El comercio online en la Comunidad ya supone el 23% de las compras

La venta on line se abre camino en los hábitos de compra de los usuarios y en la Comunidad ya supone un 23% del total de transacciones realizadas en compras al consumo. Una de las razones puede encontrarse en los amplios catálogos que ofrece la red y que permite encontrar casi cualquier artículo de cualquier sector demandado; precios atractivos y que pueden compararse con otras webs de venta; comodidad de realizar la compra desde casa y los envíos a domicilio.

Pero ¿qué hay detrás de estas ofertas? ¿Son realmente más rentables que los negocios tradicionales?

En Castilla y León el porcentaje de empresas que dispone de una tienda online o un canal de recepción y pedidos es del 17,6%. La cifra se sitúa poco más de un punto por encima del año anterior (16,27%), pero continúa por debajo de la media nacional (18,1%).

Atendiendo al usuario, en la Comunidad, el número de compradores por internet descendió, sin embargo, del 24,5% registrado en 2015 al 23,3% que se registra en lo que va de año, a pesar de que la tendencia estatal es de crecimiento. En este sentido, en 2013 un 22,9% de los compradores utilizaban una plataforma digital para realizar sus compras. Al año siguiente el porcentaje ascendió hasta el 27,5%.

Son datos que se recogen en el estudio Comercio electrónico’ en España: ¿qué compramos y por qué?, elaborado por BBVA Research.

De acuerdo con este informe, vivir en una población pequeña incremente en casi un 30% la probabilidad de adquirir bienes duraderos a través de la Red de redes, frente a residir en una localidad de más de 500.000 habitantes. Las causas se centran en el hecho de que en los núcleos pequeños de población existe una menor variedad de productos en los comercios convencionales, por lo que el usuario se decanta por la compra online para conseguir los que necesita.

El estudio también analiza el perfil del usuario. Así, a probabilidad de adquirir servicios y productos vía online aumenta cuanto mayores sean el nivel educativo y la renta del individuo. El modelo familiar por otra parte, también influye. Los hogares con algún miembro de la familia menor de 16 años son menos proclives a realizar compras relacionadas con viajes u ocio.

Telefonía y viajes

En cuanto a los productos más adquiridos vía online, los artículos relacionados con las telecomunicaciones se encuentran en primer lugar, con un 62% en Castilla y León, superando la media nacional del 48%. Les siguen los viajes y los electrodomésticos y tecnología informática con un 48% y 55%, respectivamente. El cuarto y quinto puesto lo ocupan las entradas para espectáculos (46%) y los libros y la música (42%), ambos por debajo de la media nacional que registran un 54% y un 44%, respectivamente.

Por otro lado, este análisis revela que Paypal sigue siendo la forma de pago más habitual, siendo usada en el 7l% de las compras.

Beneficios

Dejando a un lado los datos, resulta evidente el porqué de la predilección por este tipo de transacciones. Las tiendas online ofrecen una serie de ventajas que no están alcance de los establecimientos tradicionales. El amplio catálogo, en el que es posible encontrar una gran variedad de artículos, es su principal atractivo. El stock, evidentemente, también es mayor. Es factible encontrar productos mucho más específicos e, incluso, artículos fuera de temporada.

Sin moverse de casa, los usuarios pueden comprar aquello que deseen, con la facilidad añadida de contrastar precios, encontrando la opción más económica. Estos, generalmente, son más rentables que en las tiendas físicas. El envío a domicilio también resulta tentador.

La comodidad de elegir el lugar donde se realizará la entrega es otro de los puntos fuertes de este tipo de servicios.

En Contra

Sin embargo, lo que en un principio puede resultar idóneo esconde una serie de desventajas. El principal problema de la venta por internet al que tienen que enfrentarse las tiendas online es la desconfianza del cibernauta. Introducir los datos bancarios es una operación que siempre genera ansiedad en el usuario. Los diferentes casos de fraude conocidos generan esta sensación.

Así, el 48% de los clientes ha sufrido alguna vez un intento de timo en la red. El 26,95% de estas estafas se cometieron a través de plataformas de venta online.

A la compra por internet se le atribuyen otros inconvenientes como desconocer cuándo llega el paquete es una de ellas. El comprador debe, por tanto, estar pendiente de cómo se tramitará la entrega, condicionando su horario. En algunos casos, si está dispuesto a pagar un extra, podrá recibir esa infomación, pero ya supone un añadido al precio inicial que no todos los usuarios están dispuestos a abonar.

Hasta que no ha llegado el pedido, al usuario le surgen dudas sobre si ha realizado bien el pedido, si hay algún error en el encargo o si el transportista ha cometido algún tipo de negligencia.

La devolución de productos erróneos o de tallas equivocadas es una verdadera odisea. La mayoría de las veces, el comprador tiene que hacerse cargo de un reenvío por una cantidad mucho mayor a lo que cuesta la mercancía. Muchas veces, en las páginas se ofrecen fotografías que dan una visión engañosa.

Por ese motivo los expertos avisan de que si no se conoce bien el producto la recepción puede ser decepcionante.

Teniendo en cuenta esto, las tiendas físicas ofrecen una serie de ventajas que es conveniente valorar. El asesoramiento por parte de personal formado, cualificado y profesional; la inmediatez con la que se puede probar un producto; la posibilidad de encargar productos en la tienda, avisándo al comprador de su llegada, y la cercanía y el trato personalizado son los principales valores de estos negocios.

Además, no hay que olvidar que con el auge de las compras online y la situación de crisis que ha provocado un descenso en el consumo, los negocios físicos han ido poco a poco perdiendo terreno.

Regulación

Las tiendas por internet, con menos personal, son capaces de hacer frente a muchos más pedidos, llegando a un mayor número de clientes. Además, la posibilidad de realizar pedidos más grandes a las marcas, con menos intermediarios, abaratan el precio a los compradores.

Todo esto pone en peligro pequeñas tiendas y locales, que no pueden hacer frente a este tipo de ofertas. Donde muchos ven gangas y rivalidad económica, otros ven competencia desleal. Por este motivo, solicitan a las autoridades que intervengan en la política de precios online.

Otros comercios tradicionales, por contra, han optado por incorporar en sus negocios este servicio on line, con la ventaja de mantener el espacio físico donde el usuario acude a ver el producto y puede optar después por la compra in situ o vía internet. Incluso los comercios que han implementado han logrado abrir mercado tanto nacional como internacional a través de la red, complementando su cifra de negocio tradicional.