Los cumpleaños infantiles llenan la agenda del parque de cuerdas

Ni las aguas mil del mes que acaba de despedirse, el primero de su historia, han ahogado la ilusión. El arranque del parque de cuerdas es tan satisfactorio como el tiempo ha permitido, o más incluso.

Su responsable, Jorge Terán, habla de una acogida «bastante buena» y las perspectivas, tanto meteorológicas como de afluencia, mejorarán en los próximos meses. No es una sensación, los datos cantan. Las reservas crecen a buen ritmo y copan sin ir más lejos casi todo el mes de mayo. Sumadas a las de junio y julio ya alcanzan las 700.

Hasta ahora los cumpleaños infantiles ‘mandan’ en el calendario de este recinto gestionado por la Fundación CISA (Aspanias). Terán lo vincula a la especial conjunción de atractivos de esta nueva oferta de ocio en la ciudad: «Es una propuesta económica, de ocio activo, en plena naturaleza y sin salir de la ciudad», enumera.

A este listado bien puede sumarse la vertiente social de un proyecto empresarial que ya da empleo a seis personas con discapacidad, dos tercios del total de la plantilla actual. Esta línea se ha reforzado recientemente con un acuerdo con la firma de catering El gusto -empresa de inserción promovida por Cáritas- con la intención de ofertar meriendas como complemento a las celebraciones de cumpleaños.

De vuelta al tirón con el que ha arrancado esta instalación, Terán confirma que en mayo y junio ya hay un número importante de jornadas con el aforo completo gracias no solo a las citadas fiestas, que ‘toman’ las tardes, también a las excursiones matutinas de centros escolares que en la recta final del curso apuestan por sacar del aula a sus alumnos, «sobre todo de tercero de Infantil y de todos los de Primaria».

Cabe indicar que un día de ‘lleno’ pasan por estas instalaciones 200 personas. «Tenemos cincuenta equipos y la estancia máxima es de dos horas, así pues el límite es cien por la mañana y otros cien por la tarde, en cuatro tandas», detalla.

En vacaciones serán los CEAS, centros cívicos, asociaciones juveniles y campamentos urbanos los que tomen el relevo a los colegios. «Si el tiempo es bueno prevemos bastante movimiento», indica el responsable del parque, siempre pendiente del cielo.

Porque, según reconoce, la lluvia es el principal ‘enemigo’. «Y lo tenemos muy claro: si llueve, cerramos. Las instalaciones son muy seguras pero queremos evitar la incomodidad y cualquier posible riesgo de resbalar en caso de chaparrón», explica.

No obstante, esto no significa que los que tengan entrada para la jornada en cuestión se queden con las ganas. «Les entregamos un vale para que vengan cualquier otro día. Se puede canjear hasta octubre, cuando se cierra hasta el año que viene», indica Terán, convencido de que «es mejor disfrutar al máximo con buen tiempo en otra fecha distinta que mojarse». Abril ya les ha obligado a expedir unos cuantos vales y de momento «todo el mundo lo ha acogido bien, se ha entendido la medida».

Cuando ni siquiera se cumple un mes de su apertura el parque de cuerdas piensa ya en el futuro. Su responsable reconoce que el reto, a medio plazo, es atraer a un público más ‘crecidito’. Para lograrlo la Fundación CISA, fiel al plan diseñado para los cinco años de gestión que contempla la adjudicación, pretende ampliar la oferta con actividades dirigidas a adolescentes y adultos en busca de un ocio alternativo.

Terán apunta a acuerdos con la empresa que gestiona las visitas al Castillo como uno de los próximos pasos en este sentido, sin perder de vista apuestas más ambiciosas como la creación de rutas o un área para jugar al paintball y así llamar la atención de otros grupos de edad. Las empresas con interés en organizar jornadas de esparcimiento para sus empleados -tendencia en auge en otros países- y los turistas también están en el ‘punto de mira’.

Pero con calma, «no queremos ser pretenciosos», añade Terán, y hay tiempo de sobra hasta 2020, año en el que expira el contrato recién estrenado. Así, tal y como relataba el día de la inauguración el presidente de la Fundación CISA, Fulgencio Villafáfila, la intención sumar al menos dos nuevas actividades por año. La hoja de ruta detallada el pasado 8 de abril incluye rutas, talleres temáticos vinculados a la naturaleza, actividades deportivas o circuitos de atletismo, BTT y orientación.