El Correo de Burgos

Con Hungría en el corazón

La Casa de Europa conmemora el 60 aniversario de la primera revuelta contra el Régimen Comunista del país húngaro con actos conmemorativos, documentales, conferencias y conciertos

Momento en el que la embajadora de Hungría en España, Enikö Györi, realiza la ofrenda floral acompañada por el alcalde, Javier Lacalle.-RAÚL G. OCHOA

Momento en el que la embajadora de Hungría en España, Enikö Györi, realiza la ofrenda floral acompañada por el alcalde, Javier Lacalle.-RAÚL G. OCHOA

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MARTA CASADO
Burgos

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Cuando en 1956 los ciudadanos húngaros se levantaron en defensa de la lucha y la democracia y en contra de la tiranía del régimen comunista de Moscú, no sabían que se convertirían en la primera gran lucha que extendería el espíritu europeo hacia los países del Este. Cuando se cumplieron diez años de aquel hito histórico, la Casa de Europa en Burgos solicitó al entonces alcalde, Juan Carlos Aparición, dedicar una plaza de la ciudad a Hungría. Se eligió la rotonda final de la calle Francisco Salinas, en el barrio de Fuentecillas. Éste ha sido el lugar elegido por la embajadora de Hungría en España, Enikö Györi, para conmemorar a los revolucionarios y agradecer a Burgos el reconocimiento de este hito histórico que dejó una huella imborrable en el pueblo húngaro. Un acto en el que participaron, entre otros, el presidente de la Casa de Europa en Burgos, José Sagredo, el alcalde, Javier Lacalle, su antecesor, Juan Carlos Aparicio, la senadora Begoña Contreras, o el delegado de la Junta en Burgos, Baudilio Fernández Mardomingo.

Aquella revuelta supuso que Europa, los países unidos que serían el germen de la Unión Europea que arrancaba entonces, tuviera constancia del totalitarismo que invadía la Unión Soviética. Aquellos revolucionarios «fueron machacados por la policía política, son los Chicos de Budapest, le siguieron los miles de húngaros abatidos por los tanques del Pacto de Varsovia, las múltiples ejecuciones, los campos de refugiados y creó 200.000 exiliados», recuerdan desde la Casa de Europa. Razón por la que hace diez años reconocieron a aquellos europeos con un acto simbólico que hoy ha unido Burgos y Hungría de la mano de su representante en España. Györy quiso, en el homenaje floral realizado a los revolucionarios húngaros, agradecer con este gesto «a todos los ciudadanos que, con su acogida o sus oraciones, ayudaron a todos los refugiados que huyeron del país al tiempo que ha reconocido que el homenaje no solo está dirigido a Hungría, sino a todos los países que luchan por la libertad».

La embajadora ha mantenido una jornada completa en la ciudad de Burgos donde fue recibida por la concejal Ana Bernabé en alcaldía. Al mismo tiempo la Casa de Europa celebró el 60 aniversario de la revolución húngara con la proyección del documental ‘Juguemos limpios’ que narra la historia reciente de Hungría de forma paralela a la vida de un húngaro acogido en España por su magia con el balón, el futbolista Ferenc Puskas. Con esta proyección arrancó la tarde de actos que prosiguió con la inauguración por parte de la delegación húngara encabezada por su embajadora pero integrada también por la consejera Adrienne Nász y el consejero Dávid Elek Horváth, de una exposición de carteles. En ella se narra la historia de la revolución mediante carteles seleccionados por la Comisión Húngara del 60 Aniversario así como material de archivo aportado por la propia embajada como periódicos españoles de la época.

La jornada de actividades finalizó con un concierto conmemorativo que corrió a cargo de la pianista Eloísa de Guzmán que realizó estudios de música en Budapest y que actualmente es profesora en el Conservatorio de Música Rafael Frühbeck de Burgos. Un recital en el que entremezcló música española y húngara con grandes piezas de Liszt, Granados y Albéniz. Una jornada de conmemoración que unirá más si cabe a Burgos con Hungría quien tiene un pedazo de corazón al final de la calle Francisco Salinas.

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