El Correo de Burgos

PRUEBA / SSANG YONG XLV 1.6 XDI

FAMILIAS JÓVENES, ESTE ES VUESTRO COCHE

entre un monovolumen y un crossover, el nuevo XLV presenta una línea ‘musculada’ haciendo de hermano mayor del tívoli. Ideal para la carretera, pero se atreve con ciertas rutas off road

El Ssang Yong XLV recorrió las calles de la cuna de El Campeador, Vivar del Cid.-HÉCTOR FUSTEL

El Ssang Yong XLV recorrió las calles de la cuna de El Campeador, Vivar del Cid.-HÉCTOR FUSTEL

Publicado por
RAÚL MANSO
Burgos

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BURGOS El nuevo XLV es un concepto de vehículo al que no le sabría situar en un segmento en concreto, ya que es un ‘híbrido’ entre un monovolumen y un crossover. Tiene un espacio casi tan espectacular como el Rodius, pero mantiene unas líneas de diseño similares a lo que conocimos con el Tívoli. Digamos que es un vehículo orientado a la familia y a los largos viajes por carretera.

ESPACIOSO POR DEFECTO

Pero con el XLV también podemos hacer incursiones por caminos no asfaltados con ciertas garantías, ya que tiene una excelente altura respecto al suelo de 16,8 cm y los ángulos de ataque, ventral y de salida, son casi los típicos de los todo-camino. También es 24cm más largo que el Tívoli, con un voladizo trasero en el que sitúa el enorme maletero que alcanza los 472 litros hasta el cubre equipajes y que aumentan hasta los 720 litros si lo aprovechamos hasta el techo.

Digamos que es un Tívoli ‘hormonado’, ya que si nos fijamos, los pasos de rueda, tanto delanteros como traseros, están muy marcados en las líneas de la carrocería, por lo que además de coche familiar, le da un aspecto musculoso y de ser más capaz fuera del asfalto, aunque eso solo por altura, ya que no cuenta con tracción total ni en opción.

Pero entremos al interior. En las plazas traseras, se ha hecho especial hincapié en la obtención de espacio y a pesar de que no tienen desplazamiento longitudinal como muchos de sus competidores, tres personas pueden viajar con bastante holgura en esas plazas, tanto por espacio para las rodillas, con más de 70 cm de separación, como por altura respecto a las cabezas, algo que destaca respecto a sus competidores, aunque no podemos decir lo mismo de las cotas de anchura, que son un poco más angostas.

PUESTO DE MANDO

La posición de conducción es relativamente cómoda, para una medida estándar como la mía, pero personas más bajas o altas, se encontrarán con el dilema de que no se puede ajustar la columna de dirección en profundidad, por lo que habrá que jugar con el asiento para encontrar la  postura ideal.

Por supuesto, respecto a altura es un coche con el que tendremos un espectacular campo de visión en todo momento.

Los materiales utilizados son bastante aceptables y poseen unos ajustes muy buenos que evitarán posibles ‘crujidos’ futuros, algo en lo que la marca coreana también ha mejorado en los últimos años. Nos llamó muchísimo la atención el volante de aspecto deportivo que montaba, con un tacto muy agradable, pero sorprendente en un coche que no está diseñado para estos menesteres.

También contaba con ciertos controles a los que los potenciales compradores del XLV no harán mucho caso, como el sistema de dureza de la dirección con tres niveles: Normal, Comfort y Sport.

RELACIÓN PRECIO-EQUIPAMIENTO

Por lo demás, es un vehículo con un amplio equipo de serie a un precio ajustado, ya que esa es una de las bazas con las que cuenta Ssang Yong para atraer al público. Entre otras cosas, teníamos disponibles el volante multifunción, con los controles de velocidad de crucero y limitador, los mandos de la radio y el Bluetooth, climatizador bi-zona, ordenador de a bordo, navegador en pantalla táctil de 8 pulgadas, cámara de visión trasera, sensores de aparcamiento, llantas de aleación de 17 pulgadas, lunas tintadas, Start/Stop, o tapicería de cuero entre otras cosas, a lo que podemos añadir, según acabados, cosas como los asientos delanteros calefactados, techo solar panorámico o llantas de 18 pulgadas.

La pantalla táctil tiene una gran visión y no se ensucia tan fácilmente con las huellas de los dedos, algo que es de agradecer con el paso del tiempo. 

MOTORES PROPIOS

Las mecánicas son tan solo dos, una de gasolina con 128cv y una diésel con 115cv, que fue la versión que probamos. Se trata de un 1.6 que además de esos 115cv, eroga un par de unos aceptables 300 Nm, por lo que os puedo asegurar que tiene bastante tirón desde apenas 1.250 rpm. Con esta mecánica, alcanzamos los 170 Km/h de velocidad máxima y todo ello, con unos consumos aquilatados de tan solo 4,5 l/100 Km homologados por la marca y que en condiciones reales no superan los 6 l/100Km.

Nuestra unidad tenía un cambio manual de 6 relaciones, con unas inserciones precisas aunque unos recorridos bastante largos. También podemos optar por montar una automática, también de 6 marchas.

SORPRENDENTE RESPUESTA

La sorprendente mecánica 1.6 diésel nos facilita mucho la tarea, con unas aceleraciones muy solventes y unas recuperaciones muy aceptables. Quizás si vamos muy cargados y tenemos que afrontar algún puerto de montaña, esa potencia se nos quede un tanto escasa, pero en general, me sorprendió la capacidad de aceleración del XLV, a pesar de no ser un vehículo prestacional y tener sólo 115cv.

El esquema de suspensiones es bastante blando, para darle un mayor protagonismo a la comodidad interior, pero no balancéa en exceso cuando tomamos una curva un poco más ligeros de lo que deberíamos, lo que nos da una cierta sensación de seguridad. Otra cosa son las inercias, ya que en un vehículo con semejante envergadura, es necesario tenerlas en cuenta.

GRAN COCHE, LITERALMENTE

El nuevo Ssang Yong XLV es un gran coche, en el sentido literal de la expresión. Reúne las cualidades de un gran monovolumen con una imagen más crossover, basada en el SUV compacto Tívoli, que ya pasó por nuestras manos al poco de su lanzamiento.

También llama la atención, que se nos presenta como un vehículo bastante más versátil que un simple monovolumen, porque a pesar de estar orientado plenamente a una conducción por asfalto, gracias a su altura respecto al suelo, podemos realizar alguna incursión por caminos sin temor a que golpeen los bajos y dañar alguna parte.

Es una buena alternativa para familias jóvenes con niños, que no quieran (o no puedan) gastar mucho dinero en un coche nuevo, pero que necesiten mucho espacio y que no quieran preocuparse en exceso por los gastos de mantenimiento y de combustible durante la vida útil del vehículo. Amigos míos, el XLV es vuestro coche...

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