El Correo de Burgos

La patronal culpa a los políticos de la pérdida de competitividad

El presidente de FAE insta a los representantes públicos a que luchen para que nadie «arrebate a Burgos su título de capital industrial de Castilla y León»

Benavente entregó el premio FAE de Oro a los empresarios Mariano Esteban y Agustín Blanco, de Viajes Marsol.-RAÚL OCHOA

Benavente entregó el premio FAE de Oro a los empresarios Mariano Esteban y Agustín Blanco, de Viajes Marsol.-RAÚL OCHOA

Publicado por
B. OLALLA
Burgos

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BURGOS

En el momento político más convulso de las últimas décadas, cuando el descrédito sobre el funcionamiento de las instituciones pasa por su punto más álgido y cuando el diálogo se alterna con el enfrentamiento partidista en los ayuntamientos, las comunidades autónomas y las Cortes, la patronal burgalesa eleva su voz para exigir a los «representantes públicos» que se pongan a trabajar de una vez para que la economía burgalesa se sobreponga a la pérdida de competitividad y otros lastres para el desarrollo provincial.

El presidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales (FAE), Miguel Ángel Benavente, endureció su discurso ayer en la gala anual de la patronal burgalesa para llamar al trabajo a las «administraciones, instituciones y organismos públicos y privados con ganas de aportar, y trabajar de forma coordinada y planificada en dos aspectos fundamentales para nuestro futuro: la reindustrialización y la atracción de inversiones».

Benavente señala directamente a las instituciones, locales y regionales a quienes reprocha una inacción que ha permitido que otros territorios se hayan convertido en una «competencia directa para Burgos de tal calibre que nosotros no habríamos podido sospechar jamás». Y todo porque sus responsables políticos han realizado «un trabajo discreto y laborioso, pero contundente y reivindicador» y han hecho gala de «un inconformismo objetivo que les ha permitido contar con apoyo institucional suficiente» para desarrollar su economía.

El presidente de los empresarios ejemplificó este argumento recurriendo a los casos del AVE a Burgos y su lento avance en contraste con la rapidez con la que se ha puesto en marcha el parque de proveedores de Renault en Palencia -un reproche clásico en Benavente- así como la incapacidad de ninguna administración para recuperar del «ostracismo» al tren directo Burgos Aranda Madrid «por no saber sacar una bateadora de un túnel».

Mejoras pendientes

Entre las tareas que el líder de los empresarios burgaleses propuso al colectivo que representa para mejorar su competitividad mencionó la transformación digital, a la que calificó como cuarta revolución industrial, y, especialmente, al recurso generalizado a la exportación, también para las pymes. En este caso dejó igualmente un mensaje de reproche a los poderes públicos a las que reclama que faciliten «ese espacio que la Administración les merma con las cargas administrativas y laborales que van asociadas al tamaño».

Y puso también deberes a aquellos que «no han querido aceptar que los cambios también exigen una forma nueva de gobernar que obliga a pactos, alianzas y cesiones en aras del bien común». A estos les insiste en que «ha llegado el momento de ponerse de acuerdo y tirar de la cuerda en la misma dirección. En la dirección del futuro, del progreso, del empleo y de la estabilidad». «Negociar es el verbo que tienen que aprender a conjugar los políticos, y que tan bien lo hemos tenido que hacer patronales y sindicatos», sentenció el líder de la patronal provincial.

A mayores, Benavente fue más concreto poniendo de relevancia que en la mayoría de los pequeños núcleos rurales se carezca de la infraestructura necesaria para la conexión a internet a través de fibra óptica, «situación que nos rebaja a la edad de piedra en cuanto a nuestros principales competidores de la industria inteligente, pues está frenando, de forma explícita, que la interconexión de nuestros procesos productivos y organizacionales pueda realizarse a través de una red de comunicaciones eficiente». Ese freno dificulta en el medio rural la urgencia de «trasladar a nuestras empresas la digitalización que de forma cotidiana ya se vive en la calle».

El presidente de FAE realizó esta valoración de la situación y expectativas de la empresa provincial en el transcurso de su intervención en la gala de entrega de los premios anuales de la Confederación, a la que asistió el alcalde de Burgos, Javier Lacalle, y la consejera de Cultura y Turismo, Josefa García-Cirac, entre otras autoridades.

Lacalle recogió el guante de Benavente y prometió «seguir trabajando» por un proyecto de «ciudad y provincia». Todos «juntos unidos por este gran proyecto de industria desde Burgos», añadió.

Por su parte, la consejera de Cultura y Turismo, que clausuró el acto, rompió una lanza en favor de las administraciones. Apuntó que la consolidación de la recuperación económica en Castilla y León se debe, entre otros factores «al impulso de las administraciones públicas». También tuvo palabras de elogio para las empresas como «artífices de la recuperación y la generación de empleo». Consideró su aportación «imprescindible» y valoró la existencia de premios como el FAE de Oro porque, a su juicio, constituyen un «acicate» para que las empresas continúen trabajando en la generación de riqueza para la provincia.

En el acto, recogieron su galardón los directivos de Viajes Marsol, Mariano Esteban y Agustín Blanco, como Premio FAE de Oro de 2016 y Gregorio Méndez, premio al Mejor Directivo del Año. La gala se cerró con la actuación del monologuista David Broncano.

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