Imagina Burgos aboga por dotar de más competencias y presupuesto al IMC

Desde Imagina Burgos defienden que el Instituto Municipal de Cultura debe continuar su actividad, como un organismo autónomo del Ayuntamiento. Asimismo, declaran la necesidad de crear una Concejalía de Cultura, ya que consideran que las políticas culturales «no son todo lo ágiles que debieran». Javier Gil, portavoz de Imagina Burgos, indicó, después de la reunión mantenida del consejo ejecutivo del IMC, la urgencia de dotar a esta organización de unas competencias, que le permitan cubrir una necesidad de personal y proporcionar unos presupuestos adecuados.

«El IMC es un caos administrativo». así lo expuso Gil, evidenciando la situación de desorden en la que se encuentra. Su gestión no pasa por su mejor momento. Retrasos en la aprobación de calendarios culturales, falta de contratos, concesiones sinsentido y abandono de festivales han hecho evidente la circunstancia de caos que atraviesa la corporación. «El problema no es el organismo en sí, sino como está infradotado de medios y personas y sobredotado de competencias», denunció el concejal.

Por otra parte, el programa cultural de julio, agosto y septiembre sigue pendiente de aprobación. Gil achacó este retraso a las vacaciones de los responsables y enjuició la falta de coherencia que se está practicando en las programaciones culturales.

Del mismo modo, emitió una fuerte crítica a los encargados de gestionar el contrato de servicios técnicos. El portavoz tildó de «esperpéntico» la inexistencia de este tipo de contrato desde julio de 2015 y denunció que siguiera a cargo de la misma empresa que lo hacía en el pasado a pesar de que la prórroga del contrato hubiera finalizado.

En esta línea, constató la urgencia de incorporar la figura de un jefe de servicios técnicos, con el objetivo de contar con una persona cualificada para revisar las facturas, asesorar en la contratación de servicios y sacar el máximo partido al equipo del que ya se dispone. A su vez, advirtió de que la ausencia de esta personalidad se traducía en pérdidas económicas ya que se podría estar pagando por «servicios que no se están utilizando».

El concejal también juzgó que desde el Consistorio se apostaran por una serie de proyectos, como la Noche Blanca, pero se abandonaran otros como el Festival Tribu. Gil reprochó que se beneficiaran de su actividad como argumento a la UNESCO para solicitar la candidatura de Burgos como Ciudad Creativa de la Gastronomía en 2015, pero que luego le dieron de lado, negándole 4.000 euros pendientes del año pasado. «Se han aprovechado del trabajo y la buena voluntad de sus organizadores», se lamentó el portavoz de Imagina Burgos. Además Gil informó de que los concejales no han cobrado

ni una sola de las indemnizaciones en lo que lleva el mandato.

Esta situación de desconcierto no es desconocida para el equipo de Gobierno. Lorena de la Fuente, actual presidenta del IMC, reconoció las irregularidades de la institución. Sin embargo, Javier Lacalle, expresó su intención de disolver el organismo.

Esta decisión, para Gil, es «una idea propia», que no se acordó en ninguna reunión y ni se consultó al resto de grupos.

Sin embargo, hasta el pleno de septiembre no se conocerá el desenlace del IMC. En esta línea, Gil se lamentó de la tramitación de estos asuntos, que son sólo un ejemplo más de esta caótica situación. «No se van a firmar hasta finales de octubre cuando son convenios por actividad a lo largo de 2016 ». Además exigió a Carolina Blasco, que recientemente asumió la responsabilidad del Fin de Semana Cidiano, que aclare qué medidas se van a tomar para tranquilizar a la Federación de Hosteleros.

Así, el portavoz de Imagina Burgos, Javier Gil, exige una solución para el IMC y defiende la cultura de la ciudad: «el ayuntamiento se preocupa más de pagar 70.000 euros en el Foro de la Cultura y de gastar 140.000 en la Noche Blanca que de festivales y centros de creación de nuestra ciudad que tienen una labor diaria cultural».Compromiso con el Festival Tribu

El PSOE aseguró que van a intentar que el año que viene se vuelva a celebrar el Festival Tribu. Este año los organizadores se han visto obligados a cancelarlo, por el impago de los 24.000 euros que les deben entre el IMC y la Asociación del Plan Estratégico para poder asumir los gastos de la pasada edición.

El acuerdo de abonar esta cifra fue tomado de forma mayoritaria por el Ayuntamiento, pero tras celebrarse con éxito no se pagaron las cantidades comprometidas. Como indicó Daniel de la Rosa, este evento vinculaba la cultura, la gastronomía y la música. «Un festival que proporcionaba algo distinto, un soplo de aire fresco y muy alternativo».

Aún así, De la Rosa tiene constancia de que los 20.000 euros correspondientes a la Asociación del Plan Estratégico acaban de justificarse recientemente y en las próximas semanas deberían de cobrarlo. El problema es que ya es demasiado tarde para organizarlo, según las fechas en las que estamos. «El compromiso de este grupo es que haya o no presupuesto, intentar el año que viene encajar este festival en el seno del ayuntamiento, a través del IMC o a través de la Sociedad de la Promoción, con los recursos actuales u otros que se puedan plantear».