierto, que en este punto Fernández Santos indicó que se ha devuelto el IBI cobrado a los propietarios de aquellas viviendas por unos años en los que no les correspondía pagar. La cantidad devuelta asciende a 43.000 euros.