Gastronomía y artesanía para la integración
El Festival Intercultural de El Hangar propicia el conocimiento de otras culturas que se acercan cada día a la ciudadanía
La gastronomía de distintos puntos del mundo estuvo presente en los puestos instalados. En la imagen, el de la Asociacion Nigeriana IGBO.-RAÚL G. OCHOA
Con el lema ‘integración’, el festival intercultural quiere dar voz a los colectivos de otros países radicados en Burgos. El presidente de la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes de Castilla y León (ATIM), Mohamed El Gheryb Ghailan, organizador de este evento, explicó que esta iniciativa que celebra este año su segunda edición con el patrocinio del Ayuntamiento de Burgos, se creó para que las asociaciones culturales de diferentes países puedan «acercarse a la ciudadanía» y que se conozcan las actividades que realizan. Para ello se llevaron a cabo talleres, conciertos «voluntarios» y «desinteresados», mostrando la música y gastronomía propia de cada país, que es algo que a la gente siempre le gusta conocer, y que fue posible gracias a que varias organizaciones elaboraron platos típicos de sus regiones. Se pudo ver como la diversidad cultural de la ciudad es más amplia de lo que parece, ya que había distintas nacionalidades de todos los rincones del mundo, que pese a ser en ocasiones muy dispares entre si, la integración entre todas ellas era una realidad.A la inauguración acudió la concejala de Servicios Sociales Gema Conde, quien agradeció a las asociaciones su implicación en el festival celebrado en el Hangar, ya que sin su iniciativa, «el festival intercultural no sería posible». Señaló también que confió que la cifra de asistencia, situada en la edición pasada en 2.000 asistentes se viera superada con creces en esta ocasión.
El escultor Humberto Abad, también mostró su agradecimiento por ser tan bien acogido por toda la comisión y por poder dirigirse a todos los asistentes en representación de su gremio.Durante las más de siete horas que duró el festival, hubo un gran número de actividades a disposición de los asistentes, entre las que se encontraban diferentes mercadillos artesanales, con gran afluencia de gente mirando los diferentes productos que se ofrecían y animándose en ocasiones a comprarlos, mercadillos gastronómicos donde se podían adquirir productos típicos o realizar pequeñas catas y talleres tanto para adultos, enfocados en el aprendizaje de los distintos idiomas y danzas, como para niños que pudieron divertirse haciendo antifaces o creando cómics, organizadas en su totalidad por la Comisión de Integración y amenizadas constantemente por proyecciones, representaciones teatrales y bailes característicos de Colombia, Nigeria, Bulgaria, indios o procedentes de zonas orientales.