El Correo de Burgos

TROTABURGOS / CASTRILLO DE LA REINA

Compromiso con la tradición y la historia

Rutas, yacimientos arqueológicos, necrópolis y construcciones medievales son el marco perfecto para descubrir el patrimonio histórico de la región

Representación de ‘Los Siete Infantes de Lara’ en la pasada edición celebrada a principios de agosto.-R. FERNÁNDEZ

Representación de ‘Los Siete Infantes de Lara’ en la pasada edición celebrada a principios de agosto.-R. FERNÁNDEZ

Publicado por
MARINA IZQUIERDO
Burgos

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El pasado siempre está presente. En Castrillo de la Reina esto es una realidad. Y es que sus habitantes se han esforzado por mantener viva la tradición que caracteriza a esta localidad, que forma ya parte de la identidad cultural de los castrillenses.

Castrillo de la Reina es un municipio situado en la comarca de la Demanda. Forma parte, junto con Salas de los Infantes, Hacinas y el Concejo de Arriba, de la Hermandad de Villas ‘Junta de Ledanías’. Antiguo lugar de tránsito -hasta el año 1984 el Santander-Mediterráneo pasaba por su estación- se convirtió en una de las industrias textiles más notables de la provincia, gracias al cultivo del cáñamo y el lino.

La ruta que lleva a la Covacha de los Moros permite conocer su entorno. Un paraje considerado de gran interés por la localización de restos fósiles, diferentes huellas de dinosaurios y árboles fosilizados. De hecho, en 2010 el árbol fósil de Matalaguna fue declarado como protegido, aunque es posible visitarlo. El arroyo de Rana, que atraviesa parte del casco urbano, divide el pueblo en cuatro barrios: El Corralejo, El Losar, el Barrio del Umbriazo y La Solana. Asimismo, el río Ciruelos pasa por el municipio.

Este pueblo serrano posee también restos arqueológicos de valor incalculable. La villa se levantó sobre un asentamiento medieval, quedando ruinas de diferentes necrópolis en lo alto de La Muela. Además, existen otras cuatro necrópolis en su término municipal, conocidas como Covacha de las Monjas, Hornillos y Aguamediano. La ermita semirupestre de Santiuste perteneciente al Alto Medievo es uno de sus mayores tesoros, junto con la ermita de Santa Ana y la iglesia parroquial de San Esteban.

Las fiestas patronales en honor a San Esteban son uno de sus mayores reclamos y llenan el pueblo de música y bailes populares. Durante su celebración, en el mes de diciembre, la población que normalmente ronda los 240 habitantes aumenta considerablemente. Lo mismo ocurre con la Romería de la Muela y la Bendición de los Campos, que se celebran 40 días después del domingo de Resurrección y cada año congregan a un gran número de turistas con su emblemática caldereta.

Sin embargo, el rasgo de identidad del municipio es la representación teatral de ‘Los Siete Infantes de Lara’, basada en el texto de ‘El Bastardo de Mudarra’ de Lope de Vega. Durante el mes de agosto, el pueblo se vuelca en que esta leyenda cobre vida. La afluencia de público y las excelentes críticas han demostrado que sus esfuerzos no son en vano. En 25 años de representación, puesto que celebró la última edición el fin de semana del 6 de agosto, la obra ha acogido a más de 50.000 visitantes.

En Castrillo de la Reina hay un espacio para el arte, pero también para el recuerdo. En la Plaza Mayor del municipio se encuentra el ‘Homenaje a mis paisanos’, una estatua realizada por el Padre Salas.

Es imposible pasar por alto su gastronomía, que se compone de productos tan típicos como la morcilla, el queso fresco o el lechazo.

Castrillo de la Reina es, en definitiva, un lugar para conocer la historia, para disfrutar de las huellas del pasado.

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