El Correo de Burgos

El caso de Carmen Sallés da pie a un estudio global de tráfico

El informe lo haría la Policía Local y sobre esa base se trabajaría desde Vías y Obras por zonas, según las posibilidades presupuestarias / Conde se reúne con los vecinos para concretar las actuaciones en el entorno de Obdulio Fernández

El cinemómetro de la calle Obdulio Fernández se retiró una vez testada la densidad del tráfico, pero aún no se puede estacionar en la zona.-RAÚL G. OCHOA

El cinemómetro de la calle Obdulio Fernández se retiró una vez testada la densidad del tráfico, pero aún no se puede estacionar en la zona.-RAÚL G. OCHOA

Burgos

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El Ayuntamiento valora la posibilidad de llevar a cabo un «estudio global de tráfico y aparcamientos» en la ciudad. La idea se ha gestado tras la polémica surgida el pasado mes de abril con la prohibición de aparcar en las vías de las calles Carmen Sallés y Farmacéutico Obdulio Fernández ocupando uno de los carriles de circulación que, en la práctica, se tradujo en multas de 200 euros por aparcamiento indebido, la pérdida de 100 plazas de garaje y más de 1.000 vecinos.No es la única zona que genera problemas de aparcamientos indebidos y el Ayuntamiento está actuando en otros lugares. Es el caso de Gamonal, «donde también tenemos quejas», explica la vicealcaldesa y portavoz del equipo de Gobierno municipal, Gema Conde. Pone como ejemplo «la línea VAP que estaba pintada permitiendo el aparcamiento en batería de dos filas de vehículos» que posteriormente se dejó en una sola línea; o los estacionamientos indebidos en rotondas; o el caso del G-3, como plantearon los vecinos de la calle Carmen Sallés en la reunión mantenida el pasado 15 de abril con la también edil de Seguridad popular y el jefe de Policía, Fernando Sedano. Pero no son las únicas zonas en las que se ha generado polémica por problemas en la seguridad vial.En este sentido, cabe recordar la polémica surgida en el año 2013, en las calles Santa Bárbara y Vicente Aleixandre, (G-2), recrudecida por los tres atropellos que en pocos días se registraron en esas vías, uno de ellos tres atropellos, uno de ellos mortal. En aquella ocasión fue el entonces vicealcalde, Ángel Ibáñez, quien se reunió con los vecinos y se comprometió a instalar radares en ambas calles.Estos dispositivos preventivos dieron sus frutos y se redujo la velocidad en estas vías a 37km/h de media. En Santa Bárbara, se instalaron radades sancionadores.

Ante esta situación, Conde incide en que «lo importante es trabajar en toda la ciudad», porque no sólo está el G-3, Gamonal o el entorno de Obdulio Fernández. «Hay otras muchas zonas como, por ejemplo, el barrio San Pedro».De ahí que el planteamiento pase por llevar a cabo un «estudio global en el que se puedan confluir este tipo de circunstancias». Reconoce que este informe, en el que aún no se ha comenzado a trabajar, «sería a más largo plazo» y permitiría tener una idea clara de actuaciones a llevar a cabo en cada zona de la ciudad y trabajar sobre los resultados que éste arroje y no como, en el caso de la confluencia de Carmen Sallés y Obdulio Fernández que se adoptaron medidas transitorias antes de contar con un estudio pormenorizado.El documento «que realizaría la Policía junto con Tráfico, sería previo a establecer unas medidas transitorias como hicimos en Carmen Sallés». Una vez elaborado se remitiría al área de Vías y Obras para que, «en la medida de sus posibilidades, cuando se vayan planteando distintas oportunidades de inversión se tenga en cuenta» y se actúe en base al estudio «teniendo en cuenta que tenga Vías y Obras para ir actuando en la ciudad poco a poco sobre la base de ese estudio objetivo elaborado por la Policía».Para la edil popular, lo importante es planificar porque «quizá en este caso (por Carmen Sallés y Obdulio Fernández) nos hemos adelantado a los hechos».Reunión el jueves

Mientras llega el momento de trabajar en este documento global, desde el Ayuntamiento se plantean dar solución, de momento, al entorno de Obdulio Fernández. Así, y un vez realizada ya la medición, se están explorando los datos de densidad de tráfico y velocidad recogidos en el lugar «para poder pasárselos a los vecinos con los que nos reuniremos el próximo jueves», explica la vicealcaldesa y portavoz del equipo de Gobierno.Con estos datos que trasladará primero a los vecinos, se adoptarán las medidas concretas que también darán a conocer en este encuentro. No obstante, Conde recuerda que en la reunión que mantuvieron a mediados de abril con los representantes de esta mancomunidad «les avanzamos por dónde iría la reorganización de los aparcamientos en estas calles, a expensas de que se haga la obra civil en la zona».Así, con independencia del resultado que arroje las mediciones llevadas a cabo durante 15 días, con el cinemómetro instalado -y retirado la semana pasada-, la propuesta pasa por «la pintura» para que en ambas calles se recuperen parte de los aparcamientos perdidos. En la calle Carmen Sallés, donde no se genera problemas de seguridad vial, se recuperará el aparcamiento en línea «que a día de hoy no tiene ningún tipo de aparcamiento», mientras que en Obdulio Fernández, desde la rotonda del Alcampo hasta la confluencia con la calle Carmen Sallés se establecerá el aparcamiento en batería (ahora está en línea).En la acera de enfrente, en ese mismo tramo, se ampliará la zona de carga y descarga. «A día de hoy tan sólo hay para un vehículo y eso es ridículo para la zona que ha duplicado la actividad de tipo comercial». Estas actuaciones conllevarían que se planteen «algún tipo de regulación», o bien con un paso de cebra o con señal lumínica que advierta que está cruzando un peatón como las que están instaladas por ejemplo en la avenida de Castilla y León.Desde el Ayuntamiento ya se está valorando todo tipo de medidas «transitorias» hasta que se pueda llevar a cabo la obra civil en la zona, con el fin de trasladarles las decisiones a adoptar el próximo jueves a los vecinos, aunque la edil de Seguridad recalca que «ya se les explicó a los vecinos en la anterior las distintas opciones, pero primero había que conocer en primer lugar el número de vehículos que circulan por esas calles en diferentes horas del día y por otro, las velocidades máximas.El objeto de colocar el cinemómetro no fue otro que testar ese flujo de vehículos y velocidades porque, según los datos «las actuaciones a desarrololar podrían ser otras de las iniciadas. Los propios vecinos nos dijeron que también les parecía lo más oportuno», recalca Conde quien apostilla que «estamos hablando de situaciones que son de hace mucho tiempo».

Insiste en que las medidas que se adoptarán en este entorno son «de carácter transitorio, porque lo que garantiza «la plena seguridad vial en esa zona es que se haga el recrecido de la acera (las orejeras) para que un peatón cuando vaya a cruzar un paso de cebra lo haga con la salvaguarda de la acera, más que con la señalización vertical», concluye.

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