El Correo de Burgos

PRUEBA: MITSUBISHI MONTERO 3.2 DI-D M-PRO

LO QUE SOBRAN SON CAMINOS

Un coche campeón dirigido a todo aquel que ame la aventura y busque un todocamino puro para adentrarse en los terrenos más agrestes, aunque sus prestaciones permiten circular también por la ciudad

Poderío del Mitsubishi Montero en las inmediaciones del valle de las Caderechas.-HÉCTOR FUSTEL

Poderío del Mitsubishi Montero en las inmediaciones del valle de las Caderechas.-HÉCTOR FUSTEL

Publicado por
RAÚL MANSO
Burgos

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Cristina Gutiérrez, burgalesa y subcampeona de España de Rallys Todo Terreno, además de flamante campeona del Sealine Cross Country dentro de su categoría y Rubén Gracia, campeón de España de Rallys Todo Terreno y campeón del Dakar 2016 en su categoría, conocen muy bien los secretos del coche que os vamos a presentar hoy.

Y los conocen, básicamente, porque es con este coche con el que han conseguido sus objetivos y han participado durante la campaña anterior en estos campeonatos, ya que el Mitsubishi Montero es una buena base para desarrollar un coche de rallyes TT debido a sus capacidades, su mecánica fiable y su estructura, especialmente diseñada para soportar el trato más duro.

ME SIENTO UN PILOTO

Cuando me entregaron las llaves y me encaramé a su alto habitáculo, intuía que por unas horas, me iba a sentir como Cristina y Rubén en el momento en el que se sientan, en lo que ellos llaman, «su oficina».

El objeto de nuestra prueba de hoy es uno de los pocos todo terreno puros que nos podemos encontrar en el mercado.

Hace mucho tiempo que no se renueva, porque las ventas de este tipo de «bestias» son realmente testimoniales y con excepción de algunos «locos» de las rutas extremas de fin de semana, son muchos más los que se decantan por algo menos «radical» y más orientado al asfalto.

NO ES MALO EN CARRETERA, PERO...

No les culpo, y aunque el Mitsubishi Montero no es mal coche para viajar, sobre todo con su carrocería de 5 puertas, con un habitáculo especialmente amplio y en su versión Kaiteki, que ya cuenta con un equipo de serie respetable, impone ciertas limitaciones. Pero como se suele decir, la cabra tira al monte, y tanto el esquema de suspensiones como su chasis, nos invitan a descubrir el «apasionante» mundo de la velocidad contenida sobre asfalto.

Donde realmente se siente cómodo es en lugares alejados de ese asfalto, en caminos de piedras, rocas, polvo, barro y demás trampas naturales, donde el Montero sacará su artillería pesada y nos ofrecerá un comportamiento digno de un tanque de las fuerzas armadas.

Sobre todo nuestra unidad, ya que por fortuna montaba unas ruedas específicas para realizar una conducción off road mucho más extrema y además era la carrocería corta de tres puertas, mucho más manejable.

IMPARABLE

Parte de las fotos las hicimos en el famoso valle burgalés de las Caderechas, aprovechando la floración de los cerezos. Nos adentramos por caminos por los que solo pasaban los tractores y la maquinaria cuando llega el momento de la recolección, así que; si sumamos las últimas lluvias y las roderas profundas que dejan las ruedas de esos tractores, nos encontramos ante caminos que supondrían un auténtico reto para cualquier otro vehículo que no sea un Mitsubishi Montero.

Una segunda parte de la prueba la realizamos por algunos tramos en los que Cristina y Rubén se batieron el cobre durante la Baja a Burgos.

Afrontamos esos tramos emulando a estos pilotos amigos de nuestra publicación. Por supuesto, no estábamos compitiendo con el crono, pero me hubiera gustado hacer una comparativa con cualquier Montero de competición, ya que estoy seguro que no andaríamos muy lejos. Ya no por los pilotos, dado a que yo no lo soy y eso marca también las diferencias, pero en cuanto al vehículo de serie; es probable que no tuviese muchos problemas para seguirles la estela...

CONTINUiSTA Y EFECTIVO

Su diseño se mantiene actualizado, aunque posee los mismos trazos maestros de sus antecesores. Directamente estamos hablando de un diseño atemporal, poderoso y práctico, tres condiciones que han hecho que el Montero tenga una muy buena aceptación dentro de su nicho de mercado durante toda su historia.

Nuestra unidad, tenía el acabado denominado M-Pro, destinado principalmente a flotas y empresas o simplemente, a los que tomen como base este coche para modificarlo al extremo y disfrutar de esas rutas de fin de semana. Es la versión más básica, por lo que el equipo de serie era algo justo.

Me llamó poderosamente la atención el display central del ordenador de a bordo, ya que con una presentación digital más propia de los años 90’s, nos mostraba ciertos parámetros e información realmente relevante y curiosa.

El cuadro de mandos, situado en posición muy vertical, se compone de una gran radio, eso sí, con lector de CD, y los mandos del climatizador automático, que tiene un funcionamiento correcto y es de agradecer, teniendo en cuenta que hablamos de la versión básica.

Los materiales utilizados y los plásticos del interior, nos pueden resultar algo espartanos, pero son agradables al tacto y extremadamente preparados para ser resistentes al uso y al paso del tiempo.

ÚNICO Y CON PODERÍO

La oferta mecánica, se limita tan solo a un 3.2 DI-D con 190cv y un descomunal par de 440 Nm, que nos permitirán salir de casi cualquier atolladero en el que nos metamos. Su velocidad máxima es de 180 Km/h, y su aceleración de 0-100 Km/h es de 11,1 segundos.

Lógicamente no es un motor prestacional y aquí lo que interesa es que la potencia y el par nos faciliten la vida en una conducción meramente campera.

Está asociada a una transmisión automática de 5 relaciones con reductoras auténticas. Ese selector de marchas reductoras tiene 4 posiciones:

- 2H: Tan solo circularemos con la tracción posterior, para economizar en consumos y apta para carretera o entornos ciudadanos.

- 4H: En este caso activamos la tracción total y el par se reparte entre los dos ejes según las condiciones.

- 4HLc: para situaciones de muy poca adherencia y una conducción off road más extrema, que nos permite el bloqueo del diferencial central en el caso de que fuera necesario.

- 4LLc: Es el modo más extremo y nos permite mantener el bloqueo del diferencial, la tracción total y es capaz de mandar toda la fuerza a la rueda con contacto con el suelo y así asegurarnos siempre la tracción en cualquier circunstancia.

EL MEJOR CAMPERO

Al Cesar lo que es del Cesar y en conducción por los terrenos más complicados, el Montero no tiene apenas rivales que le puedan hacer sombra y es por eso por lo que coches así se siguen fabricando y cobran sentido.

En algún lugar llegué a leer una frase que puede ser que a su autor, le inspirase este vehículo y con ella cerramos nuestra pequeña aventura con el increíble Mitsubishi Montero: «Cuando eres un todo terreno; lo que sobran son caminos». Ahí queda eso...

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