El Correo de Burgos

SOCIEDAD

De aprendices, a labrarse un buen futuro tras la barra de un bar

La Fundación Mahou entrega los diplomas a los alumnos del proyecto formativo en Burgos

Los alumnos posan con el presidente de la fundación, el delegado territorial de la Junta, el director de la Escuela de Hostelería y el del Servicio Público de Empleo tras la entrega de diplomas.-RAÚL G. OCHOA

Los alumnos posan con el presidente de la fundación, el delegado territorial de la Junta, el director de la Escuela de Hostelería y el del Servicio Público de Empleo tras la entrega de diplomas.-RAÚL G. OCHOA

Publicado por
R.G.U.
Burgos

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Hace tres meses, tirar una caña era un pequeño reto, hoy es una rutina. Los quince jóvenes que en marzo se preparaban para asomarse al mundo real de la hostelería hoy acumulan horas y horas de contacto directo con una profesión que les abre un mundo de oportunidades. Ayer, Steven servía ya sin nervios y con una sonrisa una caña a Gabi Tovar, del Restaurante Polvorilla, quien ha sido su jefe durante las últimas semanas, de quien ha aprendido a trabajar en comedor, en barra y en terraza, todo un master en hostelería avanzada. Steven, que posa con Tovar en la foto, es un caso más entre los quince jóvenes que ayer recogieron sus diplomas después de finalizar el periodo de experiencia práctica en una empresa real que les facilitó el programa de capacitación profesional de la Fundación Mahou-San Miguel denominado ‘Creamos oportunidades en hostelería’. El 80 por ciento tienen ya un contrato de trabajo tras esta experiencia.

Acompañados de sus profesores y de los empresarios que les dieron la oportunidad de aprender en sus comedores y detrás de sus barras, los quince jóvenes ponían ayer punto y final a cuatro meses en los que recibieron un 20% de formación teórica y a partir de marzo los pasaron a la fase práctica en la que han absorbido el 80% de los conocimientos de la que ahora puede ser su profesión.

Como padrino de este acto intervino el conocido chef Miguel Cobo, uno de los más prestigiosos cocineros de Castilla y León que ha sido capaz de evolucionar y proyectar su figura como maestro de la restauración en muy breve periodo de tiempo, casi de la misma manera que los jóvenes participantes en el proyecto de Fundación Mahou, que han pasado de una situación de dificultad de acceso al mercado laboral a gozar de una capacitación profesional adecuada y una experiencia real con las que poder optar a un contrato en hostelería.

Cobo trató de insuflarles confianza en sí mismos, amor por el trabajo, «dedicación» e «ilusión», dejando claro que «nadie regala nada» y «el respeto hay que ganárselo».

De valores habló también Alfredo Mahou, presidente de la fundación, quien animó a los alumnos a seguir con el mismo ánimo y agradeció su colaboración a los hosteleros que les dieron la oportunidad de realizar el aprendizaje. A los 16 hosteleros se les concedió una placa que podrán lucir en sus establecimientos. No serán los últimos, ya que la Fundación trabaja ya en una segunda edición en Burgos de esta iniciativa que también se realiza en Madrid y Bilbao.

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