El Correo de Burgos

TOROS

Morenito salda en blanco el primero de sus tres paseíllos en Las Ventas

Saludó una ovación frente al primero y fue silenciado en los otros dos / Heroicidad de Iván Fandiño frente al sexto / Media entrada en Madrid con gran presencia de afición burgalesa

Morenito de Aranda durante la faena de uno de los toros de su lote.-EL MUNDO

Morenito de Aranda durante la faena de uno de los toros de su lote.-EL MUNDO

Publicado por
IÑIGO CRESPO
Burgos

Creado:

Actualizado:

MADRID

Fuego cruzado en la plaza de Las Ventas. Se mascaba desde la hora del sorteo la tensión. Las caras de las cuadrillas. Los apoderados. Los partidarios. Iván Fandiño y Morenito de Aranda dirimieron ayer un duelo de cuentas pendientes, de dos sueños hechos realidad que se han guardado muchas cosas en el tintero y que llegaba la hora de sacarlas a la luz. Desde novilleros sin caballos se han medido mucho. Por dentro y por fuera. Nunca un reproche, jamás una mala palabra. Educación y respeto ante todo. Pero rivalidad muy fuerte, muy dura, muy cruel, muy íntima. Así es el toreo cuando se vive con pasión y con tenacidad.

El mano a mano de Resurrección no acabó de funcionar. Duelo de fuego cruzado que quedó en guerra fría entre dos toreros distintos de concepto y de resolución. Cada uno intentó jugar sus bazas, con sus armas, pero una vez por el viento, otra porque la corrida de Martín Lorca no resultó sencilla de manejar ni de lidiar y en otras ocasiones por la endeblez de algunos toros, no acabó de concretarse.

Morenito se llevó el mejor lote. Un primero noble, manejable y con calidad, ayudó a que el arandino se sintiese a gusto y el público acompañase la estilista faena de un Morenito que posee el sello de la armonía cuando se relaja. Lo hizo en un par de tandas por la derecha frente a ese primero pero alargar en exceso la faena dejó el asunto en destellos y poco más. Sin embargo, el arandino se atascó frente al tercero, un toro encastado, de los que valen en Madrid si se tira la moneda al viento. No hubo moneda. Faltó carácter y sobró viento. Su tercero, no dio opciones.

Distintos como la vida misma. La raza del león de Orduña y la estética del arandino. Dos compases, dos corazones, dos maneras de ver el toreo. Sin espacio para dar marcha atrás a nada. No hay perdones cuando llega la hora de la verdad. Y ayer llegó. Los años, los altibajos, los sueños, las miradas de dos niños que quisieron ser lo que son pero reverdecidas en dos hombres que defienden su personalidad y su instinto por encima de todo. Las pasiones frente a frente. Así se vivió la tarde en el ruedo de Las Ventas.

Fandiño rugió con las armas que siempre fueron las suyas: el amor propio. Su lote se prestó menos con excepción de un sobrero de José Luis Pereda que se movió y le dejó correr la mano por el lado derecho. Con la espada cautivó y puso el corazón en un puño a la plaza de Madrid al tirarse como un titán sobre los pitones. Momento emotivo del de Orduña. Épica del vizcaíno.

Morenito afrontó la tarde con serenidad pero sin disimular lo mucho que había en juego. Sabedor del respaldo que le profesa el coso de la calle de Alcalá pero sabiendo también que necesitaba un toro, su toro. No llegó. Tuvo un animal de buena condición que fue el primero con el que se sintió a gusto pero alargó demasiado una obra que tuvo pasajes buenos. El tercero fue bravo y de apuesta. Pero tampoco era el toro que precisa Morenito para expresarse. El viento y la raza felina del animal no acabaron de convencer al burgalés que prefirió la paz de las trincheras a la épica de buscar un premio que tampoco tuvo claro que fuese a llegar.

En los tendidos hubo importante presencia de aficionados taurinos de Burgos. Como cada vez que Morenito hace el paseíllo en Las Ventas, la entidad y la tradición taurina burgalesa sale a escena. No solo aficionados arandinos pertenecientes a la peña que Morenito tiene en su localidad natal, sino seguidores que arrastra desde todos los puntos cardinales de la provincia y la capital. Se deja sentir la ilusión de los aficionados burgaleses por el toreo del burgalés.

Este fue el primero de los tres paseíllos que aguardan al burgalés en Madrid en menos de dos meses. Primero de tres. Tres tardes para cambiar su vida y su trayectoria. En San Isidro el de Aranda hará dos paseíllos frente a las corridas de El Ventorrillo y de Montealto.

Con casi media entrada se jugaron toros de Martín Lorca, el sexto fue un sobrero de José Luis Pereda. Los mejores fueron primero por su calidad y el tercero por su raza. Morenito de Aranda obtuvo un balance de ovación tras aviso, silencio y silencio; e Iván Fandiño, silencio, silencio y ovación tras petición.

tracking