El Correo de Burgos

SOCIEDAD

Más dependientes optan por la atención en residencias

Esta prestación por servicio, la única a la baja desde 2012, registra en 2016 un repunte del 11% y se suma al auge general

Imagen de la entrada de una residencia de personas mayores.-ISRAEL L. MURILLO

Imagen de la entrada de una residencia de personas mayores.-ISRAEL L. MURILLO

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L. B. / BURGOS
Burgos

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Aumenta número de burgaleses en situación de dependencia reconocida que optan por la atención residencial de entre los distintos apoyos ofertados por la Junta de Castilla y León. Y es que, según los últimos datos publicados por la Consejería de Familia en la página web de Servicios Sociales, la cifra se eleva ya a 1.498, lo que supone un incremento del 11% solo en lo que va de año.

En concreto, al cierre de 2015 eran 1.342 los beneficiarios de esta prestación en especie, número, por cierto, que escapaba del auge general de las ayudas vinculadas a servicios y registraba un descenso progresivo desde 2012.

Así, siempre según la última estadística facilitada por la Administración regional, con datos hasta el 31 de julio de 2016, la atención residencial se sube a la ‘ola’ del resto de apoyos profesionales que mantienen la tendencia al alza ya constatada el año pasado, alimentada por los cambios legislativos aprobados en diciembre de 2013 vía Real Decreto. La Junta de Castilla y León celebró la línea escogida por el Gobierno central y adaptó a ella su modelo de gestión de la dependencia con la intención de primar la atención profesional y hacer de los cuidados en el entorno familiar una excepción.

Los datos evidencian que aquellas modificaciones han dado su fruto y mientras en 2012 un 70% de los dependientes percibía una ayuda vinculada a un servicio, ya fuera económica o ‘material’, en la actualidad la proporción roza el 80%.

Mejora económica

No obstante, sorprende la particular evolución de la atención residencial y su reciente ‘despegue’. Preguntado por tal hecho, el presidente de la Federación de Castilla y León de Residencias de la Tercera Edad (Acalerte), Diego Juez, gerente a su vez de un centro Jardín, en Tardajos, opina que -junto a la apuesta de las administraciones públicas por la profesionalización «pretende que los servicios se brinden con las máximas garantías y que el cuidado recaiga en los parientes más cercanos solo en casos extraordinarios»- sí puede influir en el repunte registrado la mejora, aunque leve, de la situación económica.

Juez señala en este sentido que, en términos generales, ha aumentado la demanda de plazas en residencias «sobre todo en las grandes ciudades de la Comunidad». «Quizá parte de la población que se había quedado sin empleo y podía tener en casa a sus familiares dependientes ahora ha vuelto a trabajar y necesita este tipo de apoyo», elucubra el representante de un sector que, además, se encuentra en plena adaptación a un nuevo modelo «centrado en las personas».

De vuelta a los datos de dependencia, cabe detallar que la provincia de Burgos suma ya 11.160 dependientes con derecho a prestación de los que 11.061 las tienen concedidas y acumulan un total de 14.491, casi 2.000 más que en diciembre de 2015. En cuanto a los tipos de ayudas otorgadas, las destinadas a prevención y promoción de la autonomía pasaban de las 1.987 con las que finalizaba el año pasado a 2.169 siete meses después. También ha aumentado las demanda de teleasistencia, de 517 a 744. La ayuda a domicilio crecía de 2.000 a 2.309 y supone un 15% del total de prestaciones concedidas y las plazas en centros de día o de noche se incrementaban de 1.036 a 1.446. El dato ya citado de residencias remata el listado de prestaciones ‘en especie’.

Las prestaciones económicas se distribuyen entre las vinculadas a un servicio y asistencia personal, que han pasado en lo que va de año de 2.868 a 3.401, y las destinadas a sufragar los gastos de los cuidados procurados en el entorno familiar, que son 2.924. Esta última cifra también ha aumentado en los últimos meses, fruto del gran auge generalizado de prestaciones concedidas.

Por grados

El informe periódico de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades también indica que «en relación con las personas reconocidas como dependientes severos y grandes dependientes, es decir, los grados II y III, los datos del Imserso señalan que en julio Castilla y León atendía al 99,69% del total». Esto, tal y como refleja el citado documento, «supone que, mientras en el conjunto del país la lista de espera es del 15,32%, en la región es prácticamente inexistente». La diferencia es aún mayor en relación a los dependientes de grado I. La Comunidad ya incorporaba en julio al 98,16%, con una cifra total de 26.510 personas, muy por encima de la media nacional, que se situaba en el 36,2%.

En el caso concreto de la provincia de Burgos, con 11.160 personas dependientes con derecho a prestación y 11.061 con prestación concedida, el 99,11% de los solicitantes que cumplen los requisitos reciben ya las ayudas que la Administración ha estimado adjudicarles. Esta proporción es 30 puntos superior a la media nacional, según indica el informe de la Junta, pues esta es del 69,03%.

Aranda y Miranda

El repaso de los datos que comparte la Consejería de Familia también detalla que del total de dependientes con prestaciones reconocidas de la provincia, 4.902 tienen su domicilio en la capital burgalesa, 1.112 en Miranda de Ebro y 965 en Aranda de Duero. Los 4.082 dependientes restantes residen en el ámbito rural.

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