El Correo de Burgos

Clamor sin fronteras

La ONG Persona Solidaridad acerca la realidad de la discapacidad en los países empobrecidos / Retratos y un corto de David Palacín se completan con la visita a la ciudad de Fanny Quispe y Juana María Pánez, peruanas entregadas a la lucha contra la exclusión

Uno de los retratos del fotógrafo David Palacín.-

Uno de los retratos del fotógrafo David Palacín.-

Publicado por
L. BRIONES
Burgos

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Madres que sufren con sus hijos en brazos y claman entre sollozos alguna ayuda para atenderlos como se merecen. Padres que se lamentan de la falta de sensibilidad social, que eleva aún más la barreras a sortear. Hermanas que temen el día que ellas falten y dejen de ser el único sostén de su hermano. Ancianos que lloran al imaginar un futuro próximo de desamparo.Voces, todas, que dibujan con nitidez la realidad cotidiana de la discapacidad. Voces de allá, lejos, que resuenan cercanas para quienes también aquí luchan día a día por la igualdad de oportunidades real. Voces que evidencian la precariedad y la exclusión de las personas con discapacidad en países empobrecidos.Y esas voces se escuchan con fuerza estos días en la capital burgalesa. Ejerce de megáfono local la ONG Persona Solidaridad, empeñada en visibilizar en su ciudad la dura realidad que sus miembros conocen bien, fruto de una década de trabajo en zonas rurales de la selva peruana.Esta labor, que se traduce en proyectos en distintos ámbitos y siempre en colaboración con asociaciones locales, condujo a Persona Solidaridad a un centro de educación especial con pocos recursos en Villa Rica, municipio con menos de 10.000 habitantes, al tiempo que conocía la agrupación local de personas con discapacidad (Adisvir).Se topaba así con «ejemplos de superación» que prendían la chispa de una campaña en la que, a modo de aldabonazo en la conciencia de la sociedad, se incluyen actividades diversas, pensadas todas para alcanzar al mayor público posible.Una de ellas, que recoge precisamente esas voces citadas, es obra del fotógrafo burgalés David Palacín, que sumaba altruistamente su objetivo a la causa y viajaba con la ONG a Perú para captar testimonios que evidencian «que el lugar de nacimiento es determinante en cuanto al riesgo de exclusión social de las personas con discapacidad». Sus retratos de gran formato de las personas que encarnan esta realidad cuelgan hasta el domingo en la sala de exposiciones del Monasterio de San Agustín. Junto a ellos, un corto documental que, en apenas once minutos, toca el corazón del espectador. En él, voces y rostros se acompasan para contar cómo es ser discapacitado en la periferia del mundo.Más allá de la pantalla, una de las protagonistas de la cinta, la presidenta de Adisvir, Fanny Quispe, se lanzaba a cruzar el charco de la mano de Persona Solidaridad. Junto a Juana María Pánez, docente del centro de educación especial de Villa Rica, protagoniza estos días una suerte de ‘gira’ en la ciudad. Hoy, sin ir más lejos, compartirán, a las 19.30 horas en el salón de actos de la ONCE, una mesa redonda con el presidente de Predif, Francisco Sardón, y la presidenta de Fedisfibur, Elena Alonso, para abordar en detalle, claro, el tema que las ha traído aquí.Especialmente llamativo es el caso de Quispe, que padece una discapacidad motora desde que sufrió un atentado del grupo terrorista Sendero Luminoso. Esa experiencia «y conocer a muchas personas que eran abandonadas por sufrir una discapacidad» la llevó a crear la agrupación que lidera, cuya lucha decidida -pese a su escasa movilidad- tiene reconocimiento en todo su país.Junto a Pánez recorre esta semana las sedes de las asociaciones burgalesas vinculadas a la discapacidad que no dudaban en recoger el guante lanzado por la ONG y se implicaban en la campaña: Prosame, Apace, Fedisfibur, Aspanias, Autismo Burgos y AransBur.«Los encuentros sirven tanto para que ellas conozcan cómo trabajan aquí como para que las agrupaciones locales sepan de su labor y escuchen su testimonio», explica Juan Jesús García, integrante de Persona Solidaridad.Esta ronda las ha adentrado también al centro de educación especial Fray Pedro Ponce de León, cuyas instalaciones maravillaban a las visitantes.La campaña culminará el sábado con un acto público en la plaza de San Juan. Allí, de 17 a 20.30 horas, las citadas asociaciones invitarán a los asistentes a ponerse en lugar de las personas con discapacidad, con la dificultad añadida de hacerlo además en un entorno similar al que ‘brinda’ un país empobrecido. «Será un evento lúdico y familiar que pretende provocar una reflexión», indica García.Música, talleres y la lectura de un manifiesto completarán la jornada que culminará con la proyección del cortometraje dirigido por Palacín. Este será, no obstante, un punto y seguido pues el futuro «aún por hacer» pasa por que este primer contacto, entre los que luchan aquí y allá por acabar con la exclusión social que acompaña a la discapacidad, derive en proyectos concretos de colaboración.

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