El arcoíris de la diversidad

«Es hora de que el arcoíris llegue a Burgos». Así terminaba el manifiesto que la vicepresidenta de la Asociación Chrysallis de Castilla y León, Raquel Ruiz Miranda, leía ayer en el salón de Plenos del Ayuntamiento de Burgos en un acto algo improvisado, pero con el espíritu claro de apoyar la diversidad sexual en el Día del Orgullo Gay.

Representantes políticos de PP, PSOE e Imagina Burgos recibieron a miembros del Colectivo LGTB y de Chrysallis que habían solicitado, a través del grupo socialista, colocar la bandera arcoíris en el balcón del Ayuntamiento. El objetivo se cumplió y para el próximo año hay tiempo para organizar algún acto con mayor participación y visibilidad, quizá con la lectura del documento desde el balcón y para los vecinos de la ciudad.

La concejal Sara Hojas, de Imagina, que el pasado mayo ejerció del portavoz del colectivo en la defensa de la proposición por los derechos y contra la homofobia y la transfobia, fue la encargada de llevar la bandera que se colocó en uno de los balcones.

Más allá de este gesto, Raquel Ruiz Miranda reclamó una ley de Igualdad Social LGTB para Castilla y León que facilite que las personas quieran residir en esta región, en lugar de marcharse a otras ciudades más abiertas. Así, indicó que el porcentaje por población de matrimonios de personas del mismo sexo «es bajísimo» comparado con otras capitales. En particular, la asociación Chrysallis recordó especialmente la necesidad de proteger a los menores LGTB en las escuelas. «El 81% de los jóvenes no se atreve a salir del armario», recordó.

En el Día del Orgullo Gay, el colectivo quiso recordar que las agresiones «de odio» siguen en aumento desde 2013. «Pese a los avances, la igualadad social está lejos», indicaba la vicepresidenta de Chrysallis.