El consorcio del desvío reestructura el pago de la deuda durante 15 años

La solución a la deuda de 167,7 millones de euros que el consorcio del desvío tiene con tres entidades bancarias (Caixabank, Ibercaja y Dexia) parece cada vez más cerca después de que, tras diez meses de intensas y complicadas negociaciones, se haya llegado a un acuerdo con las entidades acreedoras para reestructurar el pago de una deuda que había dejado al borde de la desaparición al consorcio y que amenazaba la estabilidad presupuestaria del Ayuntamiento de los próximos años. Este acuerdo, no obstante, debe aprobarse en la reunión del consorcio que se celebra el próximo lunes para que se materialice en un convenio que pasaría por un Pleno extraordinario que se celebraría el 22 de junio.

Según explicó ayer el concejal de Hacienda y consejero delegado del consorcio responsable de las negociaciones con los bancos, Salvador de Foronda, se ha acordado una reestructuración de la deuda durante un plazo de 15 años. Una vez que se había descartado la quita de la deuda, circunstancia difícil de cumplir cuando una de las entidades, Dexia, estaba intervenida, solo quedaba el escenario de la reestructuración del pago.

En el caso de la denominada deuda sostenible, según establece el estudio sobre precio medio de venta de activos realizado por el grupo Arcano, especializada en asesoramiento financiero, en 15 años se pueden obtener un mínimo de 118,8 millones de euros, «en el peor de los casos», según Foronda. El compromiso es que esta deuda se pague trimestralmente, en función de las ventas. «Según se producen ventas se va pagando».

Los 47,7 millones restantes hasta completar los 167,7 que se deben es deuda no sostenible que asumirá el Ayuntamiento. Según el acuerdo alcanzado con los bancos, se pagarían en torno a 3,7 millones de euros anuales durante 15 años a un interés «bajísimo» del 1,66.

El concejal del PP comentó que se ha querido ser lo más realista posible con el plan de ventas. «Si aumentan las ventas, que hasta el cuarto año subirán un 3,2%, si sube la deuda sostenible, la aportación del Ayuntamiento a la no sostenible será menor», apuntó Foronda. Es decir, que si de la venta de activos del consorcio se obtienen 150 millones, en vez de 118, «dejaríamos de poner dinero».Dentro del plan de ventas hay que incluir una parte de los activos del consorcio que está sin desarrollar.A lo largo de ocho años se va incluyendo un porcentaje de lo vendido en el fondo de reserva, de tal forma que al noveno año «tengamos 8,3 millones y poder desarrollar urbanísticamente la parte de consorcio sin desarrollar y poder vender los activos». Sobre las perspectivas de ventas, Foronda recordó la reciente venta de 28 viviendas de Cellophane.

A pesar de las moderadamente optimistas perspectivas sobre el comportamiento del mercado del suelo en los próximos años, se ha establecido un fondo de reserva que parte con una cantidad inicial de 3,1 millones (1,4 del consorcio y 1,7 del Ayuntamiento).En el caso de que se produzca un impago por parte del consorcio «se da un plazo de 180 días al Ayuntamiento para solucionarlo».

Foronda defendió que es el mejor acuerdo posible, ya que aunque era imposible hacer una quita «se ha renunciado a exigir un aval o garantías al consorcio o al Ayuntamiento». Asimismo, se ha eliminado la cuota de 29,7 millones que se debía haber pagado antes del 31 de enero, así como otros 9,9 millones que se debían abonar en diciembre de este año. Además, «se han flexibilizado los tipos de interés y se ha ampliado un calendario de amortizaciones a 15 años». Una amortización que será creciente con el paso de lo años, que será «de 4 millones de en el noveno año, y deja que el mercado se vaya desarrollando».