Los accidentes laborales crecen un 4,9% en el primer semestre del año

El primer semestre del año vuelve a dejar cifras negativas en cuanto a la siniestralidad laboral. El número de accidentes laborales registrados en la provincia burgalesa durante el primer semestre del año, tal y como recoge el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, fue de 2.270, mientras que en el mismo periodo del año anterior fueron 2.163, lo que supone un incremento del 4,9%. Cabe recordar que los datos publicados por el ministerio atienden a los accidentes contabilizados en la provincia correspondiente a la autoridad laboral que acepta el parte de accidente y que coincide con la del centro de trabajo donde está afiliado el trabajador.

Especialmente preocupante es el dato que se refiere a los accidentes producidos durante la jornada laboral y es que, de enero a junio se produjeron 2.120 accidente laborales en la provincia burgalesa, un 10,4% más que en el mismo periodo del año anterior, cuando hubo 1.920. Del total, 2.103 fueron de carácter leve, 14 graves y hubo 3 víctimas mortales, en contraposición de los 1.909 accidente leves, 10 graves y uno mortal que hubo en el primer semestre del año pasado.

Por contra, estos seis primeros meses del año mejoran los datos de los accidentes ‘in itinere’. Mientras que de enero a junio de 2016 se han registrado 150 accidentes, de ellos 149 leves y uno de carácter mortal, en el mismo periodo del año 2015 se produjeron 243 accidentes en itinere, de ellos 235 fueron de carácter leve y 8 graves. Unas cifras que suponen un descenso del 9,4% en este tipo de accidentes en la provincia burgalesa.

En este sentido, Lina Berta Domínguez, secretaria de Salud Laboral de CCOO de Burgos, recuerda que «aunque en términos de siniestralidad hemos mejorado mucho en diez años, aún sigue siendo complicado entrar en las pequeñas y medianas empresas» y es que, a raíz de la crisis, «la inversión tanto en la formación de la plantilla en prevención de riesgos laborales como en la renovación de maquinaria es prácticamente inexistente».

Así las cosas, la siniestralidad sigue siendo un aspecto preocupante de la realidad laboral para los sindicatos, aunque también es cierto que se ha producido una mejora importante en los últimos diez años. Echando la vista atrás, en concreto hasta el año 2005, el número de accidentes laborales duplicada el actual. Durante ese periodo se produjeron en la provincia burgalesa 8.555 accidentes de trabajo. Estos datos suponen un descenso del 48,8% respecto al año 2015 cuando se produjeron 4.390 accidentes laborales. De los más de 8.000 accidentes que registró Burgos hace 10 años, 7.993 fueron durante la jornada laboral y el resto, es decir 562, ‘in itinere’, lo que supone un descenso del 50% y de 56% respectivamente si se comparan con los datos recogidos en 2015. «Este avance se debe principalmente a la intensa labor de los comités y de los delegados sindicales que hay en las empresas, ya que las inspecciones son realmente el último eslabón de la cadena y si no hay un paso previo no se desarrollan», explica Domínguez.

Según se avanza en el calendario, fue a partir del año 2008 cuando el número de accidentes de trabajo comenzaba a descender de manera importante, sólo del año 2008 al 2009, se redujeron en casi 2.000, al pasar de los 7.990 a los 6.114 accidentes. Aunque hubo un ligero repunte en el año 2010, desde ese momento y hasta el 2013, los accidentes se redujeron en más del 30%.

En 2010, hubo 6.119, 5.708 durante la jornada y 411 ‘in itinere’, mientras que en el 2013 hubo 4.201 accidentes, 3.847 en el lugar de trabajo y 354 ‘in itinere’. Precisamente desde el año 2013, las cifras, aunque ligeramente, aumentaron durante los dos años posteriores. Así las cosas en el año 2014, el Ministerio de Empleo recogió un total de 4.220 accidentes de trabajo en territorio burgalés y ya el año pasado se incrementaba hasta los 4.390 accidentes, lo que supone un aumento del 4,5% en los dos últimos años.

Por actividad profesional, durante el primer semestre del presente, el mayor número de accidentes de trabajo se produjo en la industria manufacturera, donde hubo 724 accidentes; en actividades dedicadas al comercio al por mayor y al por menor, 262; en el sector de la construcción, donde se dieron 230 y en actividades relacionadas con el ámbito sanitario, en las que se registraron 219 accidentes de trabajo.

La secretaria de salud laboral denuncia que «a pesar de que algunas figuras aseguran que la mejoría económica y la estabilidad son reales, muchos trabajadores evitan quejarse de una situación de escasas medidas de protección, por miedo a perder su empleo». En otros casos, «especialmente las empresas pequeñas, hacen contratos de unos meses y no invierten en formación en riesgos laborales de sus trabajadores porque es caro y no les sale rentable si esa persona no va a estar más que unos meses trabajando».