El Correo de Burgos

Trotaburgos / Villanueva de Argaño

Más de seis siglos de historia por conocer

Presente por primera vez en antiguos escritos en 1420, hoy lucha por reavivar sus enclaves naturales y aumentar su población

Retablo Mayor de la Asunción.-ECB

Retablo Mayor de la Asunción.-ECB

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Según los expertos, el origen de Villanueva de Argaño está probablemente más vinculado a la ruta jacobea, que con el continuo y creciente paso de los peregrinos consolidó lo que hoy se conoce como Camino Francés. En el siglo XI, las peregrinaciones se habían incrementado notoriamente siendo el siglo XII el de apogeo de las peregrinaciones, impulso en el que jugó un importante papel la obra del peregrino francés Aymeric Picaud, quien redacta una valiosa Guía que denomina Codex Calixtinus.

Con el aumento de las peregrinaciones se hace necesaria la fundación de hospitales e instituciones que atiendan a los caminantes enfermos, en torno al trazado donde también comienza a asentarse población, así como en las cercanías al paso de éste, dando así lugar a pequeños enclaves que, a la vera del peregrinaje, comenzarán a ver aumentar población y actividad, además del continuo contacto de aquéllas con mayor tamaño y volumen como la vecina Sasamón, separadas por un puñado de kilómetros.

Se cree que el origen del nombre ‘Argaño’ tiene relación con el paraje conocido como ‘Soto de Argaño’, donde estaba asentado un pueblo medieval ya conocido como Garhano o Gargaño, el cual desapareció en el siglo XII uniéndose a las Ventas Nuevas y formándose entonce,s el pueblo de Villanueva de Argaño. Aunque también se vincula el nombre de Argaño a un célebre personaje, de la época de Fernán González, llamado Gargañón, señor de esta comarca.

Sin embargo, el primer testimonio escrito de la existencia de Villanueva de Argaño data de escrituras de noviembre de 1420 en el monasterio de Palacios documento por el cual se sabe que el actual terreno de Villanueva fue donado por el Conde de Lara Garcí Fernández, a los monasterios de Palacios, San Pedro de Cardeña, San Miguel, Las Huelgas y otros. El pueblo de Villanueva de Argaño es valorado entonces, en cuatro mil florines de oro.

En la actualidad, la localidad -distante de la capital apenas una treintena de kilómetros-, forma junto a otros 14 municipios la mancomunidad ‘Pueblos de la Vecindad de Burgos’, una agrupación para la gestión en común de determinados servicios de competencia municipal y que da servicio, en su conjunto a más de 4.800 habitantes.

Si bien la localidad cuenta con poco más de un centenar de vecinos, el Consistorio prevé pedir ayuda a sus convecinos, con una campaña para animar al empadronamiento, «ya que mayor población trae consigo ayudas mayores desde las instituciones», remarcó. De ahí que la previsión sea iniciar en breve una campaña que no descarta sea ‘puerta a puerta’, con el fin de convencer a los vecinos que viven largos períodos en la villa y sin embargo no están empadronados allí, lo hagan. «Pues de los 106-108 vecinos que somos, en torno al 10% no lo están», argumenta su actual alcalde, José María García Monasterio.

Asimismo, presume de los once niños y adolescentes con que cuenta la villa, «a quienes -junto a sus familias-, queremos ayudar a que se queden». Y uno de los pasos a dar será intentar convencer a la Junta de que les ofrezca servicio de transporte escolar a todos ellos, y que puedan acudir al instituto de Villadiego. «Es algo por lo que estamos luchando todos, Ayuntamiento y familias, ya que ahora les llevan a institutos de Burgos pero quien quiere ir a Villadiego, tiene que lingeniárselas para que le lleve alguien de la familia».

Mejorar el acceso a la educación se suma a un amplio listado de iniciativas que se han ido llevando a cabo en el pueblo, como fue el pasado año la apertura del centro social, convertido ya en lugar de continua actividad gracias a sus espacios- donde se dan clases y charlas-, pero también la existencia de un salón y una cocina, lo que hace de él uno de los lugares habituales para eventos populares.

Y es que como defienden desde la localidad, el mundo rural tiene muchas cosas que ofrecer, a las que aunar todas aquellas que la modernidad aporta y de que se goza en la gran ciudad. «De ahí que busquemos traer algunas de estas mejoras con las que complementar las riquezas que ya tenemos: enclaves naturales y monumentos que hunden sus raíces siglos atrás».

Reclamos de siempre, a su vez testigos del paso del tiempo desde los rincones del pueblo y su entorno, como es por ejemplo, su iglesia de la Asunción de Nuestra Señora. Construida en varias etapas, la primera edificación tuvo lugar en el siglo XII -siendo pocos los restos románicos que hoy se conservan-, para posteriormente ser reedificada durante los siglos XVI y XVII. Momento en el que tuvo lugar la construcción del retablo mayor de la Asunción, fabricado en madera, dorado, estofado con esculturas y pinturas sobre tabla, que hoy luce restaurado en el templo. Partes de la actual iglesia que hoy son testimonio del incremento de población que fue experimentando la villa, al igual que las de alrededor.

Unido a ella, la figura del religioso Germán García, hijo de la villa recientemente beatificado junto al también burgalés Valentín Palencia, cuya importante obra sus convecinos quieren recuperar y dar a conocer, «al ser uno más de nuestra historia pasada».

Pasado de Villanueva de Argaño que también guardan los espacios naturales de su entorno, que tras ser olvidados vuelven a recuperarse para el disfrute de propios y extraños. Es el caso de la llamada Fuente del Rey, que los lugareños vinculan a la figura de Alfonso X, y que ha comenzado a ser recuperada por los propios vecinos. Tapada de hormigón años atrás por los propietarios de una granja anexa -con el fin de redirigir el surtidor de agua hacia las instalaciones-, en breve volverá a reabrirse tras abandonarse la actividad ganadera en dichas instalaciones.

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