TOROS / FERIA DE SAN PEDRO 2016
Oreja para Enrique Ponce, faena proverbial
El valenciano cuaja una labor plena de armonía frente al primero, un noble ejemplar de El Capea que lidió un decepcionante encierro
BURGOS
Los dos mejores toros de la corrida de Capea cayeron juntos en el lote del debutante Alberto López Simón. Un tercero abundante de movilidad, con buen galope por la mano derecha y un empleo cargado de matices; Y un sexto que resultó incómodo por la mano diestra pero se deslizó por la izquierda con un ritmo suntuoso y suave. Dos toros buenos. Y más. Un primero, noble, con un viaje aterciopelado, abriéndose en cada muletazo. Ejemplar de suave trato. Los tres de mejores hechuras de una corrida abierta de líneas y seleccionada por sementales y reatas.
Junto a los tres de más nota, otros tres carentes de fuelle y poder. El lastre mayor de esos tres ejemplares que al final fueron los que más contaron, fue su falta de raza y su escaso fondo. En este cupo, el lote de El Juli que pasó inédito frente a un primero de mejor intención que finales y un segundo que se movió rebotado y rebrincado. A sus dos oponentes les trató El Juli como acostumbra:técnica, firmeza, precisión y temple. Empujó la embestida hacia adelante de uno y quiso impone la ley de la doma al otro. No respondió ninguno.